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Entrevista: EE.UU y el narcotráfico urden conspiración contra el legítimo Gobierno de Nicaragua

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El diario salvadoreño, El Faro, realizó una entrevista al Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional, compañero Jacinto Suárez, donde el diputado señala a Estados Unidos y el narcotráfico de urdir una conspiración contra el legítimo Gobierno de Nicaragua.

A continuación la entrevista a Jacinto Suárez de El Faro

Jacinto Suárez, una de las más influyentes figuras del sandinismo, responsabiliza a la oligarquía, Estados Unidos y el narcotráfico de complotar un golpe de Estado en contra de su partido. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso justifica el uso de paramilitares y advierte que la ciudadanía tiene derecho a defenderse de “los otros”, los que exigen la salida del presidente Ortega.

Suárez preside la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso nicaragüense, pero es además el hombre a cargo de las relaciones internacionales del partido y, como tal, el representante sandinista ante el Foro de Sao Paulo.

La cercanía de Suárez con el presidente Ortega, sin embargo, se remonta a su infancia. Ambos nacieron y crecieron en los mismos barrios de Managua y Suárez se integró al movimiento guerrillero sandinista desde los 15 años. A los 19 cayó preso y compartió prisión con Ortega, hasta que ambos fueron liberados en 1974. Entonces le asignaron funciones en el área de relaciones internacionales.

Ha servido como vicecanciller, jefe de inteligencia, embajador en Moscú y Secretario Ejecutivo de la comandancia general del Frente. Es, pues, un hombre cercano al comandante y presidente nicaragüense.

Suárez es un hombre parco, de pocas expresiones corporales, pero con voz de mando. Está molesto por lo que él considera un intento de golpe de Estado en contra no solo de Ortega, sino del pueblo nicaragüense. Seguro de sus convicciones, acusa a la oligarquía, a Estados Unidos y al narcotráfico de urdir esta conspiración en su contra.

Esta entrevista fue realizada en su oficina.

¿Cómo entienden ustedes esta situación?

Hoy es más fácil y más evidente entender la participación norteamericana. Hace unos días la embajadora estadounidense pidió a la policía nacional que le devolvieran los vehículos que había donado. Hay múltiples escritos en que ya señalan con toda claridad y hasta dan cifras del dinero que han dado las agencias norteamericanas aquí. En Estados Unidos recibieron con bombo y platillo a unos representantes de los estudiantes. Allí los recibieron, los llevaron a Washington, se fotografiaron con la mafia cubana, etcétera, etcétera. Ahora en El Salvador se están reuniendo con Arena. Los recibió el alcalde que nunca puedo pronunciar el nombre.

Muyshondt. Ernesto Muyshondt.

Él. Es decir, todo ese mundo en el que se han movido es la derecha más recalcitrante en el continente. La mafia cubano americana, Arena… es más que evidente que los Estados Unidos están detrás de esto.

¿Por qué cree usted que Estados Unidos quiere derrocarlos?

Nicaragua era un mal ejemplo. ¿Cómo es posible que en un país tan chico y destruido por la guerra tome el poder Daniel Ortega y, por arte de magia, este país que estaba postrado, comience a levantarse y llegar a ser de los países de mayor crecimiento en América Latina? Pues cuando llegó la izquierda…

Y pactó con la empresa privada…

La oligarquía tenía un acuerdo con el Frente Sandinista para reconstruir Nicaragua y comenzaron el acuerdo tripartito sindicato-gobierno-empresa privada. Esto le dio mucho florecimiento a la economía nacional, pero a la vez un estorbo político que quisieron sacudirse.

¿Quiénes?

La oligarquía y los Estados Unidos. Ellos pensaban en un golpe de Estado de los que nosotros conocemos…

Pero aparentemente no fue así durante muchos años. El Cosep y el señor José Adán Aguerri pasaron de gira por toda América Latina todos esos años presumiendo las virtudes de un acuerdo con Daniel Ortega. ¿Dónde estaba el estorbo?

Es que fue una señal norteamericana. Unos días antes de abril hay un discurso de la embajadora norteamericana aquí que les dice a los empresarios que tengan cuidado con esa alianza. Allí comienza a configurarse un cuadro en el que la oligarquía comienza a buscar cómo salir de Daniel Ortega.

¿Pero por qué?

Porque es la señal norteamericana y es la decisión del imperio.

Déjeme cuestionar su tesis poniendo sobre la mesa algunos hechos: la empresa privada de este país, la gran empresa, se lucró mucho de este acuerdo. Estaban muy cómodos.

