COLUMNA DE OPINIÓN
13.06.2020
Por Gonzalo Bacigalupe, Rafael I. González, Cristóbal Cuadrado, Vicente Sandoval y Cristian Farias
Nos esperan días oscuros, advierten los autores de esta columna. Tras analizar la capacidad de respuesta sanitaria de Chile estiman que “es difícil creer que antes de agosto logremos reducir las cifras de personas fallecidas”. Estamos en una crisis peor que la que enfrentaron Italia y España y afirman que se debe a los errores cometidos por el gobierno, los cuales detallan en esta columna. Entre ellos, destacan el alimentar la idea de que no es un peligro enfermarse en un país con suficientes camas y respiradores. “Es irreal y peligroso considerar a los ventiladores como la estrategia fundamental para resolver la pandemia. La mortalidad en el caso de tratamiento con respiradores es altísima, más aún cuando la mayor parte de las personas están hoy conectadas a un ventilador mecánico en “UCIs improvisadas”, explican.
El sistema hospitalario está colapsado. Ya estamos contando de a cientos los muertos por día, no en decenas como hace unas semanas. La medicalización de la crisis llevó al gobierno a poner todos los recursos en fortalecer el sistema hospitalario, en vez de enfrentar la pandemia desde la prevención del contagio y la mitigación del impacto sobre los contagiados.
El gobierno no comunicó de modo coherente y sistemático la gravedad del virus y, la evidencia sugiere, que se alimentó la idea que contagiarse no era un peligro en un país con suficientes camas y respiradores. Este mantra se repite hasta hoy en el discurso gubernamental, y ha desestimulado el énfasis en parar el contagio, a pesar de las advertencias de científicos y expertos, como también de lo que se observaba en países que ya se encontraban en el pico de contagios, enfermedad y muerte.
En Chile se alimentó, por lo tanto, una suerte de aceptación del contagio y una tremenda autocomplacencia de una estrategia que una y otra vez mostró estar fracasando.