6 de mayo de 2023 Partido Socialista (CIT Inglaterra y Gales) Gran Bretaña
Imagen: Miembros del sindicato de trabajadores postales CWU protestan frente al Palacio de Buckingham en Londres.
Editorial del Socialist (número 1225), periódico del Partido Socialista (CIT Inglaterra y Gales)
“Pierda la confianza en la democracia y la democracia muere. Si se pierde la confianza en el capitalismo, también fracasará”. Esta fue la advertencia que dio la líder tory de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, en el lanzamiento del Edelman Trust Barometer 2023 en marzo.
Abundan las encuestas sobre la confianza, pero todas concluyen que la confianza en las instituciones de la sociedad capitalista moderna (partidos políticos, gobiernos, prensa, policía, poder judicial) se está erosionando, especialmente entre los jóvenes. La Encuesta Mundial de Valores encontró que la confianza en el gobierno entre los Millennials en Gran Bretaña se ha reducido a la mitad desde 2005. Este es el trasfondo de la Coronación.
Para los más pobres, dijo Mordaunt, “todo el sistema puede parecer manipulado en su contra”. Eso es porque lo es. Las enfermeras, por ejemplo, se enfrentan a un gobierno Tory, encabezado por un heredero multimillonario, que ataca su derecho democrático a la huelga. El ‘aumento’ salarial que se les impone asciende a alrededor de la mitad de lo que les ha quitado de sus salarios la eliminación de las becas para estudiantes. De hecho, la oferta de pago del NHS equivale a aproximadamente una sexta parte de la inflación en un sándwich de queso.
Mientras tanto, las grandes empresas que poseen los medios para producir ese sándwich, incluida la energía, el agua y los supermercados, obtienen ganancias. El Financial Times señaló recientemente que, en todas las economías occidentales, los «márgenes de ganancias alcanzaron niveles récord» durante 2022 y «siguen siendo históricamente altos». Una investigación publicada en marzo por el sindicato Unite mostró que, para las 350 empresas más grandes que cotizan en la Bolsa de Valores de Londres, “los márgenes de beneficio para la primera mitad de 2022 fueron un 89 % más altos que en el mismo período de 2019”.
Mordaunt expresa el temor fundado entre los defensores del capitalismo de que la consiguiente pérdida de confianza en el sistema represente una amenaza para la continuación del capitalismo, basado en la maximización de las ganancias privadas a través de la explotación de la mayoría por una pequeña minoría. El temor es que los hallazgos de Edelman, que “el 61% quiere un nuevo tipo de partido político”, mientras que “el 73% quiere un nuevo pensamiento, ideas y enfoques”, encontrarán expresión en una lucha por construir un nuevo partido de trabajadores con una orientación socialista. programa para acabar con el orden capitalista y la pobreza, la guerra y la opresión inherentes a él.
Históricamente, la monarquía ha jugado un papel en desdibujar los bordes de la desigualdad de clases. Al engendrar un sentido de «nación» o «unidad nacional», el monarca y los eventos reales han intentado atraer a la clase trabajadora a sentirse parte del sistema, ofuscando cuán manipulado está y la necesidad de organizarse para la transformación socialista.
Hace 70 años
Sin embargo, la crisis del capitalismo y los intentos de hacer que la clase obrera pague por ello socava esto. En el momento de la coronación de la reina hace 70 años, había cierta base material para creer que el sistema ofrecía un futuro decente. El NHS se había establecido, y aún no estaba siendo destruido por la privatización y los recortes de fondos como es el caso hoy. Bajo la presión de la clase trabajadora organizada y la amenaza potencial al derecho de gobernar de los capitalistas, el gobierno Tory en 1953 completó 245,160 nuevas viviendas sociales. Bajo el procapitalista Nuevo Laborismo de Tony Blair, se construyeron 130 viviendas sociales en 2004 y las cifras siguen siendo bajas. Los precios de la vivienda también han aumentado drásticamente: si el precio de un pollo de supermercado hubiera aumentado al mismo ritmo desde finales de la década de 1960, hoy costaría más de 50 libras esterlinas. ¿Qué base hay para que la gente de clase trabajadora, especialmente la juventud, tenga confianza en este sistema?
La Coronación, pagada públicamente por 250 millones de libras esterlinas, revela que, bajo Carlos, la capacidad de la monarquía para seguir desempeñando ese papel es cada vez más limitada. Desde 2013, el número de jóvenes que apoyan su continuación se ha reducido a la mitad hasta el 32%. La investigación reciente sobre su riqueza obscena publicada por el periódico The Guardian y el enfoque en las conexiones de la familia real con el comercio de esclavos se suman a este estado de ánimo. La esclavitud desempeñó un papel central en la creación de las bases para el capitalismo británico e involucró prácticamente a todas las instituciones del capitalismo británico moderno que existieron durante los años de la trata transatlántica de esclavos, incluida la familia real.
Esta situación plantea un problema para la clase capitalista por varias razones. Su sistema no es democrático, incluido el mantenimiento de un jefe de estado y una Cámara de los Lores no elegidos; prensa propiedad de multimillonarios y legislación antisindical; y, fundamentalmente, se basa en la propiedad de los medios de producción por parte de la pequeña élite capitalista. Pero su preferencia es que esto se oscurezca y que haya un consenso que los mantenga en el poder con una mínima oposición. La alternativa que les impone la lucha de clases, que se basa en una mayor represión, puede revelar más claramente el carácter real del capitalismo, ‘rojo con dientes y garras’ y puede acelerar la comprensión de la necesidad de reemplazar el sistema capitalista amañado.
Su poder
Para la clase capitalista, hay más en este enigma. La monarquía tiene poderes de reserva, incluso para disolver gobiernos, convocar elecciones e incluso declarar la ley marcial. Los poderes de la Reina se utilizaron en noviembre de 1975 en Australia, cuando el gobernador general, el representante de la Reina, destituyó al primer ministro laborista electo Gough Whitlam. Whitlam había sido empujado por la presión de la clase trabajadora y los movimientos sociales para llevar a cabo reformas sustanciales, incluida la educación superior gratuita.
Es por estas razones que el Partido Socialista dice que la monarquía debería ser abolida. Por el papel que puede jugar la monarquía para ellos, la clase capitalista luchará por mantenerla. Es necesario construir un movimiento obrero masivo armado con un programa socialista que pueda reemplazar al capitalismo fallido, con todas sus instituciones estatales represivas y coercitivas y la desigualdad. El socialismo, basado en una economía democrática planificada, puede satisfacer las necesidades de millones, no de millonarios, y del medio ambiente.
