«.. No necesito silencio yo no tengo en qué pensar tenía pero hace tiempo, ahora ya no pienso más..»
Atahualpa Yupanqui
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1.- Hace algunos días se cumplieron 70 años desde que, en 1953, un importante sector de trabajadores organizados, en un ejercicio de unidad -que debiera ser profundamente estudiado por quienes hoy tienen al movimiento sindical profundamente dividido – constituye la Central Única de Trabajadores, presidida por varios años por Clotario Blest Riffo, quien fue injustamente sacado de sus responsabilidades por una sucia maniobra política de la que se hace completa omisión en la historia, como si no fuera interesante que los trabajadores la conocieran.
Esta Central Única deja claramente establecido en su declaración de principios que «agrupa a las organizaciones de base de la clase trabajadora» y que es «un instrumento de la lucha para conquistar la emancipación total de los trabajadores y la transformación política de la sociedad». Asimismo , y es lo que engrandece el acto de unidad, establece que las organizaciones de base podrán ser legales y libres y que trabajará por que siempre prime el acatamiento a las decisiones que democráticamente se acuerden por la mayoría.
Esta Central Única no tiene mucho que ver con la Central Unitaria de Trabajadores constituida en 1988 y que, aunque propone en el punto 6 de su declaración de principios trabajar por agrupar a todos los trabajadores chilenos en una sola y gran Central, no a dado los pasos en es camino y hoy, a 35 años de su constitución, existen otras 3 centrales sindicales legales y una cuarta que no se ha legalizado según las normas vigentes. Por ahora la unidad seguirá siendo un anhelo lejano que sí logró concretar la Central Única.
2.- En su constitución la Central Única no se desgastó en construir una extensa plataforma de lucha, dejó claro que «para enfrentar al régimen capitalista realizará una acción reivindicativa orientada en los principios de clase, conservando su plena independencia respecto de los organismos gubernamentales y partidos políticos». La Central Unitaria no solo elaboró una extensa plataforma de lucha que no se ha esforzado en concretar sino que, con su anuencia u omisión, ha facilitado la imposición de los gobiernos de normas y leyes contrarias al bienestar de los trabajadores. Saque cada quien sus conclusiones tomando en cuenta la historia de ambas organizaciones. Es muy claro que no son lo mismo. *************
MANUEL AHUMADA LILLO
PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria