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Documentos filtrados del Pentágono muestran que ya hay fuerzas especiales de EE.UU. y el Reino Unido operando en Ucrania y que la guerra “va a llegar a un punto de estancamiento”

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Democracy Now!

Continuamos analizando los documentos del Pentágono filtrados recientemente y lo que revelan sobre la guerra en Ucrania así como sobre el espionaje de Estados Unidos no solo a sus adversarios sino a países aliados, como Israel. En esta segunda parte de nuestra entrevista con James Bamford, el veterano periodista de investigación explica cómo el material filtrado pone en cuestión el modo en que los medios corporativos vienen mostrando la guerra en Ucrania, entre otras cosas. El último libro publicado por Bamford se titula “Spyfail: Foreign Spies, Moles, Saboteurs, and the Collapse of America’s Counterintelligence” (Spyfail: espías extranjeros, infiltrados, saboteadores y el colapso de la contrainteligencia estadounidense).


AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.

Finalizamos el programa de hoy analizando la reciente filtración de documentos del Pentágono, que han revelado secretos sobre la guerra en Ucrania, así como sobre el espionaje de EE.UU. a sus adversarios y aliados, entre ellos Israel y Corea del Sur. Según informa la BBC, uno de los documentos muestra que decenas de miembros de fuerzas especiales de países de Occidente, como Estados Unidos, están operando en Ucrania. El documento, que está marcado como “altamente secreto”, dice que el Reino Unido tiene 50 efectivos de sus fuerzas especiales en Ucrania; Letonia, 17; Francia, 15; Estados Unidos, 14; y los Países Bajos, uno. El Pentágono y el Departamento de Justicia están investigando el origen de las filtraciones.

El pasado 11 de abril entrevisté a James Bamford, veterano periodista de investigación y escritor que se enfoca en temas relacionados con las agencias de inteligencia. En 1982, Bamford publicó “El palacio del rompecabezas”, el primer libro que expone el funcionamiento interno de la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional, la cual es mucho más grande que la CIA. Su más reciente libro se titula “Spyfail: Foreign Spies, Moles, Saboteurs, and the Collapse of America’s Counterintelligence” (Spyfail: espías extranjeros, infiltrados, saboteadores y el colapso de la contrainteligencia estadounidense). En la entrevista le pedí a Jim Bamford que hablara acerca de lo que revelan los documentos sobre la guerra en Ucrania, entre otros temas.

JAMES BAMFORD: Creo que [la filtración] pinta una imagen más clara de lo que realmente está sucediendo en Ucrania. Hay un problema con las televisiones de noticias por cable, tanto con Fox como con CNN, MSNBC, y es que llevan a muchos invitados que están a favor de la guerra, y que son congresistas, senadores, etc., los cuales describen de manera muy optimista lo bien que van las cosas para Ucrania. Los documentos ofrecen una visión mucho más realista y prácticamente dicen que el conflicto va a llegar a un punto de estancamiento. No va a haber necesariamente grandes triunfadores. Y los ucranianos están en una posición bastante desfavorable, porque no están recibiendo suficientes municiones. Los rusos tienen mucho más acceso a municiones que los ucranianos. Creo que hay una gran diferencia entre la forma en que Estados Unidos percibe la guerra y estos documentos, que dan una visión más realista, porque provienen de una agencia de inteligencia, y dan una visión más realista de cómo va la guerra.

AMY GOODMAN: Hay algunos hallazgos interesantes en estos documentos que han sido publicados. El periódico The Guardian señala uno de ellos: “Una gráfica mostraba que un pequeño contingente de menos de 100 miembros de las fuerzas especiales de Francia, Estados Unidos, el Reino Unido y Letonia, todos miembros de la OTAN, ya tenían una presencia activa en Ucrania”. Hable sobre la importancia de esa revelación.

