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Parlamento vota nuevo acuerdo económico con la Unión Europea que entrega condiciones preferenciales a recursos naturales chilenos

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El Ciudadano

La Cámara de Diputados vota hoy el Acuerdo Marco Avanzado (AMA) con la Unión Europea. El impacto en la economía chilena es de apenas un 0.090% en el PIB y un aumento de un 0,72% en las exportaciones. En cambio, produce incertidumbre en las pymes tecnológicas y de servicios al abrir la competencia a oferentes de países europeos. También entrega condiciones de abastecimiento y valor preferenciales al extractivismo de recursos naturales. La ganancia comercial es marginal, asegura un economista que estuvo próximo a la negociación.

El pleno de la Cámara de Diputados discutirá este miércoles la actualización del Tratado entre Chile y la Unión Europea (UE) que tiende a profundizar una relación comercial iniciada en 2003 que exporta materias primas y nos venden productos industriales o tecnológicos. Con la nueva versión del acuerdo comercial Chile está obligado a otorgar precios preferenciales a la UE en la venta de productos mineros como el cobre, el litio o las tierras raras.

Se trata del Acuerdo Marco Avanzado (AMA) que viene a reemplazar el actual Acuerdo de Asociación (2003). Las condiciones del acuerdo están determinadas por la disputa global entre las potencias del norte del globo y el sur global por el acceso a las materias primas, pugna en la que los minerales chilenos se vuelven estratégicos.

Tras desechar una primera estrategia de negociar en bloque con Mercosur, México y Colombia, que también negocian acuerdos económicos con la UE, el gobierno de Boric decidió aceptar las nuevas condiciones impuestas y colocó suma urgencia a su tramitación, siendo despachada sin gran discusión por las comisiones de relaciones Exteriores y Hacienda de la Cámara de Diputados.

COMPROMISO MUTUO CON VALORES

La firma del AMA fue realizada en Bruselas el 13 de diciembre de 2023, por los cancilleres de Chile, Alberto van Klaveren; de España, José Manuel Albares, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell.

El alineamiento de Chile con la UE ocurre en un momento de mudanzas en los ejes de poder globales, cuando varios países africanos comienzan a cerrar contratos que consideran coloniales con países europeos, principalmente Francia; y en la próxima cumbre de los BRICS+ a celebrarse los próximos 22 y 24 de octubre en Kazán (Rusia), se anunciará una nueva ola de adhesiones de países del sur global. También se prepara una nueva plataforma de intercambio bancario entre dichos países y el fin del uso del dólar en sus transacciones.

En la promoción del AMA, se señala que “amplía el diálogo político” en relación a “la paz, la justicia y la seguridad internacionales”, así como también “la defensa del orden multilateral basado en normas, hacer frente a las cuestiones de seguridad transnacional y una protección más eficaz de los ciudadanos”.

En otras palabras, la aprobación del AMA conlleva la adhesión a la política exterior de la UE, cuyos incursiones en la guerra entre Ucrania y Rusia y su apoyo incondicional en política exterior y suministro de armas y pertrechos a Israel son su principal faceta en estos días.

Al momento de firmar el acuerdo, en diciembre pasado, van Klaveren, junto con reafirmar la consolidación del vínculo entre Chile y la UE, sostuvo que “este acuerdo no sólo establece nuevos estándares en comercio y cooperación, sino que también refleja el compromiso mutuo con valores que son fundamentales para nosotros”.

“La suscripción del AMA nos abrió las puertas a este mercado, generando oportunidades para el crecimiento y desarrollo económico de nuestro país. Con la modernización, este intercambio se profundiza, agregándole valor al incorporar nuevas materias”- destacan en la promoción hecha por la Cancillería chilena.

“No sé qué tiene que ver este tratado con la palabra “modernización”, pues de eso no tiene nada”- comentó con El Ciudadano, José Gabriel Palma, doctor en Economía de la Universidad de Oxford, doctor en Ciencia Política de la Universidad de Sussex y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Santiago y de la Universidad de Cambridge.

“Usar dicha palabra es manipular el lenguaje para disfrazar lo que hay adentro, que no es más que darle nuevos derechos a la inversión europea en Chile. Uno puede estar a favor o en contra de eso, pero llamemos las cosas como son. Como con el TPP-11, este tratado es otro paso en esa dirección, y en reducir nuestro rango de maniobra para hacer política económica y de regulación”- agregó.

GANANCIA MARGINAL

Según la promoción hecha por las autoridades chilenas, la actualización del acuerdo que es definido como ‘modernización’, persiguen reforzar la cooperación política y fomentar el comercio y la inversión con la UE, destacando que es integrada por 27 países, los que juntos tienen un mercado de 448 millones de personas con un PIB de US$ 16,6 billones (2022).

Sin embargo, el impacto económico del tratado es ínfima. Un economista que estuvo cerca de las negociaciones comentó que “en términos de ganancia comercial, la ganancia es marginal”.

