por Gustavo Burgos
Durante la Unidad Popular, el Ejército no permaneció impermeable a la agudización de la lucha de clases en el país: su estructura clasista, contenía y contiene -en distintos grados- el gérmen de su propio resquebrajamiento. Fue así que se comenzó a gestar en la Marina, entre la tropa y sectores de la suboficialidad, un movimiento contra la oficialidad burguesa, golpista. Se reconocían parte de la clase trabajadora, de «nuestra clase» y se negaban a participar de los planes golpistas «porque nosotros los marinos de tropa, somos hijos del pueblo.»