Rómulo Pardo Silva
En Chile se conmemoraron los 50 años del asesinato del presidente Salvador Allende.
El inicio de un gobierno empresarial de forma dictatorial.
Se recordaron los hechos, se homenajeó personas vistas en el pasado.
Sin embargo los 1000 días de la UP/Allende fueron una construcción del orden futuro.
El gobierno de Allende/UP el año 1971 ejecutó con éxito una política de planificación, socialización de empresas, producción, vivienda, gestión de servicios públicos, soberanía nacional, multilateralismo, adhesión ciudadana, integración militar, redistribución salarial.
Se la impuso a la oligarquía.
Ese momento, 1971, demostró la viabilidad en Chile del cambio de civilización que objetivamente se necesita.
Hoy el clima está en crisis, la temperatura global se dirige a los 2,8 grados. Se extinguen especies. Amenaza una insuficiencia de energía. Se agotan recursos no renovables.
La responsabilidad es del poder de hecho de los empresarios en el planeta. Rompen el equilibrio de la atmósfera, explotan sin racionalidad la naturaleza, deciden sobre la vida de las personas, dirigen los estados, deciden sobre el uso de armas nucleares.
Ante ese peligro solo cabe cambiar el sistema mundial de oligarcas.
La UP/Allende aplicó en Chile las políticas necesarias: proceso, planificación, propiedad social, gobierno social, acuerdo entre los pueblos.
El programa de 1970 no puede ser para 2023 hacia adelante, no contemplaba la crisis ecológica global, pero da información de ejes con logros para una nueva política.
La sostenibilidad es imposible con poderes privados, requiere medidas que se hagan desde un gobierno ciudadano.
Fue el gobierno patronal insostenible el que destruyó la UP/Allende.
Chile tiene una experiencia 1971 que otros países aún no han vivido.
