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Aumentan los temores de una nueva oleada de violencia en Colombia tras la masacre de cinco indígenas y el despliegue de 2.500 soldados en el Cauca

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La masacre de cinco líderes indígenas en Colombia consternó al país. Los crímenes tuvieron lugar en Cauca, región al suroeste del país. Entre las víctimas estaba Cristina Bautista, líder del resguardo indígena semiautónomo nasa de Tacueyó. Cuatro de los guardias desarmados de la comunidad también fueron asesinados, mientras que otros seis resultaron heridos. Un grupo de expertos de la ONU denunció la masacre y exigió al Gobierno colombiano que coopere de manera urgente con las autoridades indígenas para investigar los crímenes. La policía no hizo detenciones ni identificó a ningún sospechoso de la masacre. De acuerdo con el Instituto para el Desarrollo de Estudios por la Paz, desde que se firmaron los Acuerdos de Paz en 2016, al menos 700 líderes sociales han sido asesinados en Colombia, muchos de ellos activistas indígenas y afrocolombianos. Para saber más de este tema, puede ver la conversación que mantuvimos con Mario Murillo y con Vilma Almendra. Murillo es vicedecano de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad Hofstra y periodista reconocido que ha informado ampliamente sobre Colombia y la región del Cauca. Vilma Almendra es una líder indígena nasa misak del Cauca, amiga y colega de Cristina Bautista, la autoridad indígena del Cauca que fue asesinada.


AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now! Soy Amy Goodman. En Colombia, la masacre de cinco líderes indígenas en la región del Cauca ocurrida el martes 29 de octubre ha sacudido a todo el país. La masacre tuvo lugar cuando un grupo de hombres que viajaba en un vehículo negro abrió fuego contra un convoy de guardias indígenas en Tacueyó, según informó la Asociación de Consejos Indígenas del Norte del Cauca. Los hombres también dispararon contra una ambulancia que estaba atendiendo a los heridos tras el ataque.
Entre las víctimas se encontraba Cristina Bautista, gobernadora del resguardo indígena semiautónomo nasa de Tacueyó. Cuatro de los guardias indígenas, que se encontraban desarmados, también fueron asesinados, mientras que otros seis resultaron heridos.
El lunes por la noche, apenas unas horas antes de ser asesinada, Cristina Bautista envió una alarmante grabación de audio a algunos de sus contactos de Whatsapp.

CRISTINA BAUTISTA: Muy buenas noches. Estamos en el puesto de control aquí en la sede. Pasó una camioneta negra llevándose los troncos que tenemos de un lado y el otro lado. La guardia salió y les dispararon y gracias a Dios no hubo heridos. Pero estamos en alerta porque parece que hay movimiento en el resguardo.

AMY GOODMAN: El presidente colombiano, Iván Duque, prometió el miércoles desplegar 2.500 soldados en la región. Duque culpó de los asesinatos a un grupo disidente de las FARC, que recientemente rompió con el Acuerdo de Paz alcanzado con el Gobierno, pero la policía no ha realizado arrestos y aún no hay nadie a quien se considere sospechoso de la masacre.
Desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016, al menos 700 líderes sociales han sido asesinados en Colombia, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz. Muchas de las víctimas de esa violencia han sido activistas afrocolombianos e indígenas.
Para hablar más acerca de este asunto nos acompaña Mario Murillo, vicedecano de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Hofstra y galardonado periodista que ha informado ampliamente sobre Colombia y la región del Cauca. Bienvenido a Democracy Now!
Es impactante el dolor de la gente no sólo en Colombia. Cristina Bautista hace poco estuvo en Estados Unidos. Ella era una líder de la comunidad indígena. ¿Puede hablarnos sobre lo que entiende que ocurrió?

