Luis Cifuentes Seves*
La manera como los canales entregaron los resultados de la primaria presidencial, es decir, como porcentajes dentro de cada coalición (Apruebo Dignidad y Chile Vamos) y no como porcentajes del total de los votos emitidos, requiere del despliegue de las cifras verdaderas. De un total de votos de 3 millones 94 mil 781:
Boric 34.19%
Jadue 22.39%
Sichel 21.31%
Lavín 13.59%
Briones 4.26%
Desbordes 4.25%
Así fue. Jadue superó a Sichel y el resultado por coaliciones fue 56.58 vs. 43.42%, una diferencia del 13.16%.
Una primera conclusión debe ser que las encuestas erraron por completo. Ninguna dio a Boric ni a Sichel más del 10%. De hocico al suelo se fueron los encuestadores.
Una segunda conclusión es que el extrañamente demorado discurso de Jadue (¿esperó la alocución de Sichel, conversó por teléfono con Boric o debatió con la vieja guardia PC?) contuvo respuestas a los temas mayores de la elección: la derrota del edil recoletano (sigue siéndolo) no puede atribuirse a que la derecha o la concertación se hayan metido a la primaria de Apruebo Dignidad (aunque algunos, individualmente lo hayan hecho), sino a las debilidades de una campaña que no dejó contento a nadie y a los errores cometidos por el propio candidato.
Muy bueno, y sabio, discurso de concesión. ¿Para qué servirá? Pienso que para otros(as) futuros(as) candidatos(as) del PC. Aunque durante la campaña cometí la perversión de decir a mis amigos jaduistas que Daniel no ganaría esta vez, pero quizás lo haría a la cuarta, como el Chicho, la verdad es que dudo que vuelva a ser candidato presidencial.
Llegó el tiempo de los jóvenes. Cuando fui a votar (por Jadue) me sorprendió el número de muchachas y muchachos haciendo cola espartanamente. Esas caras frescas no son doctrinarias. No maldicen al candidato puntarenense por haber llegado al oscuro acuerdo derecha-Concerta-Boric que, junto con salvar a Piñera, posibilitó el inicio de un proceso constituyente que en su incepción no era paritario ni contenía escaños reservados ni reglas favorables a las candidaturas independientes. Esas se consiguieron después por presión ciudadana.
Tampoco lo mandan al infierno por haber inventado la regla de 2/3 ni por haber apoyado la ley antibarricadas. Acaso lo asocian, justa o injustamente, a la gran victoria del 80% en el plebiscito de entrada, cuando muchos de ellos se levantaron a votar por primera vez en sus vidas. Bendito salto de cama.
Acuden a mi memoria viejos versos de Celaya:
Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.
Ni vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.
Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.
(…)
¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
(…)
Sin duda, anuncian algo nuevo; sorprenden y seguirán sorprendiendo. No abrazan ideologías, pero actúan, sin saberlo, siguiendo viejos arquetipos. Gritan de entusiasmo cuando Boric finaliza su discurso citando, mientras corrige, nada menos que a Salvador Allende. ¡Peligrosos! De repente se les puede ocurrir estar dispuestos a sacrificar sus vidas por un ideal que palpita en sus genes. ¿Quién, entonces, podrá pararlos? Intuyo que nadie.
Y esta bestia juvenil de millones de cabezas, asoma por todos lados. Hasta desde dentro del más que centenario, más que perseguido, más que desahuciado PC. Resulta asombroso que, de entre sus filas, sigan saliendo líderes, especialmente mujeres brillantes, valientes, incansables, todas nacidas después de 1985, es decir, sin memoria propia de la dictadura terrorista que moldeó lo peor de este país que tanta terapia necesita.
¿Qué pasará con Boric? Aguafiestas como soy, no estoy para nada seguro de que se convierta en el próximo presidente de Chile. Puede haber al menos seis candidatas(os) en primera vuelta: Boric, Sichel, Provoste, Kast, Artés y uno entre Sharp y Ancalao.
Si llega hasta el final, Kast le quitará suficientes votos a Sichel como para garantizar que la derecha no pase a segunda vuelta, pero el ultraderechista debe estar recibiendo ya gigantescas ofertas de nuestra infaltable oligarquía.
Por su parte, la diputada Cariola declaró que costará convencer a los votantes PC a que voten por Boric, y estamos hablando de muchos votos.
A pesar de que se habría sentido más cómoda enfrentando a Jadue-Lavín, a Provoste no le quedará otra que bajar al ruedo para no dejar en la orfandad total a la ex Concerta, con lo que los triunfadores Boric y Sichel no podrán crecer hacia el centro. Es decir, no podrán crecer.
Hay al menos dos canales de TV que le están haciendo impúdicamente la campaña a Ancalao, el caballo oscuro que ya todos vieron y cuyo mayor logro parece estar en el ámbito del karate. ¿Quiénes, entonces estarán en la papeleta final? ¿Yasna y Sharp? No puedo poner mis manos al fuego por este parcito.
Por ahora, mientras siga habiendo algo llamado Apruebo Dignidad (hermoso nombre) yo les aconsejaría que se esmeraran en obtener un muy buen resultado parlamentario, incluyendo independientes en sus listas hasta que duela, o llegando a otro tipo de acuerdos, por ejemplo, con la Lista del Pueblo, las feministas y otros indudables antineoliberales. Al congreso resultante en noviembre le corresponderá participar de la implementación de la nueva constitución, que, no me cabe duda, va a emparejar la cancha en alguna medida. Será un periodo histórico de la mayor importancia, en el que deberemos restituir nuestros derechos más esenciales.
En modo parlamentario, no olvidemos que Karina Oliva obtuvo, en la Región Metropolitana, más votos que Jadue en todo Chile. ¡Buena suerte senadora! Para Ud. y para el afortunado(a) que Ud. arrastre. Lleven un tercer candidato(a) por si acaso. No vaya a salir otro senador de llapa, como en 1969. Y esta vez podría ser un momio.
Boric ya no será candidato a senador por Magallanes, así es que busquen otro(a) trepador de árboles que entusiasme a la muchachada ovejera. ¿Giorgio?
Si he de sacar conclusiones, debo decir que estoy optimista. Se vienen grandes luchas. A las grandes mayorías nunca nadie nos ha regalado nada. El pueblo movilizado, saltando torniquetes y sufriendo la más salvaje represión, conquistó la situación actual, llena de posibilidades. La pelea no terminará pronto. En verdad, no terminará.
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*Profesor Titular
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas
Universidad de Chile