por Jorge Baradit
Hay que celebrar el anuncio de NUEVA CONSTITUCIÓN para Chile, pero no le podemos entregar la responsabilidad histórica a la clase más desprestigiada y que genera mayor rechazo nacional: la clase política.
La legitimidad del proceso está en juego, porque esta PROFUNDA CRISIS DE REPRESENTATIVIDAD descalifica a esa clase para llevarlo sin la validación de la gente. Los procesos para obtener Nueva Constitución deben gozar de LEGITIMIDAD A TODA PRUEBA, que esa clase hoy no garantiza.
Ahora que cedieron a Nueva Constitución, NO PODEMOS DEJAR QUE CAPTUREN EL PROCESO. Los contenidos para nuestra nueva carta deben salir, por PRIMERA VEZ EN NUESTRA HISTORIA, desde la gente misma, desde asambleas locales vinculantes (es decir, que las conclusiones de esas asambleas sean “mandatos” y no meras opiniones), de cara a una gran Asamblea Constituyente que dote de legitimidad democrática y representativa al proceso.
Que el poder y el mandato surjan desde abajo y hacia arriba.
La GRAN oportunidad que tienen los políticos de recuperar la confianza de la gente reside en verlos defender lo que surja nítidamente desde las asambleas locales. Si se convierten en voceros de la voluntad popular, la gente volverá poco a poco a confiar en ellos otra vez.
Cómo se define la constitución de esa Asamblea Constituyente? Como sea si el formato resulta del acuerdo de todos y la aprobación democrática. La desconfianza es grande y la gente pedirá visar cada paso.
Por qué no puede llevarlo adelante la clase política?
1. A los congresistas no los elegimos pensando en esta coyuntura marciana.
3. La clase política no solo más desprestigiada, sino que es sindicada como parte de los problemas que tratamos de solucionar.
2. No es bueno que sean los congresistas quienes definan aquello que los va a normar.
Además, mi opinión personal es que SEBASTIÁN PIÑERA NO PUEDE LIDERAR EL PROCESO y deberán buscarse los mecanismos institucionales para que así sea.
Él está profundamente inhabilitado por:
1. Su total falta de representatividad. No puede ser quien cuenta con un 9% de aprobación quien represente lo que la gente quiere.
2. Su falta de identificación con el país movilizado. Piñera representa TODO lo que ha volcado a la gente a las calles: el abuso, el nepotismo, el saqueo, la evasión, la especulación, el privilegio, la desigualdad, la arrogancia de la clase dominante.
3. Su falta de voluntad política evidente. Piñera eligió convertirse en un obstáculo para las medidas de corto y mediano plazo y solamente la extrema presión del país movilizado durante 20 días ININTERRUMPIDOS. Se necesita un líder comprometido con la idea de Nueva Constitución, no alguien que cedió a regañadientes. Que avisa este momento histórico a través de su ministro del interior, a las 23:00 y con total desprecio por la trascendencia histórica del hecho.
4. Su falta de estatura moral. No solo por estar involucrado en hechos asociados a desfalcos, prácticas antisindicales, evasión o paraísos fiscales. Sino por haberse visto obligado a ceder luego de 20 muertes, miles de heridos, decenas de hombres y mujeres torturados o abusados sexualmente.
Un proceso histórico así de trascendente no puede llevarlo adelante alguien con la responsabilidad manchada con sangre.
Lo más importante.
En 1925, durante el proceso constituyente, el GRAN ERROR de los actores sociales, incluidos los militares, fue justamente disolver sus movimientos y CONFIAR en que la presidencia y el Congreso se harían cargo honorablemente de una Asamblea Constituyente para Nueva Constitución.
No ocurrió así. Olvidaron la promesa y terminaron cocinándola entre cuatro paredes y aprobándola en un plebiscito a lo menos cuestionable.
No puede volver a ocurrir o la derrota será amarga y la oportunidad habrá pasado nuevamente de largo por la puerta de nuestra historia.
Somos la mayoría del país, debemos mantenernos VIGILANTES a cada paso. No soltar este proceso que tanta muerte, dolor y frustración nos ha costado no solo a nosotros, sino a nuestros padres, abuelos y bisabuelos. Los que mordieron el polvo en las salitreras del norte, secaron su piel al sol en los fundos del centro, o perdieron la vida en los páramos fríos del sur.
Estamos en un momento histórico. Que la historia no les pase por el lado, participen.
Hace una década decir que la historia era nuestra sonaba amargo y utópico, hoy decir “la historia es nuestra y la hacen los pueblos” resuena más fuerte que nunca.
Vamos CHILE!! 🇨🇱