Edgardo Enríquez Froedden ex rector de la Universidad de Concepción y ex ministro de Educación del presidente Salvador Allende. Pronunció un discurso en el acto de inauguración del Hospital Clínico “Miguel Enríquez” en La Habana en septiembre de 1975.
Así describió las últimas horas de Miguel su hijo:
Murió combatiendo, luchando por sus ideales y la causa de los oprimidos y postergados la tarde trágica y gloriosa a la vez del 5 de octubre de 1974. Luchó dos horas, la mayor parte de ellas completamente solo, contra cientos de soldados, numerosos carros blindados y helicópteros. Herido por las bombas y las balas siguió combatiendo. Su compañera yacía en el suelo, también gravemente herida. Le hablaba, trataba de reconfortarla, pero seguía disparando, resistiendo.
24 horas después, por gestiones personales de un obispo católico, a quien no he tenido el honor de conocer para agradecerle el gesto generoso, nos entregaron su cuerpo desnudo y destrozado. (No sé todavía si sus asesinos se jugaron sus ropas ensangrentadas a la suerte, o se las disputaron como trofeos de guerra). Tenía diez heridas a bala. Una de ellas, la última, le entró por el ojo izquierdo y le destruyó el cráneo.
El discurso completo está en: www.hectorvegatapia.com