Por Javier Zamorano
Radio BioBio Viernes 29 octubre de 2021
Nació en Haití, fue adoptada por familia chilena y hoy se posiciona como una de las grandes promesas del atletismo nacional. Es la eterna carrera de Berdine Castillo, una que inició en 2006 y promete no tener fin.
Demora poco más de dos minutos en una carrera de 800 metros planos, pero cada vez que corre por una pista rememora una historia que comenzó en 2006.
Berdine Castillo se sigue consolidando como la gran promesa del atletismo chileno. A sus 21 años, la joven de sangre haitiana ha pulverizado récords nacionales y se ha colgado varias medallas.
Su última presea fue la que obtuvo en el Sudamericano Sub 23 de Guayaquil, Ecuador, donde se quedó con el oro en los 800 metros planos, su especialidad.
Su sueño es llegar a unos Juegos Olímpicos, pero Castillo ha reconocido que es algo que no le obsesiona. Ella quiere brillar en cualquier competencia en la que le toque representar a Chile.
LA NIÑA QUE SOLO QUERÍA CORRER
En 2006, la pequeña Berdine de 6 años vivía en un hogar de menores en Puerto Príncipe, capital de Haití, donde recibía las intermitentes visitas de su madre.
Fue ahí donde conoció a Mario Castillo, entonces oficial de la Fuerza Aérea, quien supo del orfanato en una de sus rondas como miembro de la misión de paz enviada por la ONU al golpeado país centroamericano.LEE TAMBIÉN…El cuarto oro para Chile: Berdine Castillo se impuso en los 800 m. planos en Sudamericano de EcuadorDomingo 17 Octubre, 2021 | 15:42
Su amplia sonrisa e inocencia encantaron al uniformado, quien comenzó a visitarla repetidamente y a enviarle fotos de la pequeña a su familia en Chile. Un día, su esposa Patricia Lillo le dijo ‘por qué no la traes acá’.
Y Castillo lo hizo. Llegó al aeropuerto Arturo Merino Benítez con la pequeña Berdine en brazos y ella solo recuerda lo oscuro y frío que era Chile, además de las cámaras que asediaron su arribo a suelo nacional.
“Me pasaron una parka que me quedaba gigante”, es el único recuerdo de aquel día de la hoy atleta.
Tuvieron que pasar tres años para que, en 2009, Berdine Castillo se convirtiera en la primera persona se nacionalidad haitiana en ser adoptada mediante decreto de la Corte Suprema.
Para entonces, la niña de amplia sonrisa ya levantaba polvo corriendo por las calles de Iquique. Pese a saber poco y nada de español, se las ingenió para comunicarse con sus padres y hermanas a través de gestos.
“Era chica y solo quería jugar y pasarla bien. Lo que más costó fue el idioma. Mi familia se quería comunicar conmigo y teníamos que hacerlo con señas, así como apuntando lo que quería”, rememoró la atleta nacida en Haití.
PRIMERAS CARRERAS
Con el paso de los años, las condiciones genéticas de Berdine Castillo empezaron a aflorar y, luego de mudarse a la región Metropolitana, empezó a correr ya no solo por diversión.
“En 2014 nos vinimos a vivir a Santiago, en Recoleta. En el colegio en que me inscribieron había un taller de atletismo que lo hacía Mario Vásquez, y me invitó a participar”, reveló la joven deportista, en una entrevista con Emol.https://www.instagram.com/p/CVL-x7qpdzo/embed/?cr=1&v=14&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fwww.biobiochile.cl&rp=%2Fespecial%2Fbbcl-investiga%2Fnoticias%2Fcronicas%2F2021%2F10%2F29%2Fla-eterna-carrera-de-berdine-castillo-la-nina-haitiana-que-suena-con-representar-a-chile-en-jj-oo.shtml#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A4612.5%2C%22ls%22%3A3841%2C%22le%22%3A4597%7D
El estadio Municipal de Recoleta se convirtió rápidamente en su segunda casa, aunque los triunfos tardaron en llegar. Lo anterior, sin embargo, no llevó a Castillo a detenerse.
Fue reduciendo cada vez más sus tiempos hasta registrar 2:12 minutos en una carrera de 800 metros, su mejor marca hasta ahora. Correr ya no era solo por estar en un taller, era su modo de vida.
Se convirtió en campeona nacional en su especialidad y se colgó la plata en los relevos 4×400 en los Binacionales de Córdoba. Su promisoria carrera apenas comenzaba.
“De repente escuchaba ‘con ella vamos a tener medalla olímpica’ y cosas por el estilo. Y yo estoy recién empezando. Para llegar a Juegos Olímpicos hay que ir a Sudamericanos, Panamericanos, muchos campeonatos. Es un peso encima, sí, pero a la vez una motivación”, reconoció Berdine.
“Me parece bien que la gente se motive con otras personas que representan al país. Siento una presión, pero a veces me gusta. Si antes daba lo mejor, ahora doy el doble”, complementó la atleta.
“SOY UNA AFORTUNADA”
Pero en Chile, Berdine Castillo no solo ha tenido tiempo para el atletismo. Consciente de la migración haitiana a nuestro país, es un tema del que siempre ha opinado.
Si bien ella se ha definido como una afortunada, reconoce que “yo sé que en otras experiencias de gente que viene de afuera, tal vez no es así”.
“Me han llegado esas historias. Que a algunos extranjeros no los reciben muy bien, o el tema que se masificó sobre que los extranjeros supuestamente se aprovechan. Yo nunca sufrí eso, pero me pongo en el lugar de ellos, y no me gustaría”, agregó la joven deportista.
Hoy, el cartel de promesa de aquella niña de amplia sonrisa se consolidó. Con experiencia en certámenes juveniles, el próximo gran desafío de Castillo serán los Panamericanos de Santiago 2023 y, por qué no, los Juegos Olímpicos de París 2024.
Su eterna carrera promete no tener límites.