Jonathan Littell
(10 de octubre de 1967, Nueva York, EE.UU.)
Escritor franco-estadounidense. Su novela Las Benévolas (Les Bienveillantes), escrita en francés a los 39 años, ha sido galardonada con el Premio Goncourt de 2006 y el Grand prix du roman de l’Académie française de ese mismo año. Según Jorge Semprún, este libro es el «acontecimiento del siglo». Gracias a esa novela consigue también el 8 de marzo de 2007 la nacionalidad francesa por su «contribución a la brillantez de Francia» tras dos intentos infructuosos en 2006.
Nacido en una familia de origen judío emigrada desde Polonia a Estados Unidos a finales del Siglo XIX, es hijo del escritor Robert Littell. Su infancia transcurrió en Francia, y sólo dejó este país para ingresar en la Universidad de Yale tras concluir sus estudios de bachillerato en el Liceo Fenelón en 1985.
A pesar de que su familia no viviera de modo directo el destino que tuvieron los judíos en Europa, Jonathan Littell creció con esta historia, que se convirtió en el tema central de su primera obra. Marcado durante su infancia por la guerra de Vietnam, se trasladó, después de haber pasado tres años en Yale, a los Balcanes, que en ese momento están en guerra. Se dedica a acciones humanitarias en el seno de la ONG Acción contra el hambre en la que trabajó durante siete años, particularmente en Bosnia-Herzegovina, pero también en otros muchos lugares del mundo como Chechenia, Afganistán, el Congo e incluso Moscú.
En 2001, decide cesar en su labor humanitaria y se dedica de lleno a escribir su primera novela, Las Benévolas (Les Bienveillantes), un amplio e impresionante fresco sobre la Segunda Guerra Mundial y el Frente del Este, que adopta la forma de las memorias imaginarias de un culto oficial de las SS llamado Maximilien Aue. El libro ganó el premio Goncourt de 2006, y ha sido y sigue siendo un gran (y polémico) acontecimiento literario. Propuesto a cuatro editores franceses distintos a través de un agente literario británico, el manuscrito fue rechazado por Calman-Lévy, y aceptado por Gallimard incluso antes de que los otros dos hubieran contestado.
Uno de los hilos conductores del libro es el mito de Orestes, de ahí el título: Las Benévolas, que se mencionan además de forma explícita en la última línea del libro, en la frase: «Las Benévolas habían dado con mi rastro.», Las Benévolas son las Euménides –que dan título a la obra de Esquilo–, la otra cara de las Erinias, o las Furias, que en la Antigüedad perseguían a los criminales. Se las nombra en el título y en la última frase, pero aparecen durante buena parte del libro encarnadas en Clemens y Weser, los dos policías de la Kripo que persiguen tenazmente a Max Aue.
Su anterior obra Bad Voltage apareció en 1989 en la editorial Signet Book. Aparecen en este libro muchas referencias a Francia y a autores como Jean Genet y Charles Baudelaire, así como a la ciudad de París. Además, habla en varias ocasiones de las canteras y catacumbas de París. Jonathan Littell, que en el momento de escribir esa novela contaba sólo con 22 años, escribió un ensayo de ciencia-ficción que se desarrollaba en el universo Cyberpunk.
También publicó en 2006 un largo y detallado informe acerca de los Servicios Secretos de la Federación Rusa entre 1991 y 2005 The Security Organs of the Russian Federation – A Brief History 1991-2005 disponible gratuitamente (en inglés) en Internet.
En el 2009 publicó Lo seco y lo húmedo.
Hoy en día reside en Barcelona junto a su esposa belga y sus dos hijas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jonathan_Littell
Las benévolas: Maximilien Aue es Doctor en derecho, casado, con hijos discreto y calmado. Desde un lugar tranquilo de Francia y después de 30 años, se decide a contar su pasado. No porque sienta necesidad alguna de justificación, simplemente quiere contar la historia tal y como él la vivió. Porque Maximilien era oficial de las SS. Jonathan Littlel nos hace revivir los horrores de la Segunda Gerra Mundial desde el lado de los verdugos, al mismo tiempo da cuenta de una vida como pocas veces se ha hecho: Las benévolas es la epopeya de un ser arrastrado por su propio recorrido y por la Historia. «Enfrenta a los lectores a una experiencia histórica de espanto, con una riqueza de detalles, precisiones, ramificaciones por toda Europa, complicidades innumerables y un refinamiento artesanal indescriptible, que, a todas luces, el autor ha rastreado a través de documentos, testimonios e informaciones en muchos años de denodada investigación.» (Mario Vargas Llosa)
Lo seco y lo húmedo: «Unas cuantas precisiones. Escribí este libro en 2002, cuando estaba investigando para otro libro que ya se publicó. Nació del encuentro entre las tesis de un investigador alemán, brillante e inaprensible, y el texto de un fascista belga en que éste, mediante el juego de las imágenes y la lengua, nos permite leer la mismísima estructura de su pensamiento. El hecho de que escribiera en francés me permitió intentar un análisis más a fondo de unas cuantas intuiciones y comprobar experimentalmente determinada teoría del fascismo, esa misma que propone Klaus Theweleit. Como podrá verse, tiene dicha teoría su parte de verdad, como la tienen también otras líneas de pensamiento que he podido explorar además, avenidas, desbrozos, callejones sin salida, o repentinas inmersiones en la oscuridad con las que su teoría se cruza sin llegar a coincidir nunca. Pues es tal el tema que, fuere cual fuere el rigor con el que se lo delimite, siempre se escapa por algún sitio, sus honduras, cuando se las desvela, van siempre aparejadas con otras honduras insospechadas y, a veces, replegadas sobre sí para no brindar sino una superficie lisa, apagada, trivial, pero siempre dispuesta a volver a abrirse bajo los pies de quien se aventure a recorrerla.» Jonathan Littell.
«La cultura no nos protege de nada. Los nazis son la prueba. Puedes sentir una admiración profunda por Beethoven o Mozart y leer el Fausto, de Goethe, y ser una mierda de ser humano.» – Jonathan Littell
Enviado por Alfredo Rubio Bazán <arlequibreblog@gmail.com>