Por Adán Salgado Andrade
Estados Unidos (EU) cursa actualmente con dos eventos climáticos extremos: huracanes muy poderosos y destructivos y largas sequías, que han dado lugar a megaincendios forestales incontrolables.
Eso, por supuesto, es a consecuencia del cambio climático, inducido por el calentamiento global. Un reciente reporte del IPCC (panel intergubernamental del cambio climático, por sus siglas inglesas), ha señalado que la temperatura ya ha ascendido un 1.1º centígrados y está en proceso de aumentar a 1.5º o hasta 4º, si seguimos contaminando y destruyendo como hasta ahora, que es lo más probable. De suceder el extremo, el aumento a cuatro grados, lo que estamos sufriendo será nada, comparado con lo que pasaría si eso se da (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/08/la-crisis-climatica-es-irreversible-y.html).
En Luisiana, el huracán Ida, uno de los más poderosos y destructivos que hayan azotado a EU, destruyó la infraestructura eléctrica que alimenta a Nueva Orleans y a otras zonas. A pesar de que ésta ciudad no se inundó, como le sucedió en el 2005, cuando el huracán Katrina la azotó, dejando severas inundaciones y más de 1,800 muertos, de todos modos, está sin electricidad, y se estima que pasarán al menos seis semanas para que se puedan reconectar todas las líneas de conducción. El proceso será bastante laborioso, pues todas las ocho fuentes eléctricas con las que contaba esa ciudad, fueron destruidas por el huracán. Se quedó como si nunca antes hubieran existido esas instalaciones (ver: https://www.wired.com/story/hurricane-ida-new-orleans-power-outage/).
No se inundó, porque se construyeron nuevos diques, luego del 2005, que, en efecto, soportaron la fuerza de Ida, pero el agua que no la inundó, se fue a otras partes. Es el problema con esos diques, pues el agua que detienen, de todos modos, sigue su curso e inunda otros sitios (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/08/los-muros-costeros-para-detener-el-agua.html).
Por eso es que vastas zonas quedaron bajo las aguas y llevará varias semanas que tales aguas vayan cediendo.
Pero el problema adicional es que, ya, por las crecientes temperaturas del verano, el insoportable calor, incrementado por el efecto “isla de calor” que alcanza más de 40º centígrados, más la humedad, harán que mucha gente de Nueva Orleans, probablemente muera por golpe de calor, al no haber forma de que sus ventiladores y/o aires acondicionados funcionen (ver: https://www.wired.com/story/new-orleans-was-already-a-heat-island-then-ida-cut-the-power/).
Claro, el aire acondicionado es una “solución” para bajar la temperatura dentro de viviendas y oficinas, pero, de todos modos, contribuye a incrementar el calentamiento, pues los aparatos que lo producen, también generan calor. En ciudades como Phoenix, los miles de aires acondicionados que funcionan durante el día, incrementan 2º centígrados la temperatura ambiente por las noches (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/el-fresco-aire-acondicionado-agrava-el.html).
Es un paliativo, más que una verdadera “solución”.
Pero no terminó allí la destrucción, pues Ida continuó su senda y atacó a otros estados, como a Nueva York, en donde, en la ciudad, también dejó severas inundaciones y más de 40 muertos. Las personas que fallecieron, vivían en sótanos, pues como es una zona tan hacinada, los dueños de viviendas, hasta eso rentan, insalubres y viejos sótanos. Una residente, que vivía en la planta baja, declara que el agua subió tan rápido, que “ni tiempo me dio de moverme y por eso, la gente que vivía en el sótano, se ahogó (ver: https://apnews.com/article/northeast-us-new-york-new-jersey-weather-60327279197e14b9d17632ea0818f51c).
Por otro lado, los megaincendios que afectan a la parte oeste de EU, en California, sobre todo, son ya tan intensos y destructivos, que toman hasta meses en ser apagados. La severa sequía tiene tan secos a los árboles, y vegetación boscosa, que se convierte en excelente combustible que los alimenta. Además, por la mencionada intensidad, han generado su propio “ecosistema”, por así decirlo. Se generan “nubes de fuego”, alimentadas por intensos vientos y tales nubes, van esparciéndolos a otras zonas boscosas, las que también se incendian. O por vientos que convergen, se generan tornados, que absorben fuego (los fire tornados o firenados), que también propagan rapidísimamente el fuego. Eso no sucedía antes, cuando los incendios eran normales, incluso, que ayudaban a que los bosques se deshicieran de la hierba seca, la que al quemarse, servía de abono. Pero con el cambio climático, esos incendios dejaron de ser normales y hoy son anormalmente destructivos y prolongados. El problema es que se propagan tan rápidamente, que, muchas veces, ni tiempo dan a los residentes de comunidades que se encuentran entre los bosques, de desalojarlas (ver: https://www.wired.com/story/fleeing-disaster-is-hard-climate-change-is-making-it-harder/).
Eso sucedió cuando el poblado de Paradise, en el 2018, fue consumido casi por completo por un incontrolable megaincendio forestal, que dejó miles de construcciones destruidas y más de 80 muertos (ver: https://earther.gizmodo.com/what-happens-after-an-entire-town-burns-to-the-ground-1830441990).
Se señala en el mencionado reporte del IPCC, que de no tomarse severas medidas para evitar un mayor calentamiento, el planeta será conducido a escenarios apocalípticos.
En efecto, en México, el paso de los huracanes Grace y Nora, dejaron fuertes daños, no vistos antes, en estados como Veracruz, Jalisco, Nayarit y Sinaloa (ver: https://www.dw.com/es/hurac%C3%A1n-grace-deja-nueve-muertos-inundaciones-y-da%C3%B1os-en-m%C3%A9xico/a-58946638 y https://www.dw.com/es/hurac%C3%A1n-grace-deja-nueve-muertos-inundaciones-y-da%C3%B1os-en-m%C3%A9xico/a-58946638).
