¿Habrá decidido Aspasia dejar la oscuridad desde la cual aconsejaba a Pericles, para tomar por sí misma las riendas de la conducción del país?
Arturo Alejandro Muñoz
Las mujeres demostraron que son más decididas, mejor organizadas y más conscientes que nosotros. Ahora deben tomar las riendas del país y de la política. Que no sea esta marcha del 8 de marzo una golondrina que no haga verano. Es el momento de las hembras; ojalá sea largo históricamente. Lo merecen. Se lo han ganado a pulso, pacíficamente, a neuronas, con resiliencia y una unidad de género que emociona.
Digo esto debido a que los gobiernos duopólicos, predadores y ladrones, no dejan de pensar en cómo expoliar a la gente. Esa nefasta sociedad NuevaMayoría-ChileVamos ya debe estar ‘craneando’ poner plazas de peaje para peatones en el centro de las ciudades o en calles de mucho tránsito. ¿Tiene que rumbear –a pie obviamente- por Ahumada, o Huérfanos o Estado, o la Plaza de Armas? Peaje a luca, y los estudiantes a quinientos, pero sólo de lunes a viernes y desde marzo a diciembre. Habría tarjetas BIP para estos efectos.
¿Y por qué no, si los chilenos (en especial las cofradías políticas en manos de varones) han aguantado/implementado/aplaudido tropelías ‘legales’ tan inaceptables como la mencionada líneas atrás? Piense usted, y sólo son ejemplos exiguos, en los chalecos reflectantes (¿alguien los usa?), o en los chips para mascotas (un negociado que avergüenza la supuesta inteligencia del chileno promedio), o el pago usurero e inmoral del TAG (si ya ha pagado el permiso oficial para circular por calles y carreteras del país), el actual intento de meterle la mano al bolsillo con los medidores ‘inteligentes’, etc., etc.
Por ello, es hora de que las mujeres tomen las riendas de la administración pública, tal cual lo hacen, millones de ellas, en sus hogares, en sus oficinas, en sus locales comerciales, en sus empresas grandes o pequeñas, en sus profesiones. La oportunidad la han ganado con creces, y está más que claro que jamás podrían hacerlo peor de lo que nosotros los varones lo hemos hecho.
Si la mitad de la población mundial es femenina, pues bien, que también lo sea la mitad de todo aquello que dice relación con el género humano, desde las empresas y los gobiernos hasta las fuerzas armadas y policiales. Tal vez sean las mujeres en el poder quienes definitivamente salven este planeta, pongan de pie lo que está de cabeza y logren establecer la paz, la inteligencia, la igualdad, la cordura y la solidaridad como bienes permanentes de la humanidad.
No sé qué estará ocurriendo con este movimiento femenino en otras naciones, pero acá en Chile es el momento perfecto (‘coyuntura histórica’, le llaman los sociólogos) para que nuestras hermanas y compañeras y amigas y conocidas, constituyan la directiva de un referente político transversal, masivo y nacional, del que deberán surgir las nuevas autoridades nacionales y regionales. Ahora es cuando…mañana ya será tarde pues el sistema capitalista/neoliberal tiene un maldito mecanismo de recuperación que le permite rehacerse rápidamente de cualquier disfunción a su engranaje. ¿Usted no lo cree? Pase y lea entonces.
Jesús, el Ché, Bob Marley, John Lennon, los hippies, etc., fueron tremendos elementos disfuncionales al sistema mercantil predador. ¿Qué ocurrió con ellos? El sistema usó su mecanismo de recuperación y los transformó en objetos (sí, objetos) comerciales, en ‘moda’: chapitas, posters, poleras, CD’s, música, películas, libros, etc.; los lanzó final y exitosamente al mercado, donde todo se compra y se vende. Ganó el sistema.
Por ello, peligro que corre este enorme movimiento femenino es que se asimile al que hundió a la revolución popular campesina de Villa y Zapata, quienes una vez que triunfaron sobre el establishment mexicano, instalados en el palacio de gobierno, se preguntaron mutuamente quién de ellos gobnernaría. Zapata respondió que estaba satisfecho con lo logrado (recuperación de tierras) y regresaba al sur. Lo mismo hizo Villa, retornando al norte. El gobierno entonces regresó a las manos de los guarapos de siempre.
Que no digan nuestras mujeres que ya lograron igualdad de género (que no lo han hecho aún), o que pusieron sobre la mesa los temas que les interesa, porque si tales temas no los administran ellas mismas desde las cúpulas del poder político y legislativo, jamás serán atendidos por los hipócritas e inefables varones del sempiterno establishment macho, quienes volverían en gloria y majestad a montarse en el recuperado trono del autoritarismo.
Lo dicho, es el momento preciso, exacto, es la coyuntura perfecta, histórica, para que organicen cuadros directivos que reemplacen a todas aquellas tiendas partidistas que no han dado el ancho, y que con suerte –en su sumatoria- representan al 7% de la población electoral. Ustedes, queridas mujeres, representan a más del 50%, ya que también hay muchos varones que están a vuestra vera en esta lucha imprescindible.
De ustedes depende ahora cambiar el actual estado de cosas. No lo desaprovechen, pues el sistema se encuentra expectante, al acecho, para aplicar ese mentado mecanismo de recuperación.
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