Patricio Guzmán S.
La movilidad social está estancada
En los países desarrollados la movilidad social, es decir el ascenso hacia sectores de ingresos medios, está detenida. En los Estados Unidos, el país del sueño americano o de la movilidad social, la movilidad absoluta ascendente se redujo durante la segunda mitad del siglo XX. El sueño americano se ha venido desmoronando, pero también ha quedado al descubierto la falacia del supuesto chorreo de riqueza hacia los sectores pobres.
Al contrario son numerosos los estudios que muestran no solamente las dificultades para mejorar la situación económica sino una creciente concentración de la riqueza . La versión 2018 de un estudio de riqueza global de la Consultora The Boston Consulting Group (BCG) mostró que apenas 161 personas concentran el 20% de la riqueza en Chile. Otro estudio del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), mostró que el 0,1% más rico de Chile, cerca de 10.000 personas, concentran el 19,5% de la riqueza del país.
Además de acuerdo con dicho estudio la mitad de los recursos acumulados en Chile, corresponde a los ahorros previsionales. En teoría estos ahorros obligatorios en cuentas de capitalización individual son de propiedad de los trabajadores que tienen estas cuentas, sin embargo es un extraño concepto de propiedad pues los propietarios no pueden disponer de ellos, no tienen goce ni usufructo, ni siquiera en casos calamitosos como enfermedades graves o terminales, o sociales plenamente justificados como adquirir una primera vivienda. En la práctica este ahorro previsional está a disposición de los grandes grupos económicos e instituciones con capacidad de tranzar títulos financieros en los mercados de valores.
Este grave retroceso general de la movilidad social desde los años 90 del siglo pasado ha quedado de manifiesto en un reporte de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico, que agrupa a la mayoría de las economías más desarrolladas del mundo, y a algunas emergentes como México, Colombia Y Chile.
180 años demoraría en Chile un pobre en llegar a los ingresos medios
Los países de América Latina desde el punto de vista de la movilidad social listados por la OCDE, Colombia, Brasil, Argentina y Chile, muestran el estancamiento en la mejora social.
En Colombia serían 11 generaciones, es seguir 330 años para llegar a la clase media.
En Brasil serían 9 generaciones, o 270 años para subir a los sectores sociales intermedios.
En Chile y en Argentina tomaría 6 generaciones para que un pobre llegué al segmento de ingresos medios, es decir 180 años.
En Los Estados Unidos se necesitan 5 generaciones para conseguir el ansiado progreso social de un pobre es decir 150 años.
El promedio en los países de la OCDE es de 4,5 generaciones, o sea 135 años.
Alta vulnerabilidad de la gente de ingresos medios que puede caer en la pobreza
El informe también alerta sobre la vulnerabilidad de la gente en los sectores de ingresos medios. Durante el periodo de cuatro años en que se realizó el estudio uno de cada siete de todos los hogares de clase media y una de cada cinco personas que viven cerca de los ingresos inferiores, cayeron al 20% más pobre.
Recomendaciones
El reporte de la OCDE recomienda que «Los países necesitan instituir políticas que brinden a todos la oportunidad de tener éxito, señala la OCDE. Aumentar las inversiones en las políticas para educación —sobre todo a temprana edad—, a la salud y a la familia los que crearían condiciones más justas para los niños desfavorecidos y moderaría el impacto de las privaciones financieras en el futuro.
Acceder a viviendas asequibles de buena calidad y transporte, así como una mejor planeación urbana también contribuiría a reducir las divisiones regionales y las concentraciones de hogares desfavorecidos en las ciudades. Reducir la evasión de impuestos sobre herencias y donaciones, y diseñar sistemas tributarios progresivos con tasas adecuadas y exenciones reducidas mejorarían la movilidad social. Fortalecer las medidas de protección social y los programas de capacitación, así como vincular los derechos de protección social con los individuos, no con los empleos, ayudaría a las personas —sobre todo a quienes ganan poco— a sobrellevar la pérdida de su trabajo.»
http://www.oecd.org/social/broken-elevator-how-to-promote-social-mobility-9789264301085-en.htm