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El viernes, la policía israelí detuvo a un grupo de siete rabinos y activistas, estadounidenses e israelíes, en la frontera con Gaza, durante una acción para denunciar el uso del hambre como arma de guerra por parte de Israel contra el pueblo palestino. La iniciativa Rabbis for Ceacefire (Rabinos por un alto el fuego) mandó una delegación con bolsas de alimentos al cruce terrestre entre Israel y el norte de Gaza, como forma de responder a los informes que indican que un millón de personas en Gaza se encuentran frente a una hambruna inminente.
“Es increíblemente importante que quienes nos encontramos en una situación privilegiada usemos ese privilegio para llamar la atención sobre esta catástrofe”, dice Ayelet Waldman, una de las siete personas detenidas el viernes. Waldman enfatiza que su detención, “ligeramente incómoda”, no es nada comparada a la violencia y la represión que enfrentan diariamente las personas palestinas detenidas.
“En este momento lo que importa es detener el hambre y el asesinato de millones de personas en Gaza”, señala la escritora. La acción fue programada en conmemoración de la tradición de la Pascua judía, que celebra el éxodo del pueblo judío de la esclavitud en el Egipto bíblico.
“¿Qué sentido tiene sentarse alrededor de una mesa y celebrar la libertad, cuando en nuestros nombres se está produciendo una hambruna forzada y un asesinato en masa? reflexiona nuestra otra invitada, la rabina Alissa Wise, fundadora y organizadora de Rabbis for Ceasefire, que anteriormente se desempeñó como codirectora ejecutiva de la organización Voz Judía por la Paz.
