por Pepe Gutierrez Alvarez
En la segundo mitad de los años sesenta, Alianza Editorial realizó una edición de bolsillo de la: “Historia de las agitaciones campesinas en Andalucía”, de Juan Díaz del Moral. Este tipo de edición se desde entonces en habitual…
Algunos teníamos noticias de su autor que fui leyendo con mucha fiebre mientras trabajaba en una fábrica de vidrio que está llena antiguos cenetistas, tan cansados de derrota que podían decir aquello que si alguna vez ganaban, no se lo iban a creer. Las lecturas se sucedían en los intervalos que nos correspondían entre los turnos de hornos, y su título no pasó desapercibido para algunos compañeros –entre ellos un “abuelo” malagueño que había sido coronel de la República, y un viejo combatiente que había hecho la guerra con Cipriano Mera-, pero tampoco para los dueños que no estaban acostumbrado a ver a algunos de sus trabajadores leer. El libro pasó a la pequeña “biblioteca” de la comisión obrera que montamos, ya la que empezaron poco a poco a apuntarse algunos veteranos. Ellos también tenían sus historias, sus tragedias y todavía les podía el miedo a lo que les había tocado ver.
Pero más allá de las discusiones, la lectura del libro editado en 1929 y ahora recuperado nos llevaba a dos puntos importantes. El primero era que las agitaciones agrarias andaluces venían desde los tiempos en que los señores se adueñaron de las tierras, y habían vuelto una y otra vez. El segundo nos remitía al alcance que estas agitaciones llegaron a tener desde la creación de sección española de la AIT, su importancia hasta culminar en lo que su autor inmortalizó con el nombre de “trienio bolchevista”…. Díaz del Moral llama así a un periodo de enorme agitación revolucionaria en Andalucía, sobre todo aglutinada por los anarcosindicalistas de la CNT andaluza, mucho más que por los socialistas, alentada por las noticias del triunfo de la revolución bolchevique en Rusia, la «revolución de octubre» que dio la tierra a los campesinos.
El “trienio” comprende los años 1918, 1919 y 1920, acentuaron de una manera significativa dichas agitaciones, fueron los patronos y terratenientes andaluces. No fue desde luego, el único lugar del mundo. La mayor huelga transcurre entre mayo y junio de 1918; la de marzo de 1919, mayor aún, que se extendiera a las ciudades. En mayo del 18 el congreso sindical campesino anarco-sindicalista en Castro del Río; las efímeras «repúblicas bolcheviques» de aldea. Se dan luchas ofensivas contra la mecanización agrícola e incluso incendios de cosechas.
Es una agitación contextualizada a la sombra de la revolución de Octubre se proyectó por buena parte de Europa (revoluciones en Hungría, Alemania-Austria, huelga general con ocupaciones de empresa en Italia, emergencia de los consejos obreros), y retumbó por diversas partes del mundo, por ejemplo, hubo una potente huelga general de obreros (blancos) en Sudáfrica en 1920…Pero responde a una crisis social que se remonta a mucho tiempo a tras, y que ya sacudieron Andalucía en los tiempos de la Primera República. Por la misma época, Cataluña vive una fase intensa de huelgas, los campos se Extremadura y Levante también se movieron. En febrero de 1919, la capital del Estado, fue escenario de doscientos saqueos de tiendas de alimentación. Valencia conoció una «huelga de saqueo». Es un tiempo en que se utilizan palabras como Lenin, soviets, revolución Octubre, en algunos casos hasta se rotulan algunas calles importantes.
Bajo otros formatos diferentes, las luchas obreras están de nuevos ahí, de hecho, aunque sea parcialmente, nunca había dejado de existir.