Así es. Pero hay una parte que no le he dicho: aquí vino mucha plata por parte de Venezuela. Por ejemplo, los ganaderos. ¿Usted sabe que aquí vendían ganado en pie para Venezuela y vendían carne? Tuvieron una reunión incluso con Chávez. Era un trato preferencial que le dio mucho dinero a la oligarquía. En el caso del ganado y de la carne, ese contrato terminó a comienzos de este año. Se agotó. Ya no venden nada. Toda esa plata que les estaba produciendo se cayó producto de la situación venezolana y, con ello, la alianza que tenían con el Gobierno nicaragüense. Esa es la clave para entender esto. Y, por otro lado, las nuevas políticas imperiales; que están señalando la batalla contra los gobiernos progresistas y el “mal ejemplo” de Nicaragua, hay que destruir. Pero se equivocaron en una cosa: en que este es un Gobierno con una base popular. El Cosep como tal maneja el 30 por ciento de la producción nacional. ¿Sabe quién maneja el resto?

Supongo que las pequeñas empresas no agremiadas y la economía informal.

La pequeña y la mediana empresa hija de la revolución. Para que tenga una idea de cómo es aquí: Cuando el Cosep llama a paro nacional, para el 30 por ciento de la economía. Quisieron sumar el transporte y los sindicatos del transporte y les dijeron que no. Daniel Ortega modernizó el sistema de transporte público. Y así hay varios sectores que se niegan a un paro. Si usted pregunta qué sindicatos fueron a la huelga se encuentra con que ninguno. La oligarquía y los estudiantes que participaron en eso no fueron suficientes para derrocar un gobierno. Entonces recurren a formas terroristas como saqueos, para provocar el caos. Después se vino el diálogo nacional, en el que Daniel Ortega llamó a la iglesia para mediar.

Eso parece estar estancado.

Ellos llegan a exigir y no dan. Que se vaya Ortega y quieren elecciones adelantadas. Les decimos que quiten los tranques y no quieren. No quieren dar nada. Nosotros ya les decimos la Comisión de la Exigencia. Esa comisión que anda aquí de la CIDH la pidieron ellos. La otra de Naciones Unidas la pidieron ellos. Todo eso ellos lo han pedido y todo se les ha dado.

Mire, no hay peor producto en el sistema capitalista que el pobre de derecha. ¿Me entiende el concepto?

No.

El pobre de derecha es el peor producto que puede dar este sistema. Aquí hay en Nicaragua, como en otros países del mundo, un porcentaje de votantes, que aquí debe ser como de 30 por ciento, que son de derecha. ¡Y son pobres! Y deben ser bastantes. Como en los años de la contrarrevolución, que era gente pobre la que se alzaba. Esa gente pobre no acepta un gobierno de izquierda. Ustedes en El Salvador eso lo entienden muy bien.

¿Me está diciendo que esa gente en Masaya, en Monimbó, son gente de derecha?

Así es. Se lo estoy diciendo. Y le explico algo más: nosotros conocemos bien Monimbó. Ahí hay nueve pandillas que son las que están allí. Eso es.

He conocido no a uno ni a dos, sino a muchos nicaragüenses que me dicen abiertamente que han votado por el Frente Sandinista toda su vida. Incluso excombatientes sandinistas que hoy exigen la renuncia de presidente…

Le explico otra cosa: usted entiende perfectamente bien cómo los medios de prensa influyen sobre la conciencia. Hay una masa que nosotros teníamos de nuestra parte que ha sido influenciada por una campaña feroz en nuestra contra. Esa es parte de la técnica del golpe y hay gente que se ha dejado llevar por eso. Y nos cobra algunos errores cometidos por nosotros.

¿Qué errores cree usted que han cometido?

Ahorita no vamos a hablar de eso. Vamos a salir de esto y después corregiremos nuestros errores. Pero los hay, indudablemente.

Aquí hubo una protesta. Entonces inventaron un muerto. Que había muerto un estudiante y que había que volver a la calle. Hubo una segunda manifestación en la que hubo tres muertos. Un policía y dos manifestantes. De ahí se desencadenó otro efecto: los muertos, los muertos, los muertos. Hay muertos falsos y muertos verdaderos. Tenemos un montón de muertos nuestros, que son bastantes, y tenemos muertos del otro lado. ¿Qué me puede decir usted a mí de represión cuando a vos también te matan? Porque esos manifestantes no están desarmados y ustedes lo saben. Tal vez no los manifestantes, pero sí los que están en los tranques. Mire, cuando entraron a Masaya hubo tres muertos porque resistieron y le dispararon a la policía y ésta le contestó.

