por Gustavo Burgos
Con un discurso delirante de promesas, llegó al extremo de ofrecer duplicar el Metro de Santiago y desempolvar la vieja promesa de Pinochet de un tren bala Santiago Valparaíso, Piñera demostró que está agotado políticamente, que su gobierno sólo puede mantenerse en base a promesas y que no tiene éxitos que demostrar.
Con una economía que no crece, con la cesantía disparada y la proyección de una crisis económica internacional, los “Tiempos Mejores” aparecen como una mofa y una provocación. En los últimos minutos resultó evidente que las hojas se enredaron en el telepronter y pasó del cambio climático a la tercera edad y luego al cambio climático nuevamente, demostrando que ni el propio Piñera estaba atento a lo que decía. De lo patético Piñera pasó al bochorno.
Muy buen artículo de Gustavo, que avanza con cautela pero conneje estratégico en la crisis burguesa. El régimen tambalea, y el disfraz es total. Pero la codicia de la derecha no se detiene. Son muy importantes las semanas que vienen. Cualquiera grave alteración internacional vuelve muy crítica la situación nacional. Tras la mascarada viciosa de mentiras se escondía miedo. La derecha se vio nerviosa. La derecha ex concerta, Mutis por el foro. A Guillier le toca el Tpp11, Y hasta acá, nada