Mariana Zegers | DIARIO U. DE CHILE Miércoles 1 de febrero 2017
En este marco de entendimiento, diremos que los temas de memoria y derechos humanos han sido profusamente vertidos en las fuentes de la literatura. Conectada con su época, la literatura no es indiferente a las profundas transgresiones a los derechos fundamentales, a la inequidad social que va mutando sus caras con el paso de las épocas.
En el caso particular de la memoria de las dictaduras del Conosur, existe una importante producción literaria, de la que forman parte testimonio, poesía, novela, crónica, diarios, cartas y una multiplicidad de géneros o tipologías textuales. Existe en nuestro territorio una vasta producción testimonial, gatillada en la segunda mitad del siglo veinte por la experiencia de violencia política. Este testimonio latinoamericano, ligado a una historia de alteridad, de cuestionamiento de los poderes y discursos hegemónicos “denuncia y celebra, pues su deseo (…) es desmontar una historia hegemónica la vez que desea construir otra historia que llegue a ser hegemónica[1]”. En consecuencia, el testimonio remite a la reivindicación de memorias que son colectivas, con sus notas disonantes y discrepancias.
La literatura refleja la crisis de su tiempo. La expone y la increpa. Paralelamente, abre caminos a través de los cuales puede superarla. Reivindica la importancia de examinar nuestro pasado para aprender de él. El testimonio es solo un punto donde historia y literatura convergen; hay una variedad de obras que se han inspirado tanto en la ficción como en los hechos y la recolección de fuentes documentales.
Destacado por la crítica literaria como uno de los libros más recomendados del 2016 encontramos la novela Sprinters. Los niños de Colonia Dignidad, de la escritora Lola Larra. Este ha sido ampliamente difundido, comentado y discutido en la prensa nacional e internacional. Lola Larra también fue reconocida por la novela gráfica Al Sur de la Alameda. Diario de una Toma, realizada con el ilustrador Vicente Reinamontes, que narra la ocupación de un liceo durante la Revolución Pingüina. Este libro fue merecedor de la distinción Amster-Coré 2015, otorgada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Sprinters es una novela que narra la historia de una hija de exiliados que retorna a Chile para escribir un guion sobre Colonia Dignidad, punto del que se desprende la narración de la vida cotidiana dentro de la Colonia. Pero Sprinters es algo más que una novela, pues se sirve del storyboard, de la investigación periodística, de documentos y archivos policiales; a la vez que denota gestos autobiográficos. Tal como aparece en la descripción del libro, el lector transita con total naturalidad de la ficción a la no ficción [Sprinters, Hueders]. Una ficción que, como ha dicho la autora, no traiciona la realidad.
La literatura, escribió Bertolt Brecht, nos habla “siempre de enfermedad y sólo de enfermedad, hasta que no conozca las verdaderas causas de la afección y los medios precisos para combatirla positivamente, y hasta que no aparezcan los primeros síntomas de mejoría[2]”. Sprinters es un viaje por esta gran enfermedad humana; el mal radical que, con absoluta normalidad, despoja a la víctima de su humanidad, privándola de su condición jurídica de persona y socavando su libertad y dignidad en los ámbitos de la vida privada. La contratapa señala al lector: “como todas las grandes obras sobre la vileza humana, Sprinters plantea preguntas incómodas sobre la indolencia –o derechamente, la complicidad– de todos los que prefirieron no ver y no saber que un poco más allá de sus fronteras campeaba el horror y su reverso: la vulgaridad y la estupidez humana”. Para conocer las causas de la afección es preciso incomodarla, inquirirla, interrogarla. La literatura puede crear tantos mundos posibles en los que escudriñar la condición humana; imaginar su mejoría. No hay que desestimar el poder de la palabra y de la imaginación.
[1] Achugar, Hugo. “Historias paralelas/historias ejemplares: la historia y la voz del otro”. Revista de crítica literaria latinoamericana 36 (1992): 49-71.
[2] Brecht, Bertolt. El compromiso en literatura y arte. Barcelona: ediciones península, 1973.