JAMES BAMFORD: Eso es lo que los rusos han estado alegando durante mucho tiempo, que Estados Unidos está más involucrado, y no solo Estados Unidos, sino también la OTAN y países socios de la OTAN, han estado involucrados de una manera mucho más cercana y directa en la guerra que lo que nos ha hecho creer el Gobierno de Biden. Así que esta revelación da peso a esas acusaciones de que Estados Unidos y sus aliados y los socios de la OTAN están mucho más involucrados en esta guerra. Y esa es una situación muy peligrosa, ya que hay potencias nucleares implicadas —Rusia, Estados Unidos, Francia y otros países, todos potencias nucleares— y todos estamos peleando por este pedazo de territorio, lo cual se está saliendo cada vez más de control. Entonces creo que es un peligro muy grande.

AMY GOODMAN: Según informa The New York Times, “analistas militares dijeron que parte de los documentos parecen haber sido modificados de su formato original para exagerar las estimaciones de EE.UU. sobre las bajas de Ucrania en la guerra y minimizar las estimaciones sobre la cifra de soldados rusos muertos. Las modificaciones podrían apuntar a un intento de generar desinformación por parte de Moscú, dijeron los analistas”.

JAMES BAMFORD: Bueno, eso es un poco exagerado. Creo que lo que realmente sucedió… Si uno lee atentamente los documentos, estos eran originales. Se publicaron en Internet en su formato original. Y luego, lo que aparentemente ocurrió fue que alguien copió algunos de esos documentos y alteró un poco los números sobre quiénes murieron, cuántos, a qué bando pertenecían y otros datos. Los documentos son reales. Los documentos no son desinformación. Esta persona aparentemente tomó algunos de esos documentos, un par de ellos, y sin ser muy cuidadosa cambió algunos números. Pero eso no afecta al valor general de los documentos que se han publicado.

AMY GOODMAN: The New York Times señala además: “Es posible que las fuerzas militares rusas estén tambaleándose, pero el grupo privado de mercenarios Wagner —dirigido por un aliado del presidente ruso Vladimir Putin— está floreciendo en gran parte del mundo. Wagner trabaja para frustrar los intereses estadounidenses en África y ha explorado expandirse a Haití, lo que los acercaría a la zona de influencia de Estados Unidos”. ¿Qué piensa de esto?

JAMES BAMFORD: Bueno, eso ha estado sucediendo por mucho tiempo. No es sólo Rusia. China ha estado trabajando duro en proyectos de desarrollo en África. Mientras Estados Unidos bombardea países del Medio Oriente y gasta billones y billones de dólares en estas guerras inútiles en las que nos involucramos, los chinos y los rusos, en gran medida, han estado invirtiendo miles de millones de dólares congraciándose con los países africanos, construyendo puentes, construyendo carreteras, etc. Entonces, no es una gran sorpresa que prácticamente ningún país africano se haya sumado al embargo o a las sanciones contra Rusia. Y es por eso que la vicepresidenta Harris viajó a África, para tratar de recuperar y restablecer esa buena voluntad que hemos estado desperdiciando mientras iniciábamos guerras en el Medio Oriente.

AMY GOODMAN: Por otro lado, el periódico The Washington Post dice: “Los documentos también demuestran lo que se ha sabido durante mucho tiempo, pero que nunca se ha explicado de manera pública: la comunidad de inteligencia estadounidense se ha infiltrado en el Ejército ruso y en su cúpula de mando tan profundamente que puede alertar a Ucrania antes de que los ataques ocurran y evaluar con fiabilidad las fortalezas y debilidades de las fuerzas armadas rusas. Una sola página de los documentos filtrados revela que la comunidad de inteligencia estadounidense sabía que el Ministerio de Defensa ruso había transmitido planes para atacar posiciones de tropas ucranianas en dos lugares en una fecha determinada en febrero, y que los planificadores militares rusos estaban preparando ataques contra una docena de instalaciones energéticas y una cantidad similar de puentes en Ucrania”. Su respuesta, James Bamford.

