Escribe: Milciades Ruiz, Perú
“No sabe ni dónde está parado”, suele decirse de una persona ignorante en una temática. Pero, nuestra opinión corresponde a la cantidad y calidad del conocimiento que tengamos sobre un asunto. Este conocimiento puede ser parcial, completo, verdadero, falso, empírico, equivocado, manipulado, etc. Entonces nuestra opinión será de la misma naturaleza de la fuente de información. Muchos se alistan a participar en las próximas elecciones políticas. ¿Saben dónde están parados?
La población es reacia a afiliarse a un movimiento político. “No soy político” suelen decir algunos despectivamente. Es que los politiqueros han desprestigiado esta actividad. Es el sistema político el que distorsiona todo en función a los intereses de poder predominantes. Pero ser político, es un instinto de superación humana, superior a la superación personal. Preocuparse por el país, por los sectores indefensos, es un acto de altruismo, al margen de los partidos políticos.
Desde niños desarrollamos aspiraciones que van forjando nuestros ideales. Estos van tomando forma en la juventud al comprender la dinámica de las fuerzas que impiden la superación familiar y social. De acuerdo al nivel de nuestros conocimientos políticos, abrazamos una ideología política de manera activa e inactiva.
Por ello, es un deber como padres y como miembros de la sociedad, no permitir que nuestros hijos y las nuevas generaciones, crezcan engañados sobre la realidad viviente. Tampoco vale, embarcarlos en un partido político. Oportunamente decidirán libremente. Encaminar a los nuestros honestamente, por la senda de la verdad, será la mejor herencia que podemos dejarles.
Las civilizaciones milenarias andinas, fueron más auténticas en sus razonamientos, porque no tuvieron las interferencias interesadas en distorsionar la realidad económica y social. De allí que, pese a las distorsiones de los sistemas de opresión que han sufrido, hasta ahora los pueblos andinos preservan las sabidurías ancestrales.
Los políticos buscamos el mejoramiento social siguiendo los ideales que tengamos, según los conocimientos adquiridos sobre la problemática social y, nuestras aspiraciones. Compartimos con nuestros similares un conjunto de ideas o, ideología, sobre la problemática social que nos atañe y, formulamos nuestras propuestas de solución. No es un asunto solo de los partidos políticos, sino de toda persona e institución que asume una preocupación política.
Hay, por consiguiente, diversidad de ideologías, según el enfoque doctrinario que le demos a nuestra interpretación de la realidad que vivimos. La aceptación o rechazo del régimen imperante puede ser total o, parcial, de acuerdo a las conveniencias de cada grupo social. Podemos graficar esquemáticamente este comportamiento político de la siguiente manera:
Pero, no bastan los ideales que nos dan el horizonte a seguir. El cómo hacerlo, es la estrategia operativa. Es aquí, donde se requiere claridad política para posicionarse y saber dónde estamos parados. Si lo que nos proponemos no es factible, es porque no hay concordancia con la realidad.
Mucha gente no ve más allá de lo suyo y, carece de visión panorámica del país y del mundo en que vivimos. Ni sabe dónde están parados en cuanto al funcionamiento de estos ámbitos. “Ven el árbol, pero no el bosque”. Menos todavía, lo que hay detrás del bosque. Esta ignorancia política conduce a errores de apreciación conceptual en la formulación de planes y, estrategia.
Para el empirismo político lo principal es hacer un listado de ofrecimientos electoreros para hacer carrera política. Otros ven la política como una oportunidad de inversión muy redituable y se lanzan al ruedo, “sin saber leer ni escribir” porque ven la posibilidad de fraguar innumerables contratos millonarios “teniendo la sartén por el mango”.
Todo esto desvirtúa los fines de una democracia y la atrofia. Es que el sistema político se ha deteriorado cada vez más, sin que se haga una renovación que corrija los males históricos y, lograr una democracia realmente representativa de todos los sectores económicos y sociales del país. Como resultado caótico del sistema político imperante, hoy tenemos más 40 partidos políticos inscritos para las próximas elecciones generales. (Ver listado al final)
Pero por encima de todo, los movimientos políticos populares, aunque no estén inscritos, deberían sustentarse en una ideología realista para adquirir credibilidad. Nuestros ancestros, hace más de medio milenio ya sabían cómo funciona el universo y sus repercusiones en la vida terrenal. Su visión cósmica generó una ideología de comportamiento socialmente comunitario y político que, hasta ahora se conserva en la andinidad, resistiendo los castigos de todas las dictaduras de dominación social.
Retomando la sabiduría ancestral, deberían tener claro el por qué, la humanidad mundial está sometida. Y por qué, nuestro país, está bajo esa dominación. Que el sistema ha establecido un orden mundial arbitrario y que actualmente vamos hacia un nuevo orden mundial.
Los simpatizantes sabrán entonces que, el sistema de dominación ha creado las clases sociales y, con ello, ha predestinado nuestra situación familiar y personal. Comprenderán que es el sistema el que ha creado ricos por un lado y pobres por el lado opuesto, de tal modo que, no puede haber ricos sin que haya pobres. Que toda disparidad se resuelve con la paridad. Que toda inequidad se elimina con la equidad.
Pero también, las organizaciones populares deberían ser consecuentes con la justicia social y reconocer como fundamental, el derecho a la representatividad, proporcional a la masa de población. Debería ser una regla para todo nivel organizativo. Así mismo, el equipo técnico para la formulación de la plataforma de lucha y plan de gobierno, deberá conformarse con especialistas de cada sector socioeconómico. Ello evitará cometer errores en las consignas.
El pueblo agrario nunca pidió una segunda reforma agraria, porque no es su preocupación actual. Esta consigna fue introducida por quienes no saben dónde están parados en materia campesina. Sectores como ganadería, pesca, construcción, minería, comunicaciones, etc., merecerán ser considerados en la lista de postulantes a gobernar y no solamente allegados y oportunistas que “no saben ni dónde están parados”.
Finalizo esta nota, con la relación de partidos políticos inscritos en el Jurado Nacional de Elecciones hasta la fecha, a fin de que, lo analicen, opinen y decidan, sobre el panorama electoral que se avecina.
Disculpen la molestia. 09 abril/2025
Ninguna molestia caballero. Solo una cosa, usted pone como ejemplo a los pueblos andinos, yo como chileno cito a menudo al pueblo Mapuche. Dada esta concordancia, es probable que también coincidamos en algunas soluciones. Si los pueblos antiguos, como generalmente me refiero yo a los originarios, han resuelto como se debe trabajar para resolver los problemas de toda sociedad como se llame, ¿No deberíamos acaso consultarles o emular sus formas de trabajo para resolver los problemas de hoy? Digo esto, porque si los políticos no han sido capaces, y los pueblos han perdido la confianza en ellos, ya deberíamos haber dado el siguiente paso y no insistir en la misma solución, que en definitiva es lo que está proponiendo usted. Vivir en comunidad, compartiendo, con tolerancia, comprensión, y diálogo, son formas propias de los pueblos originarios, no de la gente de traje y corbata como los de las sociedades modernas. Así que todo indica que las soluciones a los problemas de la sociedad actual no pasa por crear un partido, sino agruparse en comunidades según su actividad.