MARIO MURILLO: En realidad, no es un shock, es algo espantoso. Es horrible lo que pasó en estos días allá en el norte del Cauca, en Tacueyó, pero no es nada nuevo. La diferencia es que fue una masacre de cinco personas. Pero en realidad, en los últimos meses, cada dos o tres días están matando a una persona de las comunidades indígenas. En serio. Cada tres días, según las cifras del mismo Gobierno. Entonces, ahora es un shock porque se dieron cuenta de que la violencia en contra de la comunidad indígena está presente y es constante. Y la resistencia del movimiento indígena es parte del desafío para los grupos armados. Ellos están protegiendo su territorio y defendiendo su territorio, sobre todo en contra de esos grupos que están involucrados en el narcotráfico y, en ese proceso, porque ellos están enfrentando a esa gente, están matando a los líderes indígenas en este momento. Es un temor grande, porque mucha gente dice que va a seguir siendo peor porque ahora es un enfrentamiento directo con la autoridad indígena. Mataron a una gobernadora indígena, mataron la guardia indígena, que normalmente en el pasado, a pesar de que siempre ha habido asesinatos, por lo menos respetaban ese bastón de mando que tenían los líderes indígenas en el territorio y ahora la situación está muy grave.
AMY GOODMAN: ¿Puede describir qué pasó exactamente? Explique en qué tipo de vehículo viajaban los asesinos y por dónde tuvieron que conducir para llegar al lugar donde se encontraba Cristina Bautista. Y háblenos de quiénes son estos guardias indígenas.
MARIO MURILLO: La guardia indígena, ellos dicen que es un ejército civil, pero ellos son parte de la autoridad indígena en el Cauca y en Colombia, en realidad. Ellos protegen, defienden, es un proyecto de comunicación porque están controlando el territorio. Ellos hacen sus patrullas por todo el territorio para averiguar que todo esté bien, chequeando quién está entrando y saliendo de las zonas. Allá, en esa parte del norte del Cauca, hay una carretera por la que puedes entrar y salir del territorio. Entonces todo el mundo sabe quiénes están entrando. El hecho de que estas camionetas grandes blindadas llegaron al territorio a enfrentar a la comunidad ahí, demuestra que la seguridad en esa zona, de parte del Estado, no existe. Pero los indígenas, la guardia indígena, está ahí precisamente para enfrentar ese tipo de ataques a la comunidad. Entonces, cuando la guardia junto con la gobernadora enfrentaron a este grupo le dijeron: “Mira, esto es territorio indígena, se tienen que salir”. Iban a enfrentarlos, porque parecía que tenían a alguien en el carro que era parte de la comunidad. Ellos dispararon indiscriminadamente y eso fue una cosa que no esperaban.

AMY GOODMAN Es desgarrador escuchar a Cristina Bautista, el miedo que tenía justo antes [de su asesinato], cuando se comunicó por medio del grupo de Whatsapp para pedir ayuda, diciendo que estaban a punto de ser atacados. Quiero pasar a Vilma Almendra, una líder indígena nasa misak del Cauca, amiga y colega de Cristina Bautista. Almendra, que se encontraba en Quito, Ecuador en el momento en el que Democracy Now! la contactó, nos habló sobre la última vez que tuvo noticias de Cristina esta semana.

VILMA ALMENDRA: “A Cristina la conocí hace por lo menos dos años. Nos identificamos muchísimo porque ella era una mujer humilde, era un mujer muy comprometida, pero además abordaba las contradicciones. Entonces hablábamos de las diferentes contradicciones que se veían en el movimiento, en la organización indígena y la necesidad de abrir espacios de discusión y de debate para retomar el camino, como ella también decía, en el territorio. Entonces, teníamos una comunicación fluida vía Whatsapp. Justamente, este lunes ella me metió en un grupo de Whatsapp donde hay aproximadamente unas 70 personas del norte del Cauca, pero particularmente de Toribío. Ahí se circula toda la información de lo que pasa en el territorio. Ese lunes, a las 10:30 de la noche, ella mandó un mensaje: “Alerta. Estamos en el puesto de control de la luz. Pasó una camioneta con unos tipos disparando”. Entonces, mandó ese mensaje y yo vi que nadie reaccionó, nadie del grupo preguntó. Le mandé un mensaje a Cristina y le pregunté qué estaba pasando y que si me podía grabar un audio para circularlo y al menos hacer un alerta. Ella circuló ese audio. Lo grabó como a las 10:30 y a las 11:00 lo circulé. Bueno, hice una alerta interna y nadie contestó a esa hora. Ella estaba muy preocupada. Me decía que se sentía muy sola, que a ella, ese día, no le tocaba turno en ese punto de control, pero que ella, como autoridad y como cuidadora del territorio, sentía la responsabilidad de estar ahí. Hablamos como hasta las 12:00 de la noche. Al día siguiente, como estoy acá en Ecuador, no estoy en Colombia, teníamos compromisos y salimos. No me volví a comunicar con ella. Ya a la tarde fue la terrible noticia de la masacre, y las masacres que se agudizan, porque ahorita también nos acaban de informar que ha ocurrido otra masacre en Corinto.

AMY GOODMAN: Vilma Almendra también compartió con nosotros su mensaje para la gente en Estados Unidos, país que por décadas ha financiado la guerra contra las drogas en Colombia y que en la actualidad apoya al Gobierno de derecha del presidente Iván Duque.

VILMA ALMENDRA: Yo, como mujer nasa misak, lo que le pediría a los pueblos, a los procesos y a los movimientos es que entendamos que lo que está pasando en Colombia, la guerra a la que nos están sometiendo, es justamente para garantizar la reproducción del sistema capitalista patriarcal y colonial, y para acumular riquezas allá. ¿Quién está ganando con la sangre, con la muerte, con el despojo, con el desarraigo, con la destrucción de nuestros mínimos de autonomía aquí y ahora? ¿Quiénes están ganando? Entonces, que entendamos que a nosotros nos están sometiendo a la guerra para garantizar la acumulación de un sistema. Y que no solamente es en Colombia, que es en diferentes partes del mundo. Que el desafío que tenemos como pueblos y procesos es tratar de ver más allá de este Estado que nos somete. Auto-organizarnos, defendernos autónomamente y tejer resistencias, autonomías, más allá de la institucionalidad, que es la que nos está matando.