JAMES BAMFORD: bq. JAMES BAMFORD: Creo que esas son las revelaciones más significativas porque en realidad solo hay dos formas en que Estados Unidos pudo haber obtenido esa información. Una es a través de la inteligencia de señales, por medio de la NSA, y la otra es a través de la inteligencia humana, básicamente, la CIA. En ambos casos, lo que los rusos van a hacer, una vez se enteren de esto, es iniciar una exhaustiva caza de espías y un análisis de sus comunicaciones. En cuanto a la caza de espías, [los rusos] buscarán a cualquier persona que pudiera estar colaborando con Estados Unidos y compartiendo esta información sobre fechas y horas de estas operaciones planificadas. También examinarán todas sus instalaciones de comunicaciones, cambiando sus códigos, entre otras cosas, en caso de que esta información la estemos obteniendo a través de la interceptación de sus comunicaciones, por medio de la NSA. Así que en cualquier caso, es una mala noticia para Estados Unidos, porque podríamos perder esa fuente, sea cual sea, de la cual estábamos recibiendo esa información.

AMY GOODMAN: Una de las cosas que la cadena NBC destacó fue un documento del 28 de febrero que “evalúa las ‘vías’ para que Israel brinde ‘ayuda letal’ a Ucrania, proporcionando situaciones hipotéticas que podrían alejar a Israel de su acto de equilibrio entre Kiev y Moscú. Marcado como ‘secreto’, el documento también sugiere qué armas israelíes podrían transferirse a Ucrania, como el equivalente al Javelin de Israel y otros sistemas de misiles. El análisis dice que el escenario ‘más plausible’ es que Jerusalén adopte un modelo turco bajo la presión de Estados Unidos. Al igual que Ankara, significaría que Israel ‘venda sistemas de defensa letales o los proporcione a través de entidades de terceros’ mientras aboga abiertamente por la paz y ‘ofrece albergar esfuerzos de mediación’”. Su opinión, James Bamford.

JAMES BAMFORD: Como ya he dicho antes, esto muestra lo extendidas que están las capacidades de espionaje de la NSA en cuanto a detectar lo que está pasando dentro del Parlamento israelí y la oficina del presidente israelí y demás, o la oficina del primer ministro. Esto muestra la amplia variedad de cosas que estamos espiando.

Estados Unidos ha estado presionando a Israel para que se involucre más en el suministro de armas y tecnología a Ucrania, pero Israel no quiere hacerlo, porque no quiere enfurecer a Rusia. De alguna forma, Rusia mira hacia otro lado ante los ataques de Israel en Siria. Israel teme que si ayuda abiertamente a Ucrania, de una manera más decidida, esto enfurecerá a Rusia, que básicamente dejará de permitir que Israel envíe combatientes a Siria.

Así que es una situación complicada. Pero aparentemente Estados Unidos es capaz de espiar sobre las decisiones que se toman dentro del Gobierno israelí.

AMY GOODMAN: Otra revelación que se ha conocido por medio de estos documentos es que el Mossad, la agencia de espionaje de Israel, el equivalente a la CIA estadounidense, estaba alentando a los israelíes a fomentar una rebelión contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, por sus planes para debilitar el Poder Judicial de Israel.

JAMES BAMFORD: Eso demuestra que nosotros también espiamos al equivalente israelí de la CIA, el Mossad. Y en mi libro Spyfail, escribo mucho sobre cómo espiamos a Israel. Hay un edificio enorme en las afueras de Washington D.C., en Maryland, donde se reúnen todos los lingüistas en hebreo y escuchan a escondidas todas las comunicaciones que entran o salen de la Embajada de Israel. Estados Unidos realiza una importante labor de espionaje a Israel, tanto dentro de Israel como en sus instalaciones diplomáticas en Estados Unidos.

