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Paula Huenchumil (desde Temuco)
En el Tribunal de Lautaro se realizó la audiencia del caso del lonko Alberto Curamil y tres comuneros, la cual se tuvo que suspender tras el desmayo del imputado José Cáceres. INTERFERENCIA conversó con Curamil, quien es conocido por haber ganado el Premio Medioambiental Goldman 2019, conocido como el Nobel verde.
En el Tribunal de Lautaro se realizó este martes 25 de junio por cuarta vez la audiencia de preparación del juicio Oral del lonko Alberto Curamil, el werkén Álvaro Millalen- en prisión preventiva desde agosto de 2018- y los comuneros Víctor Llanquileo y José Cáceres- en prisión preventiva desde abril de 2018-acusados de asaltar la Caja de Compensación Los Héroes en Galvarino el 24 de abril de ese año. Tras el sorpresivo desmayo del imputado José Cáceres Salamanca en plena sala se suspendió la sesión.
La fiscalía asegura que los imputados habrían asaltado la caja de compensación, tomando de rehenes a clientes y a los guardias civiles del lugar, con el fin de robar 70 millones de pesos.
El 27 de abril el tribunal acogió los argumentos del Ministerio Público, dejando en prisión preventiva a Víctor Llanquileo y José Cáceres por robo con violencia, homicidio frustrado a Carabineros y porte ilegal de armas de fuego. Alberto Curamil y Álvaro Millalen fueron detenidos el 15 de agosto de 2018, tras allanamientos simultáneos luego de una denuncia anónima que los sindicaba a través del Plan Denuncia Seguro, dependiente del Ministerio del Interior.
El fiscal de la Unidad de Alta Complejidad de la Fiscalía de la IX Región, Luis Torres, explicó en ese entonces a La Tercera que “además de su detención se pidieron órdenes para allanar sus domicilios, donde encontramos antecedentes que vinculan a los detenidos con el asalto. Encontramos armas, munición y la radio portátil, que es exactamente de la misma marca y modelo con la que se comunicaban los otros imputados al momento del atraco”.
Antes de partir a la audiencia en Lautaro, INTERFERENCIA conversó en la Cárcel de Temuco con el lonko Alberto Curamil, quien lleva 10 meses privado de libertad.
Curamil, autoridad tradicional de este pueblo, fue uno de los seis ganadores del Premio Medioambiental Goldman 2019, prestigioso reconocimiento internacional conocido como el “Nobel verde”, siendo escogido para quedarse con la condecoración en representación de América Central y del Sur. Sin embargo, no pudo asistir a Estados Unidos a recibir su premio.
Pasado reciente
Cuando en 2013 se anunció la construcción de dos grandes proyectos hidroeléctricos en Curacautín, Alberto Curamil no sólo organizó a su comunidad, sino también a ciudadanos de la región en contra de las dos represas, llamadas Alto Cautín y Doña Alicia.
El líder mapuche se mostró tranquilo en la sala de visitas de la Cárcel de Temuco y optó por no tener expectativas respecto a la audiencia, pues dicha instancia se ha suspendido en tres ocasiones.
El viernes 22 de junio celebró junto a los otros presos mapuche, tanto en prisión preventiva como condenados, familiares y con su comunidad, el We Tripantu, o inicio de un nuevo ciclo, en el gimnasio del recinto carcelario. “Entraron de a ocho (visitas), lo que claro que no es lo mismo que estar en el territorio, pero al menos pudimos estar con nuestra gente”.
“Mis hijos bailaron choique (baile tradicional mapuche), me dio harto newen (fuerza) que estuvieran aquí, además pudimos hacer llellipun (rogativa espiritual)”, expresó a nuestro medio.
Curamil declaró estar tranquilo, pero enfatizó en que existe una “persecución política hacia los mapuche, persiguen a los que defendemos la tierra”. Además nos comentó que está cansado de la lentitud del proceso judicial. Para Rodrigo Román, abogado de la Defensoría Popular y defensor privado del lonko, la demora del caso es algo “habitual” de parte de la fiscalía de la Región de la Araucanía.
“Se niegan a entregar los antecedentes de la investigación de manera oportuna, tal cual lo dispone la ley cuando es el momento de formular la acusación. Vale decir, los dos meses de tardanza en que se inicia la audiencia de preparación ha sido única y exclusivamente por la responsabilidad del Ministerio Público de ocultar los antecedentes. Hasta el día de hoy no se han entregado todo ellos, esperamos que los próximos días así sea, y así partir con audiencia de preparación y cuanto antes con el juicio oral”, enfatiza Román.
La audiencia comenzó con una hora de retraso. En la sala estuvieron presentes los tres hijos de Alberto Curamil, Belén de 18 años, Moisés de 14 y Weliwen de 8. Su esposa, Isabel Cañio Nahuelpi, no pudo asistir por motivos laborales.
Transcurridos 35 minutos de la audiencia, el imputado José Cáceres Salamanca cayó desmayado al suelo. Su madre, Eloísa Salamanca, afectada por la situación, fue autorizada para ingresar. Tras ello la defensoría solicitó suspender la audiencia por las condiciones de salud de Cáceres, quien fue trasladado al Hospital Intercultural de Nueva Imperial.
“El peñi se desmayó y culpamos a Gendarmería, porque han dicho muchas veces que el peñi anda drogado en la cárcel, pero tiene problemas de salud. Él ha sido objeto de discriminación por parte de los gendarmes por, supuestamente, no ser mapuche”, comentó Elías Rivas, vecino de Curacautín y amigo de las familias presentes.
Al ser consultado al respecto, Héctor Inostroza, teniente coronel y alcaide de la cárcel de Temuco, señaló a nuestro medio que no estaba autorizado para dar ese tipo de declaraciones. “Sobre estos temas solo puede hablar el Director Regional”, afirmó. INTERFERENCIA intentó comunicarse con el director regional de Gendarmería, Leonardo Barrientos, pero no obtuvo respuesta.
La audiencia de la preparación del juicio oral quedó fijada para el próximo lunes 1 de julio a las 12:00 horas en el Juzgado de Garantía de Lautaro.
“En lo que respecta al lonco Alberto Curamil como sostuvimos desde un primer momento, hay motivos y fundamentos políticos para la persecución penal, no hay razones jurídicas. Todo este montaje policial urgido desde el Ministerio del Interior quedará al descubierto”, afirmó Rodrigo Román, el defensor de la Defensoría Popular, quien para finalizar la sesión solicitó el permiso para entregar a su cliente un trarilonko-cintillo de lana típico- un elemento de identidad que simboliza parte de la espiritualidad del pueblo mapuche, enviado por la familia del lonko galardonado con el «Nobel Verde».