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Libro: Revolución tiene nombres de mujer. Mujeres detenidas desaparecidas y ejecutada de José Domingo Cañas, el cuartel Ollagüe de la DINA

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Revolución tiene nombres de mujer. Mujeres detenidas desaparecidas y ejecutada de José Domingo Cañas, el cuartel Ollagüe de la DINA.


“Hice que el Krassnoff, aquel descendiente de carniceros fascistas cosacos, el Moren, el Zapata, el Ferrer y el Romo escucharan tu nombre una y otra vez, como zumbido horadando sus sesos. Que repitieran tu nombre como hiel que les carcome la lengua. ¿Qué le hiciste cobarde? ¡Criminal! Fue pura carnicería Magistrado, lo que hizo este valiente soldado que hoy tiembla como una hoja delante de Usted. Se los dije, María Cristina”.

Entre agosto y noviembre de 1974, la DINA se tomaba la casa propiedad de Theotonio dos Santos en calle José Domingo Cañas 1367 de la comuna de Ñuñoa de la capital y la convertía en el cuartel Ollagüe en clave militar, iniciando la represión sobre las dirigencias del MIR y que culminaría con el asesinato de su líder y secretario general, Miguel Enríquez. En ese cuartel de tortura y exterminio desaparecerían once mujeres y se sospecha de una duodécima que aún los tribunales no lo confirman, además de la ejecución de otra y lanzada por sobre los muros de la embajada de Italia a fin de aterrorizar a todas y todos aquellos perseguidos que amparaba esa delegación diplomática.

A 50 años de estos hechos, el libro si bien transita por los rastros documentales vividos por aquellas mujeres en dicho recinto clandestino provenientes principalmente de los procesos judiciales, también su andar se complementa con entrevistas a familiares y compañeros con los que compartieron en los diseños partidarios y así dar cuenta de sus existencias, anhelantes mundos y resistencias que opusieron a la dictadura civil militar. Pero desmitificándolas de atributos legendarios y de heroicidad, sino desde la perspectiva de jóvenes chilenas puestas en un trance histórico de muerte e intentando sustituir la conceptualización de víctimas a militantes comprometidas con el cambio de las estructuras sociales y políticas del Chile de los ’70.

Memorias que se insertan en contextos más amplios como la convulsa y extraordinaria década de 1960 en el mundo y Latinoamérica, electrificada por la revolución cubana y el surgimiento de las vanguardias, los proyectos globales de sociedad ensayados en Chile, la comparación de las dictaduras unipersonales chilena y española con su “modelo para armar” en pos de ensayar una teoría de los
golpes de Estado y delinear con todas sus características el instrumento fundamental para Augusto Pinochet que resultó la DINA del coronel Manuel Contreras en su estrategia de exterminio de cualquier oposición, real o ficticia. Así, entonces, se describe su modelo organizacional, cuarteles y agentes, dedicando extensos párrafos al cuartel Ollagüe, su alto mando, composición y funcionalidad de los agentes, guardias y conversos, a la vez que su espacialidad de casa habitación trocada en centro de tortura, como es posible observar en los anexos.

Asimismo, se aborda la violencia sexual ejercida sobre la mujer en todo tiempo y geografía y la necesidad de declararse como otro crimen de lesa humanidad, tipificado por la legislación humanitaria internacional, al igual que la desaparición forzada y la tortura, pero sobre todo la tristeza y la perplejidad inundan al considerar que tres de estas mujeres estaban embarazadas, de una cuarta se sospecha su gravidez y una quinta había perdido su embarazo por las torturas en la Academia de Guerra Aérea (AGA) de forma previa a su cautiverio por la DINA, todas desaparecidas con sus hijas o hijos y no existe sanción a causa de ello en el código penal. Todavía más, siete de las mujeres de José Domingo Cañas fueron individualizadas en las oprobiosas listas de los 119…

La historia no posee calcos, sin embargo las violaciones a los derechos humanos de la revuelta social de 2019 se parecen mucho a las del régimen dictatorial y los largos juicios por momentos se eternizan, como el careo que enfrentó a Luis con los perpetradores de María Cristina ante la jueza María Inés Collín a tres décadas de su secuestro en el cuartel Ollagüe que citamos al inicio, y esas mujeres con sus vidas constituyen un peldaño más en la conquista de la sociedad de derechos y del buen vivir que vendrá, pues parafraseando a Salvador Allende los procesos sociales no se detienen ni con la fuerza y el crimen y otras mujeres y hombres construirán una genuina sociedad democrática.

Compañeras detenidas desaparecidas y asesinada en José Domingo Cañas: Muriel Dockendorff, Sonia Bustos, Mónica Llanca, Jacqueline Binfa, Cecilia Bojanic, Amelia Bruhn, Gloria Lagos, María Cristina López, Jacqueline Drouilly, Cecilia Castro, Diana Aron y Lumi Videla… ¡PRESENTE!


Sady Arenas Uriarte

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