AMY GOODMAN: Y sólo para refrescar la memoria de nuestra audiencia, la última vez que estuvo con nosotros, Jim, estuvimos hablando de Spyfail, su nuevo libro, y sus revelaciones sobre la injerencia de Benjamin Netanyahu en las elecciones de 2016. Los medios de comunicación han acusado muchas veces a Rusia de estar involucrada en intentos de subvertir las elecciones estadounidenses en 2016. Pero vuelva a explicarnos lo que conoce sobre los esfuerzos de Netanyahu para apoyar a Trump en las elecciones de 2016 y hasta dónde llegaron esos intentos, algo conocido por el Gobierno de EE.UU. y el Congreso, pero no revelado al público.

JAMES BAMFORD: Todo el mundo recuerda el llamado “Rusiagate” y la histeria de los medios de comunicación, los principales medios de comunicación, que básicamente se centraron en eso durante dos años, buscando espías rusos o colaboradores rusos hasta debajo de las piedras, y no encontraron ninguno. Nunca hubo colusión entre el Gobierno de Trump y… entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso. El informe Mueller no decía nada sobre la colusión rusa.

Lo que la gente no sabía, hasta que lo conté en mi libro, es que el grupo de Mueller… la investigación de Mueller no solo miraba a Rusia, también estaban mirando a otros países que podían haber estado involucrados en escuchas y espionaje dentro de EE.UU. y también envueltos en campañas [políticas]. Y lo que encontraron fue que había un agente ruso, perdón, un agente israelí que había sido enviado por el primer ministro Netanyahu para coludir con la campaña de Trump. La idea era que los agentes israelíes pasaran información de inteligencia que los israelíes hubieran obtenido, información de inteligencia sobre Hillary Clinton, para ayudar a ganar a la campaña de Trump. Y el “quid pro quo” para eso fue que la campaña de Trump, o el presidente Trump, una vez que elegido, reconociera a Jerusalén como una ciudad básicamente propiedad de Israel. En otras palabras, que no fuera una ciudad dividida entre Israel y Palestina, algo sobre lo que siempre se había mantenido la esperanza de que se pudiera solucionar de forma pacífica. Jerusalén sería exclusivamente israelí. Ese era el trato.

Yo descubrí esto al ver la declaración jurada del FBI y la orden judicial. La orden judicial para obtener las comunicaciones de este agente israelí. Y en la declaración jurada del FBI se exponía exactamente cómo se llevó a cabo este complot. Por lo tanto, fue insólito ver que estuvieron dos años realizando esta investigación sobre Rusia que terminó en nada, pero nunca revelaron a la sociedad estadounidense el hecho de que había un agente israelí quien intentó deliberadamente manipular las elecciones en beneficio de Benjamín Netanyahu.

AMY GOODMAN: Volviendo atrás, James Bamford, a estas últimas revelaciones, me preguntaba… Usted ha estudiado esto durante décadas, y Spyfail, su nuevo libro, muestra esto, me pregunto qué es lo que más le sorprendió, si es el alcance de los documentos que involucran a todas estas agencias, o la forma en que fueron filtrados en esta plataforma de juegos online, el nombre bajo el que fueron publicados fue Wow Mao, W-O-W-M-A-O. ¿Es cierto que el Gobierno de EE.UU. no parecía estar prestando atención a eso? Creo que Austin, el secretario de Defensa, fue informado la semana pasada. ¿Cree que serán capaces de encontrar a la persona o personas involucradas?

JAMES BAMFORD: Bueno, básicamente, todas esas cosas me sorprendieron. Es la primera vez que veo documentos filtrados en una plataforma de juegos online. Pero si tuviera que adivinar, adivinar arbitrariamente, como mencioné anteriormente, creo que hay básicamente tres o cuatro razones por las que la gente roba secretos y los filtra. Una es que son espías reales y quieren ganar dinero, quieren venderlos a un Gobierno extranjero. Otra es que tienen razones ideológicas. Quieren ayudar a un Gobierno extranjero, así que lo filtran. No están buscando dinero. Lo filtran por razones ideológicas. Y una tercera razón es la ira. No consiguieron el ascenso que querían, o no son tratados tan bien como ellos piensan que deberían serlo en su trabajo, así que para vengarse del Gobierno o de la agencia para la que trabajan filtran documentos en alguna plataforma. Básicamente, esas son las razones. Y creo que este caso probablemente estará en la tercera categoría. Solamente estoy especulando, pero parece ser alguien que está en esta plataforma de juegos y que se enemistó con su trabajo en alguna agencia de inteligencia de EE.UU. o en el Pentágono, y decidió filtrar un montón de documentos para vengarse del Gobierno.

