Un frenético debate político en Washington D.C. cada vez sitúa más lejos la posibilidad de que los DREAMers puedan quedarse en nuestro país, al tiempo que se votan recortes de impuestos y de fondos públicos gubernamentales. El programa DACA expirará el 5 de marzo, a pesar del abrumador apoyo al mismo que se demuestra encuesta tras encuesta, y del hecho de que su pérdida supondrá la perdida del seguro a la salud, del derecho a la educación o la vivienda y de otros beneficios sociales para los 800.000 receptores del DACA.
A principios de diciembre, Nancy Pelosy prometió “No nos marcharemos [de Washington D.C.] sin una solución respecto al DACA”. Esta determinación parece haberse aflojado tal y como se deduce ante el intento de los Demócratas de encontrar un acuerdo “bipartidista”, con los Republicanos, a toda costa. Teniendo en cuenta que la reforma fiscal de los republicanos y las medidas sobre gasto del gobierno se someterá a voto, los Demócratas se encuentran ante una oportunidad fantástica de cara a pelear con todas sus fuerza por los DREAMers. “En lugar de utilizar la ventaja que tienen ahora respecto al presupuesto, echarán a perder dicha ventaja. Y posteriormente, cuando carezcan de dicha ventaja, dirán “bien, ahora negociaremos y cambiaremos a los DREAMers por el muro”, explicó Cenk Uygur de los Jóvenes Turcos (youtube.com 12/18/2017). Tanto los DREAMers como el resto de inmigrantes se preguntan ahora: Si los demócratas no luchan ahora, ¿lo harán en algún momento?
La clave para defender del estatus legal de los DREAMers es basarse en la construcción de un movimiento de masas de inmigrantes, de trabajadores autóctonos y de la juventud, unidos en defensa de los migrantes y en oposición a Trump. Los migrantes están organizando ya sentadas y protestas. Cuando la marcha del 5 de marzo se aproxime, podemos esperar que este tipo acciones aumenten y los miembros de Socialist Alternative participaremos plenamente en todas ellas.
Nota: DREAMers son cientos de miles de indocumentados que llegaron niños a Estados Unidos, amenazados de expulsión por el fin del programa DACA que los respalda.