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LA LUCHA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
Por Mariana Trejo, de Our Voice – 29 de abril 2020
Temuco, al sur de Santiago de chile, aquella ciudad con su plaza principal adornada con palmas importadas. Cerca de ésta se erige el Museo Regional de la Araucanía, un edificio colonial que alberga trajes y objetos decorativos mapuches, junto con diversos artefactos arqueológicos, de un pasado que dice presente en las celdas de su cárcel, donde presos políticos mapuches son rehenes de un Estado opresor del pueblo, hoy con Sebastián Piñera a la cabeza, pero que por años ha intentado destruir sus raíces.
La cárcel de Temuco ha sido escenario de maliciosas y sucias prácticas de parte de los funcionarios penitenciarios en el pasado, como así también de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes hacia la población carcelaria. En ese contexto el lonko Facundo Jones Huala cumple una condena a nueve años de prisión por el incendio de una propiedad en la estancia Pisu Pisué (hecho que data del 9 de enero de 2013) junto a un grupo de desconocidos, y por posesión ilegal de armas de fabricación casera, según la sentencia que emitió el Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia en su momento, y en la cual todos los demás imputados fueron absueltos.
En la cárcel de Puente Alto, de la capital, estalló el brote de virus más grande de la región, con más de 300 infectados de Covid-19. La cárcel contaba con un solo agente de salud, y dos auxiliares. Y esto se repite en muchas ciudades metropolitanas de Latinoamérica, y deja al descubierto la falta de un plan de contingencia de salud, y un dudoso criterio para la liberación condicional de los reclusos por la emergencia sanitaria.
La sentencia de Facundo Jones Huala fue dictada con muchísimas irregularidades en su momento, y su extradición de la Argentina se concretó a pesar de las recomendaciones de la ONU, que advertía que Chile no contaba con los estándares internacionales para garantizar condiciones carcelarias dignas.
Esas irregularidades quedaron expuestas el pasado 24 de abril al ser entrevistado Facundo Jones Huala por una psicóloga de Gendarmería. Horas más tarde de la entrevista dio positivo el test de Covid-19 que se hizo al Lonko, evidenciando la paupérrima capacidad para resguardar la salud e integridad física de los presos y en particular de los presos políticos mapuche, de la institución carcelaria de Temuco.
“Pedimos el traslado del lamien desde Chile hacia Argentina, hacia puelmapu, dado que hay muchas limitantes para que acompañemos la situación entendiendo que además Chile no está teniendo la misma actitud de responsabilidad hacia la cuestión sanitaria ante esta pandemia y claramente se pone en riesgo a toda la sociedad carcelaria”.
Es el pedido de la Lof en la voz de la werken Soraya Maicoño que nos relataba la situación que vivía el Lonko en las primeras horas de conocerse estos hechos.
¿Fue algo inesperado? No. Hace tiempo desde las comunidades se venía denunciando esta situación, y hace unos días los presos políticos de Temuco lo denunciaron en un comunicado:
“…la descongestión del sobresaturado sistema penal es de suma urgencia en términos humanitarios, tanto para todos los presos e incluso los mismos funcionarios, primordialmente lo que respecta a nuestra condición de presos políticos mapuches como actores políticos del movimiento mapuche en lucha por reconstruirnos y liberarnos de forma integral, las consecuencias, reiteramos, de contagio y la muerte debido al virus y sus coletazos dentro del sistema penal, social, político, psicológicamente son diversas y muy peligrosas, así como el resto de los presos políticos preocupados en torno de la transformación social de sus pueblos. Por lo tanto, hacemos un llamado amplio a nuestro pueblo, nuestros territorios, y organizaciones a exigir la Libertad de todos los presos políticos mapuches como demanda principal”.
En cambio, para los genocidas que participaron en la última dictadura (encarcelada en recintos de privilegio, no hacinada), Piñera insiste con la ley de indulto, por la emergencia sanitaria.
“Hasta el momento solo se ha liberado a criminales de lesa humanidad y anti mapuches como el paco asesino de Catrillanca y a los nefastos agentes de la operación “Huracán”, amparándose en la excusa de la pandemia, sin embargo los presos políticos mapuches somos retenidos en las mazmorras del opresor, cumpliendo con todos los requisitos e innumerables postulaciones para el Centro de Estudio y Trabajo (CET) y otros beneficios, más tiempo acreditado del estipulado por la condena y el acceso de libertad condicional, por ejemplo, incluso habiendo entre nosotros enfermos crónicos catalogados como sector vulnerable”.
A esto se sumó que luego de aislar a Facundo Jones Huala de la población carcelaria se presentó la imposibilidad de que le envíen su lawen (medicina). Además el Estado chileno restringe «el ingreso de elementos de higiene y alimentos, acorde a las pautas culturales del Pueblo Mapuche».
Un desenlace esperado para la política de turno, o es lo que nos hace pensar, por no presentar ninguna solución para Facundo Jones Huala, Celestino Córdova, y los demás comuneros, a pesar de todas las advertencias.
Por fortuna, durante la tarde del pasado 28 de abril se comunicó a la defensa del lonko que los exámenes de Covid-19 fueron negativos pero que se mantendría en cuarentena durante 15 días, en un recinto habilitado y con los protocolos dentro del CDP de Temuco, según se dio a conocer.
¿Cuantas más acciones irresponsables por parte del gobierno chileno vamos a seguir viendo con los presos políticos mapuches? Privados de su libertad solo por el hecho de defender la cultura que los winkas han masacrado una y otra vez de norte a sur en una Latinoamérica desangrada.
Desde Pu Lof en Resistencia Dpto. Cushamen hacen un llamado a las organizaciones, y colectivos populares nacionales e internacionales, a pronunciarse y exigir la solución inmediata (tanto al Estado chileno como al Estado argentino) la libertad de todos los presos políticos mapuche y la vuelta al territorio del Lonko Facundo Jones Huala.
El virus más peligroso no es el Covid-19, sino el que sostiene a estos Estados cada vez más teñidos de fascismo y racismo, como lo es Chile.
¿Admitirán el pedido de las Comunidades y Organismos de DDHH para repatriar al Lonko a su país de origen? Un pedido dentro de las posibilidades legales del sistema, pero aún más justo por su condición como preso político.
*Foto de Portada: Diario la Capital