por Gustavo Burgos
El reciente fallo de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, acogiendo el recurso de protección de la profesora jubilada María Angélica Ojeda, quien reclama la devolución de los fondos de su cuenta de capitalización individual a la AFP Habitat, junto al fallo de la Corte de Apelaciones de Talca -del 11 de marzo pasado- que actuó en el mismo sentido a favor del trabajador, en causa seguida por el pensionado José González Uribe contra la AFP Provida, deben considerarse -sin bemoles- como una victoria política del movimiento No+AFP y de su estrategia de judicializar el reclamo.
No haremos loas a los cuentos de hadas del liberalismo burgués sobre la separación de poderes. Por lo mismo debemos entender que estos fallos expresan particularmente las fisuras que dentro del régimen capitalista comienzan a dibujarse en relación a la crisis colosal que lo tensiona prácticamente en todas las áreas.