El 12 de mayo de 1960, la gran marcha de los mineros del carbón ingresó a Concepción entre vítores y apoyos del pueblo penquista, en un golpe de moral que les permitirá continuar con el movimiento a pesar que el gobierno se cerraba a cualquier negociación.
*Imagen princial: Mineros del carbón cruzan el Puente Viejo sobre el Río Biobío para llegar a Concepción. Libro «Pueblo de Carbón» de Miguel Elizalde y Alvaro Muñoz.
Por Joquín Pérez
El 17 de marzo de 1960 se iniciaba la tercera gran huelga general de la zona del carbón, que marcaron a fuego la historia del pueblo chileno.
La primera «Gran Huelga de la Región Minera» ocurrió hace 100 años, en 1920. Como consecuencia de esa lucha el proletariado chileno retomó nuevamente la ofensiva, después de años de retroceso luego de la masacre de Escuela Santa María de Iquique en 1907.
Esta movilización que se extendió desde Buen Retiro (norte de Schwager) a Lebu, significó el inicio de una serie de conquistas sociales, no sólo para los mineros del carbón sino para el conjunto de los trabajadores chilenos. Tras doblegar el poder de las grandes compañías carboníferas, los mineros del carbón conquistaron el fin del maltrato físico en los lugares de trabajo (en Chile hasta hoy se conoce al trabajo como la pega, osea el lugar donde te pegan), junto al fin de las policías privadas de las compañías carboníferas, quienes realizaban estos maltratos y torturas. Los mineros del golfo de Arauco conquistaron además el pago en dinero y no fichas, y fueron los primeros lograr la jornada de 8 horas de trabajo (eso sí en el frente de laboreo, no será hasta los años 60 del Siglo XX, que se conquiste la ley de lámpara a lámpara, que garantizara 8 horas de jornada laboral efectiva).
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Si bien la huelga del carbón de 1920 fue una hazaña para todos los trabajadores de Chile, las dos huelgas siguientes tendrán un destino distinto, ya que por diversos motivos terminaron en derrotas.
Huelga de 1947
La segunda gran huelga de la zona del carbón se vivió 27 años después, durante la administración de Gabriel González Videla, que hasta ese entonces gobernaba en una alianza de su Partido Radical con la izquierda: Socialistas y Comunistas.
En 1947 la influencia del imperialismo norteamericano se hacia sentir en Chile y la Huelga del Carbón fue el pie para el rompimiento del Frente Popular que hasta ese momento gobernaba el país y el giro a la derecha del gobierno de González Videla. Por el temor a quebrar la alianza de gobierno, la dirección nacional del Partido Comunista presionó infructuosamente a los dirigentes mineros, la mayoría militantes, para que depusieran la huelga.
Gonzáles Videla no sólo rompe el gobierno, sino que además decreta la «Ley Maldita» que proscribe a los partidos de izquierda, comenzando una persecución sobre ellos. Miles de mineros del carbón serán encarcelados y relegados, se estrenan campos de concentración como Pisagua, Isla Santa Maria y en la propia Playa de Coronel se improvisan campos para los detenidos. Dirigentes y luchadores del carbón vivirán por años en la clandestinidad o escondidos en la cordillera de Nahuelbuta, mientras el Partido Comunista sufrirá un quiebre entre el sector parlamentarista que dominaba la Dirección Nacional y un sector que apoyó la Huelga de los Mineros del Carbón y que llamó a la lucha armada contra el gobierno: El Reinosismo.
Huelga 1960
Tras la derrota de 1947 y el alto costo que significó para el movimiento sindical del carbón, no será hasta 1960 que los trabajadores retomaran otra vez la iniciativa. Nuevamente desde Schwager a Lebu, miles de mineros se declararon en huelga a partir del 17 de marzo de 1960, eran los años del gobierno de los empresarios con Jorge Alessandri a la cabeza. Cuando estaba por cumplirse dos meses de la llamada «Huelga larga», el 12 de mayo de 1960 los trabajadores convocaron a una gran marcha sobre Concepción que partió en Lota a más de 40 kilómetros de distancia.
Fueron miles de mineros y sus familias los que marcharon aquel día, a la cabeza sus principales dirigentes acompañados del líder de la clase trabajadores Chilena, presidente y fundador de la ANEF y la CUT histórica, Clotario Blest. Concepción entero estaba a la expectativa, mientras los barrios populares se organizaban para recibir a los mineros con agua y alimentos tras la agotadora marcha, el comercio en su totalidad cerró sus puertas ante el temor de posibles saqueos y disturbios.
Aquel histórico 12 de mayo de 1960 ingresaron a Concepción entre vítores y apoyos del pueblo penquista, en un golpe de moral que les permitirá continuar con el movimiento a pesar de que el gobierno se cerraba a cualquier negociación.
La situación era tan apremiente, que muchas familias mineras debieron desprenderse de sus hijos ante la incapacidad de alimentarles, por lo que miles de niños y niñas fueron acogidos por familias ligadas a sindicatos de diversas fábricas de Concepción, Talcahuano, Tomé, Penco y Chillán. En Santiago y Valparaiso, la Unión de Mujeres realizó una convocatoria para contactar a familias que estuvieran dispuestas a recibir a los niños y niñas del carbón. Los sacrificios para mantener la huelga eran enormes, enfermedades asolaban las ciudades de la cuenca carbonífera, sin embargo la movilización se mantenía.
El golpe mortal a aquel movimiento lo dio la naturaleza, el 21 y 22 de Mayo tres grandes terremotos asolaron el sur de Chile, el primero de ellos a las 6:02 de la mañana del 21 de mayo a escasos 5 kilómetros al oeste de Curanilahue de 8.0 en la escala modificada richter. En sólo media hora más de 12 réplicas sobre grado 6 se registraron en la zona, luego, a las 06:33 se desató el segundo terremoto de la misma magnitud en las cercanías de Concepción.
Cuando nada parecía podría ser peor, a las 15:10 del día siguiente, un tercer terremoto, esta vez el con epicentro en las costas de la Provincia de Arauco frente a la Isla Mocha vuelve a sacudir todo el sur de Chile y con fuerza inusitada la cuenca del carbón, los 9,5º m.r. Modificada lo convierten en el terremoto más grande del que se tenga registro en la historia del mundo, conocido posteriormente como «Terremoto de Valdivia», al ser ésta ciudad la más destruida del país por oleadas de maremotos.
Los mineros del carbón con sus casas en el suelo, con cientos muertos, con sus familias disgregadas, intentaron mantener la huelga durante todo mayo y parte importante de junio, sin embargo el gobierno negó cualquier tipo de ayuda humanitaria a una zona devastada por semejante cataclismo, lo que fue doblegando a las familias y los trabajadores, quienes que finalmente se vieron obligados a bajar el movimiento.
Los primeros días de julio un tren especial partió desde Santiago con los niños del carbón que retornaban con sus familias, esta fue una las obligaciones que asumió el gobierno de González Videla tras la firma del acuerdo con los sindicatos mineros.
Registro de la Gran Marcha del Carbón
El centro cultural Andalican de Coronel, el día de ayer rindió homenaje a los 60 años de la Gran Marcha de los Mineros del Carbón en página de Facebook, con un video donde expone los únicos 3 rescatados del documental «La Marcha del Carbón», obra del cineasta Sergio Bravo -uno de lo fundadores del Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile, del cual fue también su primer director- y cuyos registros fueron eliminados tras el golpe militar de 1973.
Mural por los 50 años de la Gran Marcha, Plaza Carrera en Lota Alto