Según aparece en los 41 capítulos del AMA, esta ‘modernización’ a largo plazo tendría un impacto positivo en el Producto Interno Bruto (PIB) chileno. Se calcula que Chile vería un cambio positivo en el PIB real del 0,090% en el escenario conservador y del 0,175% en el ambicioso.

Es decir, una insignificancia.

Respecto del impacto en el PIB en la UE también sería nimio: un aumento del 0,001% en el escenario conservador y del 0,002% en el ambicioso.

En términos de exportaciones las de la UE crecen un 9,91% y un 21,46% respectivamente, en los escenarios conservador y ambicioso. En tanto, que las exportaciones de Chile a la UE, aumentarían sólo un 0,72% en el escenario conservador y un 1,60% en el ambicioso.

“Esto podría ser indicativo de que la verdadera razón de este acuerdo no es comercial sino geopolítica”- se comenta en un análisis de los 41 capítulos del AMA, hecho por la Plataforma Chile Sin TLCs.

El tratado de 2003 ha beneficiado principalmente la exportación de materias primas y la importación de manufacturas. Para el año 2022 las cifras de importaciones totales UE-CHILE fue de €10.7 mi millones, compuesta principalmente por productos industriales como maquinaria, equipos de transporte y productos químicos. En tanto, las exportaciones totales CHILE-UE ascendieron a €7.8 mil millones, siendo los productos principales el cobre, concentrados mineros, productos vegetales y productos químicos.

Andrea Sato, historiadora, Magíster en Sociología e investigadora de la Fundación Sol, contó a El Ciudadano que “el acuerdo de asociación firmado desde 2003, hemos observado que lo que más exporta Chile a la UE son materias primas como frutas y productos de bajo valor agregado, como vinos o yogures. En la práctica tienen un bajo valor, al no tener un valor agregado tecnológico. Esa es la diferencia con lo exportado desde Europa hacia Chile, que traen más tecnología, lo que hace que la relación sea desigual: Chile exporta materia prima y compra productos tecnológicos e industriales”.

A juicio de la investigadora “la actualización lo que hace es profundizar un texto que nos tenía en condiciones desmejoradas, relacionadas con las matrices productivas muy diferentes entre Chile y la UE”.

De igual forma para productores de materias de bajo valor agregado también se viene competencia europea. El AMA permitirá que el 99,9 % de las exportaciones de la UE puedan introducirse en Chile sin derechos, a excepción del azúcar. También se eliminan los aranceles sobre los productos lácteos, como los quesos.

 
 
 
También tendrán mayor acceso las empresas europeas a participar de licitaciones y ofrecer servicios en sectores como Ingeniería y arquitectura, Investigación y desarrollo, Servicios computacionales y Servicios empresariales, lo que afectaría a las pequeñas y medianas empresas locales de esos rubros, al tener que competir en las licitaciones con oferentes de países de la UE.
En términos de transferencia tecnológica, Sato considera que “no hay transferencia importante en los más de 20 años que llevamos de tratado con la UE. Con Europa no ha habido transferencia tecnológica, tampoco de generar espacios de cooperación importante, sino generar espacios más bien coloniales de explotación. Tampoco ha significado mejoras en la riqueza, en el empleo o en la calidad de vida de las personas que trabajan en esas zonas productivas”.

COBRE, LITIO Y MINERALES ESTRATÉGICOS

Las nuevas cláusulas del AMA entregan al bloque económico de países europeos precios exclusivos para la venta de los minerales chilenos, cuando no exclusividad bajo determinadas condiciones. Según ha destacado la Plataforma Chile Sin TLCs si nuestro país acordase con China establecer una explotación en conjunto de litio a cambio de instalar una planta de baterías en Chile o programas de transferencia tecnológica, a cambio de un determinado precio de venta del mineral, estaría obligado a otorgar ese mismo precio a la UE, pero sin intercambio o ventaja alguna.

El Capítulo sobre Materias Primas en su Artículo 8.5 dedicado a los Precios de Exportación, señala que Chile podrá introducir o mantener medidas con el objetivo de fomentar el valor agregado, mediante el suministro de materias primas a precios preferenciales a sectores industriales para que puedan surgir dentro de Chile, siempre que dichas medidas cumplan con las condiciones establecidas en Anexo II de este Capítulo. En este Anexo, la condición establecida es “no afectar negativamente la capacidad de la Unión Europea para obtener materias primas de Chile”.

Esta medida -concedida como beneficiosa para Chile- sólo funcionará si se aplica a materias primas no requeridas por la Unión Europea. Además esto obstaculizará la posibilidad de desarrollar con otros países convenios que entreguen precios preferentes a condición de transferencia de tecnología y en la generación de valor agregado.

Es el caso de la explotación del litio.

Las condicionantes del Anexo II están en una nota a pie de página que coloca como condiciones que “si la materia prima se suministra a ese precio preferencial a cualquier operador económico en cualquier otro país, se concederá de manera inmediata e incondicional a los operadores económicos en situaciones similares en la Unión Europea”.

Es decir, se asegura obligatoriamente un precio exclusivo para la UE.

