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Joan Alsina – Un 19 de septiembre de 1973 fue asesinado por militares el sacerdote católico

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Un 19 de septiembre de 1973 fue asesinado por militares Juan Alsina Hurtos, joven sacerdote católico trabajador en el Hospital San Juan de Dios.

Fue detenido y asesinado por una patrulla militar golpista. Le rendimos homenaje por su consecuencia y compromiso con el pueblo.

Joan Alsina, 50 años del martirio de un cura catalán junto al pueblo chileno

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Para septiembre de 1973 un grupo de jóvenes curas catalanes vivía en una comunidad, habían dejado Cataluña para compartir la fe junto a los pobladores de San Bernardo en la zona sur de Santiago de Chile. Uno de ellos, Joan Alsina, había optado por ser cura obrero encontrando trabajo en el Hospital San Juan de Dios. Hace 50 años, el Golpe Militar que derrocó al presidente Allende el 11 de septiembre de 1973, no sólo marcaría para siempre a Chile, sino que además torció los proyectos personales de toda una generación de jóvenes. A sus 31 años el padre Joan se encontraba trabajando en el hospital cuando fue detenido por efectivos del ejército el 19 de septiembre de 1973 junto a un grupo de dirigentes sindicales del hospital. El padre Joan, luego del Golpe Militar, pudo asilarse en la embajada de España, pero optó por quedarse en Chile y tomó la decisión de seguir trabajando en el hospital que estaba atendiendo a quienes llegaban heridos producto de la represión de los primeros días de la dictadura. Al igual que Jesús fue detenido injustamente por quienes detentaban el poder, interrogado, humillado por sus captores y fue víctima de torturas. El vía crucis del padre Joan termina cuando fue llevado a un puente para ser fusilarlo. Quien le disparó era un joven soldado que recibió las órdenes de un militar de más alto rango. Cuando lo asesinan en la baranda del puente Bulnes sobre el río Mapocho, el cura Alsina le otorgó el perdón al soldado. Así como otros cuerpos de los ejecutados por militares en las primeras semanas de la dictadura de Pinochet, fue lanzado al río que cruza la ciudad de Santiago. Su cuerpo fue rescatado desde el río para ser sepultado en el cementerio parroquial de San Bernardo. 

¿Por qué los militares asesinaron al cura Joan Alsina? Porque si sabiendo que era un sacerdote, un joven extranjero, igual decidieron su muerte. Seguramente les molestó que estuviera compartiendo su vida junto a los trabajadores de un hospital público, que viviera en una población, que no estuviera encerrado en una iglesia. Joan Alsina es un mártir de nuestros días, por su testimonio, por su muerte. La muerte de Joan Alsina representa la negación a aceptar la diversidad de nuestra sociedad, que existen curas que pueden vivir su vocación junto a los más pobres, que los sacerdotes pueden trabajar como obrero, como empleado, al igual que gran parte de la población. Durante el gobierno del socialista Salvador Allende un grupo de curas optaron por una decisión radical: irse a vivir a los suburbios de Santiago para compartir con los más pobres de la ciudad, asumiendo un llamado desde el Concilio Vaticano II, de la Encíclica de Medellín, de la convocatoria que hizo el padre Gustavo Gutiérrez, no se debe hablar de derrotar la pobreza, si tu no conoces a quienes viven de la pobreza. No se pude predicar sobre la exigencia de justicia, si no se conoce a los excluidos de la sociedad. La justicia social es la predica de los curas obreros porque ellos conocen del testimonio de los excluidos de la sociedad dado que conviven con ellos, comparten sus barrios, comparten sus esperanzas. 

Al igual que Jesús, el carpintero, murió porque trataba a las mujeres como iguales, compartía con todas las personas sin distinguir su origen, Joan muere asesinado porque no siguió el camino de encerrarse en un templo, sino de salir a compartir la vida, en especial con aquellas personas más sencillas. Ese testimonio molesta a los poderosos, a los que tienen un fusil, a los que se han tomado el poder. Los que detentaban el poder de las armas no sólo asesinaron a Joan: mataron a Miguel Woodward en Valparaíso, por ser un cura poblador; asesinaron al cura Antonio Llidó, quien dejo Valencia para ser un misionero en Chile viviendo como un cura poblador en la ciudad de Quillota -el padre Antonio Llidó continúa como detenido desaparecido-; mataron al cura salesiano Gerardo Poblete en Iquique; luego en los ochenta el cura francés André Jarlan murió asesinado en La Victoria, como muchos otros pobladores. Estos son los seguidores de Jesús que la dictadura mató por estar compartiendo junto al pueblo. Sus nombres están reconocidos como víctimas de la dictadura por el Informe Rettig, comisión de la verdad que hizo un reporte sobre las victimas ejecutadas políticas, detenidas y desaparecidas de la dictadura en Chile.

En lo que respecta a la justicia por la muerte de Joan, su caso fue investigado por un ministro en visita, para luego terminar en la Corte Suprema. El 29 de noviembre de 2007 se dictó un fallo que confirmó la condena contra el mayor en retiro de Ejército, Donato López, por su responsabilidad en el homicidio del sacerdote. Pero este militar cumplió su condena en su casa, sin pisar la cárcel, porque fue condenado a tres años y un día de prisión pero obteniendo por esta pena tan baja el beneficio de la libertad vigilada. No es una novedad: muchos juicios de derechos humanos, obtienen de parte de los tribunales penas bajas que dejan a los responsables de crímenes de lesa humanidad cumpliendo la pena en su hogar. El lugar donde murió el padre Joan Alsina se ha transformado en un memorial para los que murieron en el puente Bulnes. En una pared esta la antigua baranda que testimonia con marcas las balas que recibió. Esta baranda es hoy la cruz en que se recuerda al padre Joan, el lugar hoy es un sitio de memoria, que recuerda a quienes fueron fusilados en ese puente. 

Para recordar el martirio del cura Joan Alsina se ha hecho una tradición el último domingo de septiembre se recuerda con una misa el testimonio de Joan Alsina, como un mártir del pueblo, junto a las demás victimas de la dictadura, ejecutados políticos, detenidos desaparecidos. A 50 años de este martirio el domingo 24 de septiembre del 2023, se realizó una misa en el memorial del Puente Bulnes, comunidades cristianas de base de distintas partes de Santiago, junto a curas obreros, se reunieron para hacer memoria del padre Joan Alsina, acompañaron esta misa sus familiares que viajaron desde Cataluña. Encabezó la misa un sacerdote español, Álvaro Chordi, quien ha sido nombrado obispo por el papa Francisco y es vecino del sector al ser el párroco de una iglesia cercana al Puente Bulnes. A 50 años del martirio del padre Joan Alsina, su muerte no ha quedado en el olvido, el pueblo lo recuerda como un sacerdote que murió por estar junto a los pobres, por compartir sus luchas, sus exigencias de justicia. Exigencias y luchas que siguen presentes. 

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