Los conflictos medioambientales relacionados con empresas portuarias y mineras en Mejillones tienen un largo historial. Recientemente, en el mes de octubre del 2017, un derrame afectó la bahía relacionado particularmente al Terminal Marítimo Michilla por parte de conductos de la Minera Centinela de Antofagasta Minerals.

Este último suceso afectó a la flora y fauna marítima de la zona, implicando la muerte de  animales marinos, hechos que pudieron ser percibidos por los vecinos y comunidad pesquera. Gladys Moller, una vecina del sector afirma que “Somos privilegiados en Mejillones en fauna y flora: pingüinos, ballenas, delfines que nadan en el bote junto a nosotros, tortugas que nos han acompañado y nos enseñan y retroalimentan”, por lo mismo, agrega “Tenemos reservas y debemos cuidarlas. Hay que buscar la mejor manera de proteger nuestro patrimonio”.

Gladys, ha participado de intervenciones como rescate de especies y limpieza de residuos, pudiendo ver en primera persona dicho daño a las especies, en especial a las que habitan en el mar “Hay que poner en protección la fauna local, crear conciencia en empresas y comunidad. Y que las empresas pretendan buscar instancias ciudadanas de información”, sentencia.

Sin embargo, este caso de derrame ha sido aminorado estableciendo que la emergencia se controló. Así lo afirmó ante los medios el Seremi del Medio Ambiente, Felipe Lerzundi, quien dijo que “se controló la emergencia y no se autorizará la operación hasta que se demuestre que no volverá a ocurrir un derrame de ácido”.

Casos como este se han repetido en la historia de Mejillones, tanto así que expertos del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, afirman que esta es una zona “de sacrificio medioambiental”, es decir, que se puede explotar nuestro territorio en pos de la economía y productos que aquí se generan.

Proyecto de OXIQUIM

Actualmente hay otro conflicto en la mira. Según lo denunció la Red Ciudadana por el Medio ambiente (RCPMA) “El 7 de diciembre se aprobó la ampliación del Terminal Marítimo de Oxiquim en la localidad, lo que tiene por propósito ampliar la capacidad de almacenamiento de diversos productos que transporta la empresa, y la inclusión de un nuevo elemento: el LPG”.

El LPG es un combustible en estado líquido – gas licuado – altamente inflamable, que ocupará las cañerías submarinas. Según reclama la RCPAMA, “Dicho almacenamiento involucra un gran peligro no sólo para la flora y fauna, sino para las tierras de Mejillones y su comunidad. Sin embargo, el permiso medioambiental fue entregado sin consulta ciudadana pública, proceso que se omitió al establecer la construcción como una ampliación del terminal”. Por ende, pondría en peligro a toda la población y entorno de Mejillones, y también a la Provincia de Antofagasta.

El LPG será contenido en flexibles para conectarse a una cañería submarina, transportándose a razón de 1.000 m3/h en estas, que permiten el almacenamiento de 20.000 m3 de LPG.

El incidente de octubre pasado, si bien fue de otra naturaleza, causó alta preocupación y movimiento entre la comunidad y pescadores, es por esto que se están organizando y no descartan iniciar movilizaciones o acciones judiciales para defender lo que ellos reclaman como parte de su patrimonio.