por Sergio Cit Ramirez.
Hoy más que nunca necesitamos la organización y unidad del conjunto de los trabajadores, para hacer frente a la casta política corrupta que está al servicio de la clase dominante de este país. Sin la unidad de todos los trabajadores, difícilmente podremos oponernos a los permanentes ataques que están llevando a cabo contra nuestros intereses.
Estamos viendo como nos quieren imponer a través de un nuevo Fraude una constitución todavía más criminal que la constitución que hizo la derecha y los milicos a espaldas del pueblo bajo la dictadura.
Lo mismo está pasando con la mantención del sistema de AFP, que solo beneficia a los grandes empresarios y grupos económicos, mientras los trabajadores son condenados a recibir pensiones miserables.
Debemos tener claro que trabajadores solo pueden confiar en su propia fuerza y organización para hacer los cambios que tan urgentemente necesita la clase trabajadora en este país, también es evidente que los trabajadores no pueden seguir confiando en todos los partidos que hoy defienden este podrido sistema, que van desde la UDI y Republicanos hasta los partidos que se definen como de “izquierda” pero que han sido los principales defensores de los intereses de los capitalistas y el 1% más rico de este país, como el caso del PS y PPD y ahora ultimo el Frente Amplio y el Partido Comunista, que son parte de este nefasto gobierno que se auto define como “progresista y feminista” pero que sigue llevando a cabo políticas pro-empresarios y anti-trabajadores.
La falta de viviendas obliga a cada vez más familias a vivir de allegados o en campamentos de manera indigna. Junto a la brutal desigualdad que padecemos, se suma la opresión y racismo que existe contra los pueblos originarios y los migrantes.
Hoy más que nunca debemos luchar para construir una genuina alternativa de los trabajadores y el pueblo; que defienda un programa que solucione los problemas que nos aquejan a la gran mayoría de los sectores populares.
Debemos luchar por una protección plena del empleo, la seguridad y los derechos laborales de todos los trabajadores. Es necesario luchar para frenar el desempleo.
Debemos exigir el fin del sistema de AFP y plantear como alternativa un sistema solidario de reparto que entregue pensiones dignas, que sea equivalente al salario mínimo.
Establecer el derecho a la educación, la salud y la vivienda como derecho público y humano esencial. Impulsar una educación inclusiva, integral y digna, donde el lucro no tenga cabida. Es necesario luchar por un sistema único de Salud Pública de alta calidad y gratuito.
Nacionalización de las áreas económicas estratégicas y de todos los recursos naturales, con el fin de ponerlos a disposición del desarrollo del conjunto de la sociedad.
Necesitamos terminar con el poder de los grupos económicos y transnacionales que someten a la mayoría de la población a la pobreza e incertidumbre cada día. El poder debe radicar en el pueblo y la clase trabajadora organizada; de manera que pueda participar en el control y gestión de la sociedad.
Hay que terminar con la discriminación contra la mujer. Por la igualdad de derechos. Igual trabajo, igual salario. Por un aborto libre, seguro y gratuito.
Poner fin a la opresión de los pueblos originarios. En relación al pueblo Mapuche, exigimos el fin inmediato a la militarización de su territorio y la devolución de todas las tierras usurpadas.
El capitalismo es incapaz de responder a nuestras necesidades y permitir el avance de la sociedad. Por eso es fundamental acabar con él y avanzar hacia una sociedad y economía que funcione para responder a nuestras urgentes necesidades.
Lo que se necesita es un gobierno de los trabajadores que, con el apoyo de las capas más amplias de la sociedad, tome bajo propiedad social los bancos, las instituciones financieras y las grandes empresas que dominan la economía, todo bajo el control y la gestión democrática de la comunidad.