Suárez compartió infancia y también prisión con Daniel Ortega. Además de diputado y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, es el representante del FSLN ante el Foro de Sao Paulo. Foto: Fred Ramos

Hablemos de los muertos. No con las listas de las organizaciones locales de derechos humanos si no quiere. La CIDH recibió el listado de parte del Gobierno. Allí hay más de 200 muertos y la mayoría no son policías.

Porque así los anotaron. Mire, hay muertos por balas que no estaban en la protesta. Y así los anotaron.

Pero esta es la lista que el Gobierno le dio a la CIDH…

Sí, y hay muertos también del otro lado. El Gobierno entregó una lista. En la Comisión de la Verdad tienen mucha información de quién es muerto en las protestas y quién ni siquiera ha muerto. Hay uno que se vio en la foto y dijo: “hey, ¿qué andan haciendo conmigo allí?”.

Hay excepciones, diputado. Pero son eso, excepciones. La mayor parte de las entidades nacionales e internacionales acusan un uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, grupos antimotines y lo que llaman grupos armados al servicio de la seguridad estatal. Paramilitares. En esto coinciden todos los organismos nacionales e internacionales salvo el Gobierno nicaragüense. ¿Será que todos son parte de una conspiración?

El informe de la CIDH es totalmente sesgado. Se hace un relato de un montón de hechos que le dio la oposición sin pruebas de ningún tipo. Aquí hubo un incendio en una casa que provocó la misma oposición, en el que murieron seis personas. ¿Dígame cuál es la lógica? Ellos dicen que está una familia en una casa y el Gobierno decide que hay que prenderles fuego. ¿Qué gana con eso? Ellos sí tenían un problema con la gente de los tranques. Se habían peleado varias veces. Y los vecinos lo que vieron entrar fueron gente con capucha, y dijeron que eran policías. El otro niño muerto allí lo mata una bala perdida. ¿Por qué tiene que ser una bala disparada a propósito por un policía?

Porque ahora tenemos más información sobre esos dos casos: en el caso de la casa quemada, una de las sobrevivientes ha pedido protección de la CIDH porque se dice amenazada por agentes del Estado. Dice que les exigieron abrir para apostar a un francotirador en el techo. Y que ante la negativa les incendiaron la casa. En el caso del niño Teyler…

Por eso, ¿pero los francotiradores de quién eran?

Lo que dicen los vecinos es que había policías abriéndoles paso a hombres encapuchados. Paramilitares pues. Esos son los hechos que están registrados.

Mire, mire, mire… Si usted va a los barrios de Managua y encuentra barricadas pregúnteles a los vecinos por qué las pusieron. Las pusieron los mismos vecinos porque dicen los medios, la televisión y la radio que andan unos policías enmascarados matando a la gente. Eso es producto de todo este ambiente. Que ellos dicen que todo enmascarado es policía… Cuando los enmascarados son de los dos bandos.

Hemos visto vídeos de carros llenos de encapuchados con armas largas entrando a instituciones públicas. Han circulado ampliamente.

¿Y qué tiene que entren a instituciones del Estado? Hay gente que se cubre la identidad y se defiende con armas. Vaya a Jinotepe.

Estos no andan uniformados ni con vehículos identificados como del Estado. Van de civiles con armas largas y son acompañados por fuerzas del Estado.

Sí, sí. Porque recuerde que la policía no tiene capacidad de cubrir. La policía por petición de ellos salió de su accionar. Al no haber policía la gente se defiende a su manera. ¿Por qué les va a negar ese derecho a que se defiendan? Cuando hay lugares, como en Carazo o en Masaya, en donde ellos son como una nueva ley y la hacen a su manera. La policía en su cuartel y ellos haciendo lo que les da la gana. La gente busca cómo defenderse.

Pero le digo que esas camionetas entran y salen de instituciones estatales. ¿Quiénes son estas personas?

Posiblemente trabajadores del Estado. Que están en esas unidades para defenderse, hombre. Posiblemente, digo yo. Yo no he visto los videos. Es una especulación. No me lo dé como una afirmación contundente.

La policía nacional es de la más eficiente en el combate al narcotráfico y no ha sido penetrada. El narcotráfico anda metido aquí y le interesa acabar con esa policía y uno de sus problemas es el vínculo con la comunidad. Usted va a los barrios de Managua y se encuentra policías reunidos con la comunidad tomando notas de las cosas que pueden hacer y al revés. ¿Qué quiere el narcotráfico? Romper esa relación de la policía con el pueblo.

