POLITIKA
Cortesía exagerada, deferencia fingida, hipocresía…
| Luis CASADO dic 16 |
Cuando mi gran e inolvidable amigo Taïeb Belaïd Ben Hassine me hacía la amabilidad y el honor de ir a buscarme al aeropuerto de Túnez-Cartago, me recibía con una gran sonrisa y las palabras de rigor:
Assalamu alaykum (Que la paz sea contigo)
Ese era su saludo fraternal, y te la estoy haciendo corta porque la frase completa es “as-salāmu ʿalaykum wa-raḥmatul-lāhi wa-barakātuh”, lo que en buen romance quiere decir “Que la paz, la misericordia y la bendición de Allah estén contigo”.
La primera vez que le respondí Wa alaykum assalam… Taïeb acusó el golpe y sus ojos retuvieron una lágrima. Nos conocimos en París, en épocas de pobreza, esfuerzo y sacrificio: no siempre el respeto y la politesse tan características de los franceses se hacía presente. Yo le abrí una puerta, y fue el comienzo de éxitos comunes y una amistad inquebrantable que conté en una parida titulada “Diálogo de exilados junto al Sena”.
Hasta el día en que Taïeb me sorprendió y fui yo el que se conmovió y retuvo una lágrima. “Ya no somos amigos”, me espetó a boca de jarro.
En la pendejésima parte de un nanosegundo me pregunté de qué cagada me había hecho culpable y revisé mi memoria en plan allanamiento de la DINA… Hasta que Taïeb, arborando su bella sonrisa me explicó: “Ahora somos Khuya”.Hermanos.
La politesse, la amabilidad, la cortesía y la delicadeza árabes resumidas en una palabra: Khuya.
Pero tú ya sabes cómo es eso…
El término Salamalecs, así, brutalmente restringido y ofrecido en su desnudez fonética primitiva, define en occidente, o lo que se tiene por tal, “una cortesía exagerada, una deferencia fingida y revela hipocresía”. Así como lo lees.
Hoy, como buena parte de la opinión pública mundial estupefacta, no puedo sino constatar que un nazi ha sido electo presidente de Chile, y asisto a un ballet de Salamalecs que provoca náuseas, desazón, asco y angustia. Tal parece que en Chile hubiese democracia y derechos humanos…
La reacción de la candidata derrotada es un dechado de lugares comunes y de estulticia enfermiza. Ella –promete– apoyará “todo lo bueno y se opondrá a todo lo malo”, hará una oposición “responsable”, afirma estar en contra de las “odiosidades”, o dicho de otro modo aquí no ha pasado nada, somos todos chilenos y vivimos felices y comemos perdices en un campo de flores bordado.
Las AFP, como la represión, la tortura, el asesinato y la persecución de los mapuche, no son “odiosidades”. Admirar a Pinochet y ser amiguete de Paul Schaefer tampoco…
¿Te imaginas si –en un arranque de creatividad– Jeannette hubiese declarado que apoyará lo malo, combatirá lo bueno, estimulará los odios y será irresponsable?
Jeannette también anuncia que consagrará tiempo a reflexionar para “comprender las causas de la derrota”. Treinta y cinco años de renuncios, compromisos venales, vueltas de chaqueta, traición a los principios, acomodos con el sistema, amabilidades con el gran capital y meneos de cadera al ritmo que entonan los privilegiados no tienen nada que ver en la votación de ayer.
En la estulticia, la candidata derrotada sólo tiene un adversario que puede alzarse a su nivel, un tal Escalona, uno que ha vivido toda su vida del cuento. Ante los resultados, Escalona se rajó con una declaración que le hubiesen envidiado los filósofos de la Antigüedad griega:
“Sin duda esta es la más fuerte derrota electoral que hemos tenido”.
Palabras cuya profundidad inspiraron tal vez las de su correligionario y compañero de labores remuneradas (no oso decir trabajo…) José Miguel Insulza, cuya lucidez encandila:
“No es solamente una derrota electoral, es una derrota política más bien fuerte.”
¿En serio? Camilo, José Miguel… ¿no estaréis siendo demasiado rigurosos y autoflagelantes?
La verborrea en plan Salamalecs no para allí. Carlos Peña, ensayista (?), ensaya un ensayo de chispa y escribe:
“Kast me parece una personalidad modesta en ideas, pero con sentido práctico.”
Traducido al chileno, “Es weón, pero es un weón pragmático”.
Hitler también era una persona “modesta en ideas” y también tenía “sentido práctico”. ¿O no?
Pero es hora de girar los cañones hacia casa, apuntar a mis propios penates, esas divinidades romanas protectoras del hogar. Porque José Larralde llevaba razón en su “Herencia para un hijo gaucho” cuando cantaba:
Nunca se meta ni pase
por juez de problema ajeno,
El rancho suyo está lleno
de cosas por arreglarse…
Emmanuel Macron, que no se distingue por las luces que debiesen esclarecer su entendimiento, y se ha ganado con mucha justicia la reputación de boludo inconsistente, hablador gelatinoso, maleable, fútil e inútil… fue uno de los primeros en felicitar al führer electo.
Macron expresó sus “felicitaciones” a José Antonio Kast, agregando desear “que los dos países continuen su trabajo para hacerse cargo de los grandes desafíos mundiales y profundizar nuestras relaciones”. Tarea gigantesca para superhombres…
Por alguna razón a Macron ni se le ocurrió sugerir que la Educación chilena reponga la enseñanza del idioma francés, suprimida gradualmente de los planes de estudio de la enseñanza pública en los años 1998 y 2004.
Madame Drouilly, mi profesora de francés en el Liceo Neandro Schilling de San Fernando debe estar como pirinola en su tumba.
Y está muy lejos de ser la única…
POLITIKA