Al mismo tiempo se establece que Chile compartirá con la UE información detallada y confiable sobre el alcance del producto, el volumen de producción que está cubierto por la medida, si se han realizado ventas internas a precios preferenciales y el precio interno que ha resultado de la medida. En otras palabras, el país está obligado a entregar toda la información de sus transacciones comerciales al bloque europeo.

Lucía Sepúlveda, vocera de Plataforma sin TLC, comenta que de esta forma la Unión Europea se asegura un precio preferencial de exportación para el litio. “Eso quiere decir que si Chile como socio mayoritario de una empresa exportadora de litio, concediera, por ejemplo a China un precio favorable luego de una negociación que implica alguna ventaja para Chile, el país está obligado a venderle a la UE ‘de manera inmediata e incondicional’ a ese mismo precio. Pero además, la UE establece que se le venderá el litio al mismo precio del mercado doméstico. Es decir, si la Empresa del litio decide venderle a un precio menor a una empresa chilena o a una empresa mixta que fabrique baterías de litio, o que industrialice el cobre, ese precio aplicará para la Unión Europea. Eso está establecido en el Anexo II del capítulo de Energía y Materias Primas”- sostiene.

Esta es una de las preocupaciones del diputado Boris Barrera (PC), quien se ha mantenido distante de la postura de sus compañeros comunistas y del Frente Amplio que han aprobado la iniciativa en comisiones. “Me preocupa la condición más favorable que tendrían los países de la UE para recursos como el litio, el hidrógeno verde, sin que existan medidas para asegurar la transferencia tecnológica que tenemos con otros, como China”.

Barrera también llama a pensar en “fórmulas para que se le agregue valor a estos recursos y que no sigamos jugando el mismo rol que hemos tenido hasta ahora, de ser un país extractivista, que se lleven la materia prima y no se le agregue valor aquí en el país. Me preocupa también las micro y pequeñas empresas, que son las que generan más empleo, no haya nada que las proteja si es que hay competencia desigual en relación a la UE”.

El economista José Gabriel Palma advierte que esta nueva generación de tratados son porque “la UE está en pánico con que la política industrial sobre materias primas de Indonesia se aplique en América latina”.

Cuenta que el país asiático hace una década decidió que ningún producto primario, especialmente mineral, con la sola excepción del carbón, puede ser exportado sin un mínimo grado de procesamiento. “¡Esa si que es política industrial! Simple, clara y profunda -destaca Palma- Además uso su abundancia en níquel (mineral que le da versatilidad al acero), para forzar a las multinacionales de ese producto a transferir capacidades productivas a Indonesia”.

Destaca que Indonesia hoy ya es el segundo mayor productor de acero del mundo.

 

Palma cuenta también que “Indonesia ha usado su abundancia de níquel para atraer a la industria de baterías eléctricas, ya ahora de autos eléctricos. Mientras en Chile nos pasamos la vida justificando por qué no hacer política industrial para comenzar la transición hacia el procesamiento de nuestras materias primas y los conglomerados extractivistas nacionales y extranjeros continúan capturando la política, el Asia emergente ricos en materias primas avanza en dicha dirección y a pasos agigantados”.

Para este miércoles el AMA es el segundo punto de la tabla en la Cámara de Diputados. En comisiones el conglomerado de gobierno se la ha jugado por aprobarlo, con la sola excepción del diputado Barrera. También se abstuvo el diputado ecologista Félix González, quien argumentó que su voto fue porque en la comisión porque no se escuchó a Chile sin TLC. “Era posible hacer un esfuerzo para poder escucharles. Al día siguiente tuve una reunión con ellos.

El tratado está dentro de las reglas del libre comercio. Habría que cambiar todo el sistema. Es un tratado y si no nos acercamos en términos comerciales entonces le compramos a los chinos o vendemos a los norteamericanos. No hay muchas alternativas”.

Ahora cambió su parecer y para hoy estaría por aprobarlo. “El capítulo de medio ambiente, hay un punto importante que es la no regresión. Que como pasó por la ley de plásticos de un solo uso porque no está hecho el reglamento, este tipo de retrocesos estarían prohibidos. Chile se compromete a no retraerse. Me parece que perfecciona un tratado que ya existe, ya que trae una perfeccción ambiental que en Chile no existe”- comentó con El Ciudadano.

Consultamos con otros diputados del Frente Amplio y la oposición, pero no obtuvimos respuesta.

Por su parte el diputado Boris Barrera nos comentó que en la bancada comunista “aún no tenemos una síntesis como bancada porque aún no hemos tenido tiempo para eso. La tramitación ha sido demasiado rápida, sin embargo, yo tengo algunas apreciaciones al respecto. Una de esas tiene que ver, como lo plantee en la Comisión de Hacienda, que faltó tiempo para el debate, para escuchar actores que son importantes de escuchar respecto de este proyecto, que es relevante para la economía del país, es decir, para la vida de los chilenos y chilenas”.

Mauricio Becerra R.

El Ciudadano


 
 
 
 
 
 

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