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En Siria, una serie de ataques con armas y atentados suicidas con bomba por los que el Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la responsabilidad dejaron un saldo de al menos 216 muertos el sábado, en uno de los peores ataques del grupo dentro de Siria.
La violencia se concentró en el sudoeste de Siria, donde ISIS lanzó una ofensiva contra las aldeas que rodean la ciudad de Sweida, para luego llevar a cabo varios ataques suicidas con bomba en un concurrido mercado de la capital de la provincia.
Los ataques de ISIS se produjeron en medio de una ofensiva del Ejército sirio por la cual la mayor parte de la provincia de Daraa se encuentra bajo control del Gobierno.