No parecía haber ninguna selección inteligente de documentos. En otras palabras, no todos se centran en Ucrania. Así que no parece ser alguien que esté centrado en Ucrania “porque quiero que Ucrania gane” o “que Rusia gane”, o “que nos retiremos de esta guerra” o lo que sea. No parece que estuviera directamente centrado en ello. Parece que la persona tomó la pila de documentos más cercana que había en su escritorio y los dobló —se pueden ver las marcas de plegado— y se los metió en el bolsillo. Y podría ser un hombre o una mujer, solo estoy usando el masculino de forma hipotética, ya que la mayoría de los espías suelen ser hombres.

Pero el asunto es que esta filtración no parece haber tenido mucha planificación. La persona puso los documentos en un escritorio, incluso se pueden ver partes de una revista. Parecería ser una revista diseñada para personas interesadas en las armas o la caza o algo así. Ahí hay una pista. La persona vio esa imagen después de tomarla, y aún así lo publicó en internet con esa información en la imagen. Así que no está siendo muy cautelosa. Parece algo descuidada. Parece que fue algo casual, como si se hubiera hecho rápidamente. Y repito, para mí parece ser alguien que lo hizo por ira.

AMY GOODMAN: ¿Hable del final del título de su libro, “el colapso de la contrainteligencia estadounidense”. Como acaba de decir, esto indica lo competentes que son las agencias de inteligencia de EE.UU. tal vez no tanto guardando secretos, pero sí obteniéndolos. Hable de ese colapso de la contrainteligencia estadounidense.

JAMES BAMFORD: Eso es lo que he estado describiendo, el hecho de que alguien pueda tomar todos estos secretos y… El pueblo estadounidense gasta mucho dinero en financiar las agencias de inteligencia para que obtengan este tipo de información sobre Rusia, China y otros países del mundo. Y solo se necesita que una persona salga por la puerta con toda esta información para cancelarlo todo, en realidad lo empeora todo, porque entonces [otros actores] podrían tomar contramedidas y emitir información falsa para que EE.UU. la obtenga. Así que ser capaz de recopilar toda esa información de inteligencia está bien. Está genial. Pero el problema es que dejaron la puerta trasera abierta. Así que tienes a toda esta gente, el último es quien publicó estos documentos en una plataforma de juegos, los plegó, los metió en su bolsillo y salió por la puerta. Es un fracaso en el final del proceso. Un éxito al principio al recopilar la información de inteligencia, pero un fracaso a la hora de proteger esa información.

AMY GOODMAN: James Bamford, periodista de investigación de larga trayectoria, autor de “Spyfail: Foreign Spies, Moles, Saboteurs, and the Collapse of America’s Counterintelligence” (Spyfail: espías extranjeros, infiltrados, saboteadores y el colapso de la contrainteligencia estadounidense). Visite democracynow.org para ver la primera parte de nuestra conversación con Bamford, hablando de cómo los documentos filtrados se basan en información de inteligencia obtenida por la Oficina Nacional de Reconocimiento, la Agencia Nacional de inteligencia Geoespacial, la Oficina del Departamento Estado de inteligencia e Investigación, la Agencia de inteligencia de Defensa y la Agencia de Seguridad Nacional. El martes, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, instó a los periodistas a no publicar información sobre los documentos filtrados, argumentando que esa información “no debe estar en las portadas de los periódicos o en la televisión. No está pensada para ser conocida por el público, y no debería ser publicada”.

Eso es todo por hoy. ¡Feliz cumpleaños para María Inés Taracena y Anna Özbek! Soy Amy Goodman. Gracias por acompañarnos.


Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván HIncapié.

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