por José Miguel Bonilla
En la Moneda y el régimen explotador la chicharra de incendio suena hace rato. La cicuta que debieron haber ingerido los ocupantes del segundo piso la noche del Miércoles 15 de Julio, comienza a surtir efecto. Por cierto, sus amigos especuladores entre los que se encuentran las grandes empresas, bancos, financieras, retail, han venido abrevar de la misma fuente.
El segundo piso se remece por el movimiento telúrico provocado inesperadamente por el propio Congreso, gran cocina de partidos traicioneros que han operado desde el principio de la “democracia” con sus acuerdos cocinados a fuego rápido mientras la ciudadanía dormía en sueño REM. Pero el desgobierno de Larroulet y su marioneta Piñera, estaban desde antes desarrollando verdaderas escaramuzas con el Congreso concediéndole a éste la posibilidad de adjudicarse algunas victorias para la clase obrera como las 40 horas y recientemente el aumento de ingreso familiar y el postnatal de emergencia.