Déjeme ver si le interpreto bien. Usted dice que coincidieron en el mismo momento todas las fuerzas opuestas al régimen: Estados Unidos, la oligarquía y el narcotráfico.

¡Así es!

Bueno, nos falta la parte de la oligarquía porque ellos cofundaron el sistema. ¿A qué horas se da el rompimiento?

Eso ya se lo expliqué. Ellos ya no tenían mayor interés de estar con el Gobierno porque ya no les estaba produciendo el dinero inicial. El Gobierno les sirvió también a ellos para amortiguar los conflictos sociales porque los sindicatos estaban también ahí metidos. Ahora se están dando una serie de conflictos que antes ellos no los tenían. El Estado les dio estabilidad y gobernabilidad y a los sindicatos les convenía el desarrollo y el empleo.

Según Suárez, Nicaragua sufre un golpe de Estado orquestado por Estados Unidos, la extrema derecha intercontinental, la empresa privada (antigua aliada del régimen) y el narcotráfico. Foto: Fred Ramos

Hay acusaciones probadas de corrupción en algunas esferas del Estado y en sectores privados.

¿Pero de qué casos está usted hablando?

Han sido públicos. De malversación de fondos en el Seguro Social, de construcciones de edificios enormes que están vacíos…

Eso no es malversación. Eso es un error de inversiones. Invirtieron mal, pues. Cualquiera puede invertir mal. El INSS invirtió mal. El INSS fue caja chica de los gobiernos liberales. No pagaban sus cuotas. ¿Qué les irrita a ellos del Seguro Social? Jubilación a los sesenta años, pensiones a las víctimas de guerra, programas especiales contra el cáncer y para enfermos renales. Tratamientos en el extranjero pagados por el Seguro Social. Comenzó a ser atractivo. Pero requiere una reforma porque estaba endeudado con el Estado. Había que hacerle reformas para estabilizarlo financieramente. Eso no les gustó y aprovecharon para hacer el levantamiento. No es cierto que sea por corrupción.

Déjeme darle uno más evidente: los palacetes, los viajes de Roberto Rivas.

Ah, no. Roberto Rivas no es nada de nosotros. Nosotros somos amigos, nos reunimos con él y lo respaldamos en el Consejo Supremo Electoral, pero nunca ha sido más que presidente del Consejo. Él no tiene ninguna historia más con nosotros.

Si el Gobierno no ha sido cómplice por comisión…

Roberto Rivas llegó al Consejo Supremo Electoral en un acuerdo que hubo en esos años que nombraban tres unos (Partido Liberal), tres los otros (FSLN) y el otro lo nombraba la iglesia. Fue el cardenal Obando que en paz descanse el que nombró a Roberto Rivas. Ahora, que él tenía dinero y lo ha ido derrochando, esa no es nuestra historia. A él lo puso la iglesia.

Pero en sus narices este señor ha derrochado el dinero que no tenía…

¿Usted está seguro que no lo tenía?

Es imposible justificar esos lujos con su salario…

Con el capital de la iglesia. Ese es el origen de la riqueza de él.

¿Y con eso le alcanza para comprar palacios de nueve millones de euros?

Había aquí un organismo que se llamaba Coprosa. Todavía existe. Comisión de Promoción Social Arquidiocesana. Después de la guerra recibió enormes cifras de dinero y un montón de exoneraciones de los gobiernos liberales, no nuestros. El gobierno de Bolaños exoneró con 150 vehículos a Coprosa. ¿Sabe qué hizo Coprosa? Los vendió todos. El jefe de eso era Roberto Rivas. Allí no hay fondos públicos involucrados. Coprosa era de la iglesia. Allí no le pidieron cuentas nunca y él fue nombrado en el Consejo por la Iglesia. ¿Ya vamos a terminar?

¿Cómo se sale de esta crisis?

A través del diálogo. Pero eso pasa porque esta gente comience a dar. Salgamos de los tranques y discutamos seriamente el resto de cosas que ellos reclaman.

¿Están dispuestos ustedes a adelantar elecciones?

Nosotros no hemos comprometido eso todavía. Ellos lo han solicitado, pero ellos quieren todo: adelanto de elecciones, cierre del parlamento, reformas electorales… Todo. Pero ellos no dan nada. Por eso se llama la Comisión de la Exigencia. Todo quieren.

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