El investigador de Fundación SOL, Benjamín Sáez estuvo en el programa Radioanálisis de Radio Universidad de Chile comentando los principales resultados del estudio de Fundación SOL “Mini Salario Mínimo: El salario mínimo en Chile en perspectiva comparada”, el cual presenta un panorama comparado del salario mínimo chileno en relación a Latinoamérica, los países de la OCDE y la Unión Europea.
La investigación revela que al observar los países OCDE cuando tenían el mismo PIB per cápita que hoy tiene Chile, su salario mínimo era en promedio un 70% más alto que el mínimo nacional.
El estudio de Fundación SOL también se centra en la suficiencia del salario mínimo para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias. La investigación revela que el actual sueldo mínimo de $276.000 se encuentra por debajo de la línea de la pobreza para un hogar promedio de cuatro personas, la cual a junio de 2018, llega a $422.767.
Consultado acerca de las motivaciones del estudio, Benjamín Sáez aseguró que “actualmente no se cuestiona si hoy en día el salario mínimo está acorde al tamaño, dinamismo y crecimiento que ha tenido la economía en el último tiempo. Del interés de cuestionar aquello nace el estudio”, explicó el investigador.
A opinión de Fundación SOL, en Chile no se ha sincerado el atraso salarial que existe en el país. “Si se parte asumiendo que el actual salario mínimo se ajusta a la economía, podría parecer descabellado un alza significativa. Pero al compararlo con el sueldo mínimo de Panamá -que es el país equivalente en PIB per cápita a nivel continental- vemos que el monto es prácticamente el doble que el nuestro”, agregó Sáez.
Sueldo mínimo: un problema de todos
El salario mínimo ha sido plantado por la OIT como una recomendación para reducir los niveles de desigualdad y mejorar los niveles generales de salario. Sáez afirmó que esto no es sólo porque varios cálculos de reajustes salariales se basan en el salario mínimo, “sino que porque entrega una señal al conjunto de la economía y por tanto, fija un estándar en el cual se tienden a alinear el resto de los salarios”.
El investigador ejemplificó lo anterior mencionando que “al observar el rango de salarios que abarcan desde el mínimo hasta uno superior sólo en 100 mil pesos, y se considera a todos las y los trabajadores que ganan un sueldo en ese rango, se agrupa a un conjunto de personas que equivale prácticamente a la mitad de las personas que hoy están ocupadas”. Esto es aún más preocupante si consideramos que el gasto promedio de un hogar está en torno a los 800 mil pesos.
Desigualdad
Actualmente, el promedio de los salarios está en torno a los 555 mil pesos, lo que no quiere decir que sea reflejo de una distribución pareja de los sueldos. Cuando hay tanta desigualdad, el concepto de promedio distorsiona en vez de aclarar. “El 70% de los trabajadores y trabajadoras tiene un salario hoy en día que es igual o inferior al promedio, es decir, hay un porcentaje muy menor de la población que hace que este promedio se dispare hacia arriba” agregó el investigador.
Otro dato relevante es que el 1% más acaudalado de la población concentra aproximadamente un tercio de los ingresos totales del país cada año. Por lo tanto, ese 1% va a generar esta discordancia entre un PIB per cápita que parece exorbitante, pero que no se refleja en cómo vive realmente la población.
Riesgo para la economía
Consultado por los riesgos de realizar un alza en los sueldos, Sáez mencionó que “diversos economistas han hecho investigaciones para determinar hasta qué punto un salario mínimo podría ser nocivo para el desarrollo económico. El estudio recoge ello, trabajando con el Índice de Kaitz (IKA), que establece un rango en relación al tamaño del PIB per cápita y en función de éste determina cuándo un salario mínimo es tan pequeño que pone en riesgo el desarrollo de la economía o es tan alto que también la hace peligrar”.
En ese sentido, el IKA de nuestro país indica que se está bordeando la zona de riesgo por tener un salario mínimo muy bajo. Desde ese punto de vista hace mucho más sentido la necesidad de subir el piso mínimo.
“Es imposible seguir manteniendo la situación actual, y eso pone en riesgo el funcionamiento de la economía” advirtió el investigador. Un ejemplo de este problema es que hoy los hogares no tienen capacidad de ahorro, lo que es una señal de alerta para el mismo Banco Central. “O sea, no es algo que solamente pongan los sindicatos en discusión, es algo que en términos sistémicos está poniendo en jaque el mismo bienestar de los empresarios que pagan estos salarios miserables” aseguró Sáez.