AMY GOODMAN: Esa era Vilma Almendra, que al igual que Cristina Bautista es una líder indígena nasa misak. Almendra se encontraba en Quito cuando recibió los últimos mensajes de Cristina. Por favor, háblenos del mensaje de Vilma.

MARIO MURILLO: Bueno, es un mensaje sobre la política externa de Estados Unidos y el apoyo que Estados Unidos, el Gobierno de Trump, pero también los gobiernos anteriores al de Trump, siempre le brindaron al gobierno colombiano. Y eso es una política antidrogas, una política guerrerista, una política de apoyo militar, de militarización. Las comunidades indígenas en Colombia dicen que no quieren más militarización, que ellos tienen la autoridad de proteger su territorio. Eso no es un vacío de seguridad y de control. Ellos tienen ese control y deberían respetar eso. Pero el Gobierno colombiano está enfrentando eso todo el tiempo. No respeta la capacidad y el derecho, según la constitución política de Colombia, de que los indígenas controlen y protejan su territorio como su manera tradicional. Entonces, la respuesta del Gobierno se esperaba: más militarización, mandar 2.500 tropas para la zona y eso solamente va a complicar la situación y hacerla peor. Mientras tanto, el gobierno de Washington está diciendo que Colombia tiene que ser más fuerte en contra del narcotráfico y ese es el discurso precisamente del gobierno de Iván Duque.

AMY GOODMAN:¿Qué cree que diría Cristina Bautista si escuchara que, como respuesta a su asesinato, el presidente Duque está enviando 2.500 soldados al Cauca?

MARIO MURILLO: Bueno, yo no quiero hablar por ella, pero según las personas con las que me he comunicado en estos días en el Cauca y en Colombia, diría que están mandando a ayudarnos a los mismos que nos están asesinando, los mismos que nos están desplazando, los mismos que están atacando a nuestros procesos tradicionales. Entonces, no necesitamos ese tipo de apoyo, necesitamos el apoyo de reconocer nosotros el derecho de proteger la tierra y eso es lo que yo creo que ella diría en este momento.

AMY GOODMAN: Para finalizar… Usted ha estudiado esa área. Es un periodista estadounidense de origen colombiano. Ha visitado Colombia en muchas ocasiones durante los últimos años. Háblenos de la situación actual y de lo que cree que debe hacer Estados Unidos, dada su cercana relación con el presidente colombiano Iván Duque.

MARIO MURILLO: La situación hoy es una de las situaciones más complicadas, porque el Gobierno actual, que llegó al poder con el mandato o con la plataforma de acabar con el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC, de deslegitimizarlo, está cumpliendo con eso todos los días. Entonces, el hecho de que ellos están militarizando la zona del Cauca y otras partes del país, no cumpliendo con cosas del acuerdo, de los acuerdos de paz, en términos de tierras, de restitución de tierras, de justicia, de la participación política de parte de los movimientos sociales, no están cumpliendo con eso, están matando más cada día, significa que, en realidad, el proceso de paz fue un fracaso total y ahora estamos una vez más en guerra, pero con otro nombre.

AMY GOODMAN: Quiero terminar con Vilma Almendra, quien se contactó con nosotros ayer desde Quito, Ecuador. Ella nos habló sobre sus últimas conversaciones con Cristina Bautista, horas antes de que Cristina fuera asesinada, y sobre la importancia de la autonomía y la resistencia de los indígenas nasa del Cauca.

VILMA ALMENDRA: Justamente, el pueblo Nasa se ha caracterizado por ser uno de los pueblos que históricamente ha resistido a todo tipo de agresión y de guerra. En estas últimas décadas, el pueblo nasa no solamente ha garantizado resistencia, sino mínimos de autonomía a las grandes asambleas, congresos, para tomar decisiones colectivas. Nosotros decimos que hasta el 2008 hubo un gran movimiento desde abajo, desde las bases, en el norte del Cauca, que eran los que ponían la agenda y los que nos representan. Lo que sentimos que ha pasado del 2008 hacia acá…hay varios factores: las políticas neoliberales y estatales, la cooptación, las amenazas… Lo que sentimos que ha pasado es que justamente ese motor que hacía que la comunidad estuviera en movimiento, el carácter asambleario, el juntarse para tomar decisiones colectivas y actuar en consecuencia se ha roto. Está debilitado.

AMY GOODMAN: Esa era Vilma Almendra, que estuvo en contacto con Cristina Bautista horas antes de que ella y otros cuatro guardias indígenas fueran asesinados en el Cauca. Mario Murillo, quiero darle las gracias por estar hoy con nosotros. Murillo es vicedecano de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Hofstra y reconocido periodista que ha informado extensamente sobre Colombia y la región del Cauca. Es autor de varios libros, entre ellos “Colombia y Estados Unidos: guerra, inquietud y desestabilización”.
Esto es Democracy Now!, soy Amy Goodman, gracias por acompañarnos.

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