Anna Seghers(19 de noviembre de 1900, Maguncia, Alemania † 1 de junio de 1983, Berlín, Alemania)
Seudónimo de Netti Radványi, novelista, ensayista y poeta alemana, una de las escritoras y feministas alemanas más importantes del siglo XX. Sus textos, políticos o literarios constituyen una historia de ese siglo desde un punto de vista socialista y son una pieza clave para comprender el exilio de los años 30 y 40 –sobre todo de los intelectuales germano parlantes– y otros aspectos de la Europa de entreguerras, entre ellos el rol femenino. Su obra literaria está determinada por un tono decididamente político y, en ese mismo sentido, utópico, cuya finalidad principal es intentar transformar la sociedad por medio de la escritura. El método que utilizó fue el realismo, pero un tipo de escritura realista, no obstante, que por sus características lingüísticas se apartaba en cierto modo del Realismo socialista que se imponía en la RDA, un realismo, además, decididamente comprometido con el entorno que pretendía transformar. La técnica narrativa se complementa con una gran combinación de recursos estilísticos: montajes, monólogos interiores y estilo indirecto libre, unidos a rasgos de carácter mítico y simbólico. Durante tres lustros fue presidenta de la Asociación de Escritores, pero –a pesar de su lealtad inquebrantable al Partido Comunista– muchas de sus obras de aquella época son especialmente críticas al estalinismo y al abuso de poder en la RDA. Anna Seghers nació como Netti Reiling en el seno de una familia judía de buena posición social, fue la hija de un comerciante de arte llamado Isidor Reiling y su mujer Hedwig Fuld; la familia profesaba la religión judía ortodoxa. Estudió Historia, Historia del Arte y lengua china en las universidades de Colonia y Heidelberg, ciudad esta última donde se doctoró en 1924 con una tesis sobre los judíos y el judaísmo en la obra de Rembrandt (Juden und Judentum im Werke Rembrandts). Se casó en 1925 con el sociólogo húngaro László Radványi, refugiado político comunista. En 1926 nació en Berlín su hijo Peter. Publicó su primera obra, un cuento llamado «Grubetsch», en 1927 bajo el nombre artístico Seghers –sin nombre de pila. En 1928 nació su hija Ruth, se unió al KPD (Partido Comunista Alemán, o Kommunistische Partei Deutschlands), durante las encarnizadas luchas que mantenía contra los nazis. Fue uno de los miembros cofundadores de la Asociación de Escritores Proletario-Revolucionarios. En 1930 viajó por primera vez a la Unión Soviética. Tras la llegada al poder del nacionalsocialismo, fue arrestada temporalmente por la Gestapo; en Alemania, sus libros fueron prohibidos y quemados. Poco después pudo escapar a Suiza y París en 1933, fue redactora de la revista Neue Deutsche Blätter (Periódico Nueva Alemania) publicada en Praga, y participó en varias iniciativas de los grupos intelectuales emigrados. En 1940 huyó a Marsella y desde allí a México un año más tarde. Allí colaboró en la revista Freies Deutschland junto con otros escritores refugiados en el país, entre ellos Ludwig Renn, fundó el club antifascista Heinrich Heine que presidió. Al terminar la guerra se estableció, en 1947, como miembro del Partido Socialista Unificado de Alemania (Sozialistischen Einheitspartei Deutschlands), en Berlín Este. Ese mismo año recibió el Premio Georg Büchner, el galardón más importante de las letras alemanas. Pronto se convirtió, junto con escritores de la talla de Bertolt Brecht y Johannes R. Becher, en una de las principales y más activas exponentes de la cultura de la República Democrática Alemana, donde ocupó varios cargos. En 1951 le fue otorgado el Premio Lenin de la Paz y el Premio Nacional de la DDR y realizó un viaje a la República Popular de China. Las características tanto formales como temáticas de su obra se pueden observar ya en sus primeras narraciones y en El levantamiento de los pescadores de Santa Bárbara (Aufstand der Fischer von St. Barbara,1928), la novela que la dio a conocer con el pseudónimo Anna Seghers. Por este primer libro, considerado unánimemente por la crítica de la época una obra maestra de arte narrativo postexpresionista, a propuesta de Hans Henny Jahn, ganó en ese mismo año el Premio Kleist. En este cuento hallan su primera formulación poética el tema de la solidaridad humana y el de la rebelión contra la miseria y la opresión, que más tarde se convertirán en los motivos dominantes de la obra de Anna Seghers. El tema de la obra, la situación de opresión que viven las clases trabajadoras frente a sus explotadores, no abandonará ya su obra literaria, a pesar de que ésta se irá politizando cada vez más, a medida que la autora se va comprometiendo también con la realidad política que la rodea. Con la novela La recompensa (Der Kopflohn, 1933) inició un ciclo sobre Alemania, en el que desarrolla como tema principal el porqué del surgimiento del fascismo y sus efectos sobre el individuo. Por ella tuvo que marchar al exilio a Francia y a Austria al año siguiente, reunió una amplia documentación sobre la insurrección de febrero de 1934, que más tarde utilizó en la novela El camino por febrero (Der Weg durch den Februar, 1935). En los cafés de París y en los de Marsella trabajó febrilmente en dos novelas, sin duda sus mejores obras, escritas por el impulso de tener que decir a tantos millares de personas –afectadas como ella por el nazismo–una palabra que invitase todavía a la esperanza, al valor y a la solidaridad: La séptima cruz (Das siebte Kreuz, 1942), en ella investiga sobre la situación político-social de Alemania y