En la India, igualmente, las torrenciales lluvias ocasionaron inundaciones severas y deslizamiento de tierras que ocasionaron decenas de fallecimientos (ver: https://www.reuters.com/world/india/heavy-rain-india-triggers-floods-landslides-least-125-dead-2021-07-24/).
En el pobre Haití, luego de un fuerte sismo, el huracán Grace, el mismo que devastó Veracruz, ocasionó igualmente severas inundaciones y decenas de muertos, empeorando las condiciones de pobreza que, de por sí, imperan en ese país (ver: https://www.nytimes.com/interactive/2021/08/18/world/americas/haiti-earthquake-grace.html).
Todos esos eventos, han llevado a millones de personas en todo el mundo a emigrar a otros sitios, pues en sus lugares de origen, por la frecuencia de tales destructivos eventos climáticos, ya no es posible seguir viviendo. Se les llama ecorefugiados (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/01/los-refugiados-climaticos.html).
Pero no parece haber un real interés en disminuir contaminación y depredación. Por ejemplo, la agricultura y producción de alimentos, son grandes contaminantes y productores de gases como metano, que tiene 80 veces el poder de guardar calor, en relación con el CO2. En conjunto, la agricultura y nuestros sistemas alimenticios generan más del 34% de todas las emisiones humanas que están provocando el calentamiento global (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/05/la-produccion-y-distribucion-de-comida.html).
No se deja de consumir carne roja, cuya producción es muy contaminante. No sólo carne roja, sino producir los más de 57,000 millones de animales que la industria pecuaria sacrifica cada año para que dispongamos de su carne y de otros productos, es muy contaminante y depredadora, pues requiere millones de toneladas de granos y metros cúbicos de agua para que aquéllos se reproduzcan y crezcan. Vacas, pollos, conejos, marranos, chivos y borregos, son los más criados y sacrificados. Si se eliminara la producción de todo tipo de cárnicos, se disminuiría drásticamente la depredación y contaminación que padecemos (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/01/la-eliminacion-de-la-produccion-de.html).
Tan sólo la crianza de vacas, en EU, es responsable del 27% de sus emanaciones del mencionado metano. Las vacas, para digerir las hierbas de que se alimentan, poseen bacterias en su buche, que les ayudan al proceso digestivo, pero que emiten metano. Las vacas, lo desechan eructando y por sus flatulencias. Además, en las granjas en donde se les cría masivamente, se almacena su estiércol en lagunas, que también lo sueltan hacia la atmósfera (ver: https://gizmodo.com/how-do-we-know-cows-are-so-bad-for-the-climate-1847569895).
Como se crían industrialmente, se sacrifican en masa, con métodos salvajes, como aplastamiento y electrocución. Si la carne, de por sí, contiene toxinas, con esos violentos métodos para sacrificar a tanto sufrido animal, la empeora. Se les trata como a objetos inanimados, como si se estuviera fabricando autos o DVD’s (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2010/08/fabricas-de-animales-enfermedades-en_01.html).
Y esas granjas masivas, son muy contaminantes. Recientemente, se evitó, por fortuna, el funcionamiento de una granja porcícola que pretendía operar en la zona de los cenotes de Yucatán. Afortunadamente, la rápida acción de los habitantes de una localidad, de sus niños, sobre todo, pudo evitar que su funcionamiento, contaminara esos cuerpos de agua. Varios, ya han sido contaminados severamente por otras instalaciones similares (ver: https://elpais.com/mexico/2021-04-27/seis-ninos-contra-49000-cerdos.html#?rel=mas).
Y en efecto, se requieren demasiados recursos para, por ejemplo, “disfrutar” de una hamburguesa. Los de la carne de res que ésta requiere para que se genere, son 6 metros cuadrados de tierra cultivable, 5.5 kilogramos de granos, 1,741 litros de agua (incluyendo la de las siembras y agua para limpiar a los animales) y, para transportarla y cocinarla, 1,036 unidades térmicas inglesas, que servirían para dar energía a un horno de microondas durante 18 minutos.
Sólo imaginen los millones de hamburguesas que se consumen en el planeta cada día y multiplíquenlas por los mencionados recursos y podrían darse una idea de la devastación que se genera al medio ambiente, además de la correspondiente contaminación.
Pero los científicos, en el caso de la carne, dudan que la humanidad renuncie a comer carne. De hecho, la demanda global de carne de res, se espera que crezca un 88% de aquí al 2050 (ver: https://gizmodo.com/how-do-we-know-cows-are-so-bad-for-the-climate-1847569895).
Así que estamos fritos, como los bistecs que se fríen para que millones de personas se alimenten “saludablemente”.
Una dieta vegana sería más conveniente, pero eso, como dice el vox populi, sería pedirle peras al olmo.
El otro problema es la sobreproducción de todo. El capitalismo sobreproduce para satisfacer sus necesidades de ganancia, colocándolas por sobre el bienestar del planeta y de la humanidad.
Dicha sobreproducción se traduce en seguir depredando y contaminando al sufrido planeta, al que se le están despojando rápidamente sus recursos y convirtiéndolo en un enorme basurero (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/01/depredacion-ambiental-planetaria-accion.html).
Todo lo anterior, simplemente, refleja que estamos en la senda de mayor calentamiento, con su consecuente mayor destrucción, pues los eventos climáticos como largas sequías, huracanes, lluvias torrenciales, derretimiento de polos y glaciares, megaincendios forestales, serán peores que los que actualmente nos afectan.
Así que preparémonos para la nueva apocalíptica normalidad.
Contacto: studillac@hotmail.com