Rómulo Pardo Silva
Algunos hablan de la Tercera guerra mundial en curso. En los hechos la guerra híbrida que ordenaron los grandes magnates occidentales es global.
Las consecuencias y/o las sanciones son para todos.
Hay países y personas que se han pronunciado sobre la guerra Occidente-Rusia pero una cantidad significativa de la sociedad mundial no lo está haciendo.
Los magnates que integran el gobierno de facto global cuentan con la fuerza del grupo llamado Occidente y su OTAN y de otros países que optan por colocarse bajo el mando de los occidentales.
Tienen además el control de los que trabajan en los medios de información dominantes y de profesionales que aparecen en los titulares como funcionarios de la ONU, jueces en la CPI, jefes la OIEA, directores de ONGs, rectores de universidades, jefes religiosos…
Indirectamente la guerra híbrida recibe el apoyo de quienes no se pronuncian sobre el fondo de lo que sucede.
Se trata de personas relacionadas con medios alternativos, grupos sociales, grupos políticos, centros intelectuales…
Es posible que lo hagan para no chocar con una masa de opinión pública dependiente de los medios, por seguir ideas que no han tenido cumplimiento nunca.
Incluso puede ser que no pocos prefieran en última instancia el sistema que critican.
La guerra híbrida pone en la disyuntiva de una humanidad sometida a un polo occidental dueño de los recursos o viviendo en varios centros culturales, políticos, económicos, militares.
Esta situación debería ser entendida como una exigencia histórica de participar contra el modelo estratégico de los grandes propietarios occidentales.
¿Hay otra opción?
@malpublicados