relata las aventuras de un superviviente, un comunista, entre siete hombres enviados a un campo de concentración nazi, con ella le llegó la fama internacional cuando, en 1944, Fred Zinnemann hizo de ésta una afortunada versión cinematográfica; y Tránsito(Transit, 1944) en la que a través de las aventuras de algunos prófugos que se reúnen en Marsella con la esperanza de poder salir de Francia, describe, con un estilo de una precisión y de una concisión dignas de Kafka, la odisea de todos aquellos que, por un motivo u otro, eran perseguidos y se veían obligados a dejar Europa a causa del avance de los nazis. Nadie ha logrado reconstruir los avatares de aquellos años con tanta fidelidad al dramatismo de la situación y a su absurdidad trágica, transfigurando, incluso, la materia del cuento hasta convertirla en un símbolo de la tragedia de un continente arruinado por el odio y la guerra. Su socialismo, que se expresaba en los primeros cuentos y novelas según modelos a menudo más humanitarios que claramente marxistas, dio lugar en las novelas de la posguerra a reconstrucciones históricas y épicas de los acontecimientos de la época en clave muy ortodoxa. A pesar de las preocupaciones literarias y estéticas, predomina el procedimiento « educativo» de la representación de los problemas de la sociedad socialista, en la que, por otro lado, la escritora halla su razón de ser en tanto que partícipe de su construcción. Carácter autobiográfico tiene la narración La excursión de las muchachas muertas (Der Ausflug der toten Mädchen , 1946), una retrospectiva de su vida. En Los muertos siguen siendo jóvenes (Die Toten bleiben jung, 1949), narra la vida de un grupo de comunistas y reelabora a modo de crónica el período comprendido entre 1918 y 1945, mostrando hasta qué punto prevalece el compromiso ideológico y político. La situación específica de la RDA se desarrolla en las novelas El regreso (Die Rückkehr, 1949), La decisión(Die Entscheidung, 1959) y La confianza (Das Vertrauen, 1968): los conflictos que pueden plantearse en la sociedad socialista pueden solucionarse en el seno de la misma, la esperanza es posible. A partir de 1971 volvió a introducir en su obra la temática individual, publicando Überfahrt, una novela fundamentalmente basada en una historia de amor. Siguió Steinzeit/Wiederbegegnung (1977), que consta de dos cuentos. El primero narra, en clave intimista, la historia de un expiloto de aviación que había volado durante la guerra de Vietnam y que se convierte en un pirata del aire, mientras que el segundo vuelve a estar dedicado a una historia de amor. Seghers llevó a cabo además una intensa actividad como ensayista, publicando textos sobre arte y literatura, sobre el proceso creativo y, más en general y de modo coherente con su compromiso político, sobre temas de actualidad.Así, en 1962, publicó Sobre Tolstoi y Sobre Dostoievski. En 1974 se recogieron sus poemas en un volumen. Durante mucho tiempo los críticos de la República Federal rechazaron la obra de Anna Seghers, a la que consideraron como representante de la RDA, pero durante el decenio de los años 70, gracias al interés que despertó la literatura escrita durante el periodo del exilio, su obra volvió a ser considerada. Desde 1952 hasta 1978 fue la presidenta de la Federación de Escritores de la RDA. En 1955 Anna Seghers y su marido se mudaron a Volkswohlstraße 81, calle hoy llamada Anna-Seghers-Straße, en Berlín-Adlershof, donde vivió hasta su muerte; hoy aloja un museo sobre su vida y obra. Cuando en 1957 Walter Janka, el director de Aufbau-Verlages, una editorial donde Seghers también publicaba, fue procesado por una presunta «conspiración contrarrevolucionaria», ella intervino a su favor frente a Walter Ulbricht, sin éxito. En 1961 viajó a Brasil. En 1975 se la hizo Ciudadana de Honor de Berlín-Este. En 1978 murió su marido. En 1981 le fue otorgada la Ciudadanía de Honor de su ciudad natal, Maguncia. Anna Seghers murió en junio de 1983; fue enterrada en Berlín. Su interés en promover el arte y las letras fue más lejos de su muerte. En su testamento ordenó usar las regalías de su obra para reconocer año con año a un joven escritor alemán y otro de países en vías de desarrollo. De esta forma nació el premio Anna Seghers, dotado actualmente con 25.000 euros, y años más tarde la fundación que lleva su nombre, Sociedad Anna Seghers, con sedes en Mainz y en Berlín, que edita el anuario El barco de los argonautas (Argonautenschiff ). https://es.wikipedia.org/wiki/Anna_Seghers http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2296 https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/seghers.htm http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=seghers-anna
Tránsito: 1940, Marsella, una puerta hacia la libertad. Millares de personas que huyen del fascismo alemán, personas de todas partes de Europa, luchan por conseguir visados, sellos, certificados para poder abandonar el continente. Sus caminos se cruzan en su carrera de oficina en oficina. Durante un breve período, las vidas ajenas están unidas por esperanzas, pasiones, deseos. Los recuerdos están grabados a fuego: para el narrador, los de un doloroso amor por aquella mujer que buscaba las huellas de su esposo muerto. «Si esta novela se ha convertido en la más hermosa de Anna Seghers, se debe sin duda a la terrible singularidad de la situación histórico-política elegida». Heinrich Boll. «Su prosa es de una intensidad casi mágica». Neue Zürcher Zeitung.
«Nosotros no escribimos sólo para describir, sino para cambiar describiendo.» –Anna Seghers |