El Dr. Juan José Santiváñez, actual ministro del Interior, en un arrebato de nerviosismo, especula con poner fin al sicariato mediante la fórmula de “fortalecer al Estado”, como si el Estado no estuviera ya suficientemente robustecido. Los marxistas respondemos que el Estado burgués nunca ha sido garante de la seguridad pública; su única función es garantizar la seguridad jurídica y militar de la inversión en capital. Prueba de ello son las minas militarizadas y los policías custodiando bancos privados.
Pensar que el Estado burgués desarrollará un plan efectivo de seguridad ciudadana es ingenuo. Los llamados «planes de seguridad» que se formulan a nivel municipal y regional solo tratan sobre presupuestos y su ejecución, sin abordar las verdaderas raíces del problema. El sentido común nos dice que no se le puede pedir peras al olmo; no podemos esperar que un Estado burgués proteja intereses que no le son propios.
Evidenciando que el Estado no brindará una solución al problema del sicariato, es hora de que tomemos el control de nuestro propio destino. La institucionalización de los Comités de Defensa es el camino a seguir: solo mediante la organización de los ciudadanos decentes podremos erradicar esta lacra. En este sentido, si hay algo útil que pueda hacer el Congreso corrupto, es promulgar una ley que legitime y apoye con logística a los Comités de Defensa. La gente de mal ya está armada; por lo tanto, la gente de bien también necesitará estarlo.
– V.R.