Pepe Gutierrez Alvarez
La salida de España de Largo Caballero fue objeto de una amplia campaña denigratoria por parte de la prensa comunista y del propio partido cuyo Buró Político aprobó el 2 de febrero, sólo cuatro días antes de que también cruzara el presidente de la República y el gobierno, una resolución que decía: «el Buró Político denuncia a la clase obrera y al pueblo español la huida vergonzosa de territorio nacional del Sr. Largo Caballero, el que rodeado de un pequeño grupo de enemigos de la unidad del pueblo español [y] de sus organizaciones, ha hecho quanto (sic) estaba en su mano para sabotear la obra del Gobierno y romper la unidad y la resistencia de nuestro pueblo y que ahora corona con la deserción su anterior obra criminal» (Aróstegui, pág. 671)
«La importancia que desde el primer momento atribuyó el régimen de Vichy a un buen entendimiento con la España de Franco hizo que las personalidades republicanas españolas refugiadas en Francia fuesen activamente buscadas, encarceladas o confinadas en residencias vigiladas. Ello por no hablar de la actividad aún mucho más brutal en el mismo sentido de los ocupantes nazis [en la parte de Francia que quedó bajo su control directo]. En consecuencia, la presencia de un refugiado tan significado como el antiguo presidente del Gobierno de la República española y alto dirigente del socialismo español en territorio de Vichy no la perderían de vista en ningún momento» (Aróstegui, pág. 691)
En la prisión de Limoges sufrió «un trato infernal, a sus setenta y un años de edad y en su precario estado de salud, que incluyó desnudez, frío y hambre, durante treinta y un días, «en condiciones impropias de mi avanzada edad, de mi estado de salud y de representación político-social»» (Aróstegui, pág. 700)En el libro Cartas a un amigo (Mis recuerdos), publicado seis años después de su muerte, dedicó al tema un largo capítulo titulado «El infierno de los campos de concentración alemanes». «Sus relatos del horror no dicen nada sustancialmente nuevo en relación con lo que después se ha sabido sobre el universo concentracionario nazi, pero existen pasajes que resultan de interés por la temprana fecha en que se redactaron. Caballero habla explícitamente de fusilamientos, ahorcamientos, duchas con gases tóxicos y hornos crematorios» (Aróstegui, pág. 714) (NOTAS DE WIKIPEDIA)