ELECCIONES EN PARAGUAY
El próximo domingo 22 de abril habrá elecciones generales en Paraguay, una de las muchas presidenciales que América Latina celebrará este 2018.
Cuál es la importancia de este proceso electoral para os paraguayos en esta ocasión?
Muchas! Para empezar hay dos alternativas muy claras en cuanto a oferta electoral. Por un lado está el poderoso Partido Colorado, que ya gobierna por más décadas entre todos los partidos políticos en Latinoamérica, excepto al PRI mexicano. Con este partido tienen mucha similitud.
Y por el otro lado se presentará una re-edición de la alianza de un partido de derecha, como lo es el partido liberal, esta vez aliado de nuevo con casi toda la izquierda de ese país liderado por el ex obispo y ex presidente de la república Fernando Lugo.
El intento de esta alianza, que en Paraguay no es tan extraño como sería en otro país, es nada menos que intentar desbancar al coloradismo, eterno aliado de los Estados Unidos, que ya de por sí es una tarea titánica, debido principalmente al esquema de corrupción y clientelismo instalado por esa nucleación política a lo largo de su historia en el país guaraní.
Los herederos del dictador Alfredo Stroessner, luego del golpe de estado en 1989 que desalojó del poder al olvidado, pero muy efectivo autócrata, no soltaron el poder hasta que en 2008 el popular obispo Lugo se presentó a la primera magistratura de ese país y propinó una sorpresa al ganar ese año el poder.
Pero la aceitada maquinaria corrupta del partido colorado ensayó una fórmula para despojar de la presidencia a Lugo, al impulsar un juicio político plagado de irregularidades, pero aceptado por el partido liberal –curiosamente hoy aliado de Lugo y la izquierda- para sacarlo al ex religioso y regalárselo por un año al liberalismo, que limpiaría el proceso eleccionario siguiente para instalar en el poder al narco presidente de hoy día; Horacio Cartes.
Las alternativas sistémicas también son dos: seguir el neo liberalismo implementado por el coloradismo o intentar uno que atenúe el capitalismo que –sin dudas- también impulsarán los liberales aliados con la izquierda.
Los candidatos que más posibilidades tienen –a propósito de los candidatos- son por el partido colorado el senador Mario AbdoBenítez, hijo del que fuera eterno secretario privado de Stroessner, por lo que se asegura que de ganar este candidato, el stronismo volverá en gloria y majestad al poder en Paraguay; y el otro candidato con posibilidades es Efraín Alegre del partido liberal que lleva del vicepresidente al periodista Leonardo Rubín, representante del Frente Guazú (Frente Amplio) un rejuntado de partidos de izquierda liderados por el centrista Fernando Lugo.
Todo es extraño en Paraguay, pero en esta ocasión la emoción está en ver si el stronismo, símil del pinochetismo en Chile, vuelve a ganar una elección general en Paraguay, o si esa mezcla inentendible de derecha-izquierda se impone por voluntad de la mayoría de guaraníes.
En el fondo nada va a cambiar dramáticamente y el futuro se juega dentro de los mismos partidos o coaliciones que están en carrera. Cómo es esto? Se preguntarán. Y eso es lo que le pone tensión a estas elecciones. Saber si el stronismo colorado logrará calmar los enfrentamientos internos que son más peligrosos para el futuro presidente de ganar las elecciones del 22 del corriente mes; o si la recuperada edición de una alianza derecha-izquierda logra superar sus grandes diferencias.
Lo seguro es que terminadas las elecciones, como es costumbre en Paraguay, se abrirán las apuestas para saber si habrá golpe de estado o si se abrirá un nuevo tiempo de stronismo eterno en ese país.
Luis Castillo
Periodista
