por Hugo Rodríguez
León Trotski nació el 7 de noviembre de 1879, en la ciudad ucraniana de Yanovka.
Ya desde joven se interesó por la agitación política y las prácticas revolucionarias, formando a los dieciocho años la “Liga Obrera del Sur de Rusia”, y convirtiéndose en el editor de la revista revolucionaria Nuestra Causa.
León Trotski junto a Lenin fueron los artífices de la gran revolución de octubre de 1917 y fue el organizador del ejército rojo que consolidó el triunfo final de la revolución rusa frente a la reacción zarista.
Un revolucionario marxista de una claridad teórica avanzada y desarrolló la teoría de la Revolución permanente, donde explicaba muy bien el rol del proletariado en la revolución en los países atrasados, donde las burguesías ya no eran capaces de asumir las tareas de la revolución democrático burguesa y era la clase obrera quien debía llevarlas a cabo, pero no deteniéndose ahí, sino seguir la revolución hasta instaurar las bases de la revolución socialista.
A la temprana muerte de Lenin, Stalin y la camarilla burocrática surgida en el seno de la revolución, promovieron una lucha feroz contra las ideas de Trotski terminando por desterrarlo y siendo perseguido por diferentes países donde se estableció.
Finalmente, Diego de Ribera el muralista mexicano consiguió que el gobierno de Lázaro Cárdenas le otorgara asilo en México en febrero del año 1937.
El 21 de agosto de 1940 León Trotski fue asesinado por Ramón Mercader, un español reclutado por Stalin y que fue durante años entrenado hasta infiltrarse en el círculo íntimo del gran revolucionario.
Fue la culminación de un trabajo de espionaje e infiltración a las órdenes de Stalin que terminó con la vida de uno de los dos hombres más sobresalientes de la Revolución de octubre de 1917.