Inicio Cultura y Arte Nos Han Robado el Fútbol

Nos Han Robado el Fútbol

75
0

por Carlos Pichuante

El fútbol chileno está en ruinas. No es exageración, no es dramatismo barato. Es la constatación de un proceso de descomposición que comenzó hace dos décadas con la privatización de los clubes y que hoy, bajo la gestión de Pablo Milad y compañía, nos deja fuera de otro Mundial, con una liga devaluada y con un entrenador como Ricardo Gareca que parece un espectador de su propio fracaso.
 
El Negocio de las Sociedades Anónimas: La Muerte del Fútbol Chileno
 
Cuando se aprobó la entrada de las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol chileno, se nos prometió modernización, inversiones y un fútbol competitivo. Nos vendieron el cuento de que los empresarios salvarían a los clubes de la quiebra y que nuestro fútbol alcanzaría estándares europeos. Dos décadas después, la realidad es otra: los clubes ya no pertenecen a la gente, sino a grupos de empresarios que los manejan como negocios privados, sin importarles la formación de jugadores, la calidad del torneo o el desarrollo del fútbol nacional.
 
Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica, los tres grandes del país, son el reflejo de esta decadencia. Sociedades anónimas que buscan maximizar sus beneficios a corto plazo, vendiendo juveniles antes de que puedan consolidarse y contratando jugadores al filo del retiro como parches para mantener un equipo a medias competitivo. El fútbol chileno ha perdido su identidad, ha sido saqueado por dirigentes cuya única lealtad es con sus bolsillos.
 
Pablo Milad: El Presidente del Fracaso
 
Si Arturo Salah y Sebastián Moreno fueron presidentes mediocres, Pablo Milad es el símbolo de la inoperancia absoluta. Su gestión ha sido un desfile de errores, improvisaciones y escándalos. Su nula capacidad de liderazgo ha dejado a la ANFP como un organismo sin rumbo, sumiso ante los intereses de los poderosos del fútbol y sin ningún plan real para cambiar el desastre en el que estamos sumidos.
 
Milad no solo ha sido incapaz de gestionar mejoras en la liga nacional, sino que también ha permitido que la selección chilena se hunda aún más. Su apuesta por Ricardo Gareca fue un intento desesperado de vender humo, pero los resultados ya comienzan a demostrar que el argentino no es más que un entrenador sin alma, sin visión táctica y sin capacidad de transformar a una generación en crisis.
 
Ricardo Gareca: Un Técnico sin Estrategia
 
Nos vendieron a Gareca como el salvador, el hombre que llevó a Perú a un Mundial después de 36 años. Pero lo que no nos dijeron es que el fútbol peruano, por más problemas que tenga, al menos cuenta con jugadores comprometidos y un sistema de juego claro. En Chile, Gareca ha demostrado ser un técnico sin respuestas, sin alma, sin un plan real.
 
El equipo sigue jugando sin ideas, sin un esquema definido, dependiendo de chispazos individuales de jugadores que ya no tienen el físico ni el talento para sostener a la selección. La ilusión de clasificar al Mundial 2026 ya está muerta, y si seguimos así, 2030 será otro fracaso anunciado.
 
Se Robaron Todo lo que Construyó la Generación Dorada
 
El mayor crimen de esta dirigencia no es solo haber destruido el presente, sino haber dilapidado el legado de la Generación Dorada. Ese equipo que conquistó América dos veces, que nos hizo soñar con estar entre los grandes, fue abandonado y desperdiciado por dirigentes corruptos y mediocres.
 
No se aprovechó el impulso de esos títulos para reformar el fútbol chileno, no se invirtió en infraestructura, no se desarrolló un proyecto serio para el recambio. En su lugar, los mismos de siempre se repartieron el dinero, vendieron humo con proyectos inexistentes y dejaron que todo lo construido por Vidal, Alexis, Bravo, Medel y compañía se esfumara como arena entre los dedos.
 
Hoy no solo estamos fuera del Mundial 2026, sino que estamos más lejos que nunca de volver a la élite. Nos quitaron la esencia del fútbol chileno. Nos vendieron un torneo sin alma, sin hinchas en los estadios, con clubes que son simples vitrinas para empresarios. Nos quitaron una selección que nos hacía soñar, reemplazándola por un equipo que deambula en la cancha sin rumbo ni identidad.
 
Nos han robado el fútbol, y lo peor es que no hay señales de que alguien quiera devolvérnoslo. La pregunta es: ¿seguiremos permitiéndolo?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.