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Perú – Las historias de los dos jóvenes asesinados por la represión policial

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Este domingo, cientos de personas homenajearon a Inti Sotelo Camargo y Jack Pintado Sánchez

Carlos Noriega, desde Lima

Página/12, 15-11-2020

https://www.pagina12.com.ar/

Jack Brian Pintado Sánchez e Inti Sotelo Camargo eran dos de los cientos de jóvenes que salieron a la calle para protestar contra la asunción de Manuel Merino como presidente de Perú. El exlíder del Congreso, quien había asumido el Ejecutivo nacional el martes pasado -luego de la destitución de Martín Vizcarra por el cuestionado cargo de “incapacidad moral permanente»- no soportó que las nuevas generaciones demuestren su peso y decidió reprimir las protestas. El saldo es conocido: Pintado Sánchez, de 22 años y Sotelo, de 24, fallecieron en plena violencia policial durante las marchas nacionales. Acorralado, Merino presentó su renuncia tras las muertes de los jóvenes.

Este domingo al mediodía, para conmemorar a las víctimas, los vecinos colocaron arreglos florales en el cruce de la Avenida Abancay con Nicolás de Piérola, uno de los puntos donde se registro el abuso policial durante los seis días de protesta desde la asunción de Merino. Más temprano, en distintos lugares del país, se organizaron cacerolazos y caravanas bajo el lema #FueraMerino.

Según informaron los medios locales, las pesquisas sobre las muertes de los jóvenes estarán a cargo de las fiscales Lesly Mireillie Carmona Viena, de la cuarta Fiscalía Provincial Penal de La Victoria, y Juana Meza Peña, de la 55a Fiscalía Provincial Penal de Lima.

En el caso de Brian (más conocido por su segundo nombre), la encargada de recibir la triste noticia fue su abuela Moraiba Sandoval, quien se encontraba trabajando al momento de los hechos. La mujer, según contó a América Noticias, no sabía que su nieto participaría de la manifestación. “Me dijo, ‘mamita voy a salir, pero dame mi propinita’, y se fue contento. Yo le digo ‘hijo, cuidate mucho’», recordó.

“Él quería ser abogado. Le motivaba porque veía mucha injusticia en el Perú. Él decía que quería estudiar eso para encontrar justicia. Él era ayudante. Yo lo he criado. Su mamá me lo dio a los tres años”, agregó.

«Supuesto» proyectil

La familia de Inti Sotelo Camargo, por su parte, informó durante la madrugada del domingo que la autopsia se realizaría durante la mañana. «Dicen supuesto proyectil, pero hay una entrada en el pecho (…). Hoy día (domingo 15 de noviembre) a las 8 de la mañana se hará la necropsia de ley. Allí veremos que vamos a hacer. Lamentablemente, en el lugar de todos los padres y madres del Perú. Nadie quisiera pasar por este momento. Nadie está libre», expresó el padre.

El hermano de Inti Sotelo anunció que su familia irá «hasta las últimas consecuencias» para hallar a los responsables. «La muerte de mi hermano no puede quedar en vano. Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Me dan vergüenza las autoridades. Supuestamente nos tienen que proteger. La Policía no nos cuida. La Policía nos reprime y eso tiene una cabeza, el ministro del Interior. Cuando uno se queja o denuncia, te cierran las puertas», dijo ayer.

El joven aprovechó la presencia de los medios para pedir la renuncia de Merino, que finalmente se concretó este domingo al mediodía. «Merino invito a que se retire. No esperés más muertes para tomar una decisión. Porque mañana (domingo 15 de noviembre) en esta convocatoria (contra el gobierno) voy a estar. De todas maneras voy a estar. Llevaré algún objeto de él para que haga su acto de presencia. Mi hermano es un patriota», había dicho.

Horas más tarde, el abogado de la familia de Inti Sotelo denunció que efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) acudieron a la casa de su defendido, presuntamente para intimidar a su familia. “La policía ha ido a la casa de los señores, no sabemos para qué, y es una cuestión que se está repitiendo en varios casos», indicó el letrado.

“Tenemos conocimiento que los policías están yendo a ver a varias otras personas heridas en repetidas ocasiones. No sabemos para qué. Ellos tienen miedo de denunciar lo que ha pasado por supuestas intimidaciones”, agregó.

La generación equivocada

Por las redes sociales, circuló un video de varios jóvenes denunciando la brutal represión. «Tocaron a quienes no debieron tocar. Golpearon a quienes no debieron golpear. Se metieron con la generación equivocada, una generación cansada de abuso. Una generación en la que ninguno quería hablar de política. Ante tanto maltrato, hoy nos sumamos a la voz de protesta, muchos marchando en la calle, otros en las redes sociales», expresaron.

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Había asumido como presidente interino el martes pasado

Crisis en Perú: Renunció Manuel Merino

El Congreso lo puso en el poder, en una decisión calificada por diversos sectores como un golpe parlamentario, y seis días después la calle lo ha sacado de la presidencia. La muerte de dos manifestantes empujó su salida.

Carlos Noriega, desde Lima

El Congreso lo puso en el poder, en una decisión calificada por diversos sectores como un golpe parlamentario, y seis días después la calle lo ha sacado de la presidencia. La muerte la noche del sábado de dos jóvenes en las protestas antigubernamentales gatillaron las horas finales del gobierno de Manuel Merino, denunciado masivamente como “usurpador”. Este domingo, Merino, cuya situación era insostenible, renunció a la presidencia en un breve mensaje televisado de poco más de cinco minutos. Su dimisión cambió las protestas en celebraciones. Miles de ciudadanos que estaban en las calles exigiendo su renuncia comenzaron a festejar. Los gritos de “Merino no me representa”, “Fuera los corruptos”, cambiaron por el “Sí se pudo”. Apenas terminó de hablar Merino, se escucharon cacerolazos en todas las ciudades, en todos los barrios de Lima. Cacerolazos que en los últimos días habían sido de protesta, este domingo fueron de celebración. Al momento del envío de este despacho, no se conocía el nombre de su sucesor. Este domingo lo designará el cuestionado Congreso.

Merino asumió la presidencia el martes pasado, luego que el día anterior 105 de 130 legisladores aprobaron la destitución del presidente Martín Vizcarra por “incapacidad moral permanente”, una decisión cuya legalidad ha sido ampliamente cuestionada y que desató la indignación ciudadana y masivas protestas, que comenzaron la noche del lunes, apenas se conoció la destitución de Vizcarra y la designación de Merino como presidente, y que se han repetido todos los días, hasta la caída de Merino.

En su breve mensaje de dimisión, Merino defendió su brevísimo y convulsionado gobierno, y guardó el anuncio de su renuncia para el final. Justificó la decisión de sus aliados parlamentarios de destituir a Vizcarra, decisión que gatilló la indignación ciudadana que tomó las calles. Dijo que lamentaba las muertes y que “todo el Perú está de luto”, pero intentó desacreditar las masivas protestas en su contra insistiendo que detrás de ellas había “grupos interesados en producir caos y violencia”. Llegó al gobierno con los votos de congresistas que cargan múltiples denuncias por corrupción, pero señaló que creía en “la lucha frontal contra la corrupción”. Fue un lamentable mensaje que puso fin a un lamentable brevísimo gobierno.

La situación del gobierno de Merino se volvió insostenible luego de que las masivas protestas de la noche del sábado dejaron dos muertes y más de un centenar de heridos. Las autoridades negaban información sobre la cantidad de detenidos. Cuarenta manifestantes estaban como desaparecidos. Los fallecidos son dos estudiantes universitarios, Jack Pintado de 22 años e Inti Sotelo de 24 años. Pintado falleció por múltiples impactos de perdigones en la cara, cuello y tórax, Sotelo de un balazo en el pecho. Las movilizaciones se dieron masivamente en todo el país. Sus muertes y los heridos son dramático testimonio de la brutal represión del gobierno de Merino contra las protestas ciudadanas. Sobre esa represión, Merino no asumió ninguna responsabilidad en su mensaje de renuncia. En Lima, el epicentro de las manifestaciones fue en el centro de la capital, pero se repitieron simultáneamente en diversos distritos, desde los barrios populares hasta las zonas residenciales exclusivas. Las movilizaciones se dieron en todo el país. Han sido las protestas más grandes que recuerde el país en mucho tiempo.

Organismos locales de derechos humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, han condenado la represión contra las protestas y han denunciado que en su agonía el régimen de Merino ponía obstáculos a la información sobre los detenidos en las protestas.

Desde el sábado en la noche, conocidas las dos muertes en las protestas, desde diversos sectores políticos, sociales, académicos, sindicales, empresariales, incluso la Iglesia, le demandaron a Merino que deje el cargo. Hasta sus aliados del Congreso, entre ellos el fujimorismo y otros grupos de derecha, que hace menos de una semana lo pusieron en el poder, le quitaron su respaldo. Sus ministros, nombrados el jueves en un gabinete de extrema derecha, comenzaron a renunciar uno por uno desde la medianoche del sábado. El gobierno que se caía a pedazos. Internacionalmente, el gobierno de Merino no había sido reconocido por otros países.

Minutos antes que Merino, que estuvo desaparecido durante las críticas horas entre el sábado y el domingo mientras todos exigían su renuncia, aparezca por televisión dando el mensaje en el que anunció su dimisión, el Congreso que lo llevó al poder ya había anunciado que si no renunciaba ellos lo sacarían del cargo.

El camino que el Congreso tenía para ello era censurar a la mesa directiva que presidida por Merino, que luego de la destitución de Vizcarra por el Parlamento había asumido la presidencia del país en su condición de presidente del Congreso. Si el Legislativo censuraba la mesa directiva del Parlamento que encabezaba Merino, éste tendría que dejar el cargo de presidente de la República porque había dejado de ser titular del Congreso. Con esa decisión del Parlamento la suerte de Merino estaba definida. Sin salida, no le quedó otra opción que renunciar.

La presidencia del país la asumiría el nuevo presidente del Congreso. Esa elección se realizaría en las próximas horas. La demanda generalizada es que ese cargo lo asuma alguno de los diecinueve legisladores que no apoyaron la destitución de Vizcarra. Eso le abre las puertas a uno de los nueve legisladores del centrista Partido Morado, la única de las nueve bancadas que votó en bloque contra la salida de Vizcarra y la llegada de Merino a Palacio de Gobierno. La ciudadanía seguía en las calles esperando la decisión del Congreso. Si el Parlamento nombrara a un congresista que formó parte de la coalición que puso a Merino en el poder, eso volvería a encender las protestas.

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