Celso Calfullan
La política criminal del gobierno de la Nueva Mayoría contra los mapuche.
El año 2016 ha sido especialmente brutal en represión contra los mapuche, por parte del gobierno de la señora Bachelet y la Nueva Mayoría. Hemos visto en pleno desarrollo la aplicación del terrorismo de estado contra nuestro pueblo, una brutal represión que hace recordar los peores tiempos de la dictadura, de octubre a diciembre de este año, hemos visto la peor cara de esta brutalidad policial.
En octubre fuimos testigos de la violencia utilizada contra nuestra hermana Lorenza Cayuhan, que después de una serie de maltratos por parte de gendarmería, termino teniendo a su bebe engrillada en una clínica de Concepción, a pesar de que gendarmería negó esto persistentemente ha quedado demostrado que esto realmente ocurrió, incluso confirmada por el personal de la propia clínica.
Aunque los peores acontecimientos han ocurrido en este último mes, el 18 de diciembre recién pasado un joven de 17 años, Brandon Hernández Huentecol, que fue baleado por la espalda por el sargento segundo de carabineros, Cristian Ribera, una acción doblemente cobarde y criminal, dado que esto ocurrió cuando a este joven lo tenían reducido boca abajo en el suelo, según relato de testigos presenciales, la versión de carabineros en cambio dice que esto se debería a un “accidente”, algo que no puede estar más lejos de la realidad, como lo han explicado varios expertos en armamento, dado que para poder disparar, se deben hacer cuatro procedimientos previos antes de poder disparar, pero a pesar de la evidencia de este atentado criminal, igual este asesino fue dejado en libertad, mientras supuestamente se hace una investigación, otro caso del que es casi seguro que quedara en la más completa impunidad.
Recién esta semana, en la madrugada de este lunes 26 de diciembre, dos comuneros mapuche de Tirua fueron baleados cobardemente por un subteniente y un cabo primero de carabineros, de los que ni siquiera han dado sus nombres, probablemente para asegurarles la más completa impunidad. De acuerdo a lo que han dicho nuestros hermanos que resultaron heridos a bala, Jorge Colil y Renato Lincopan, el objetivo de carabineros claramente era asesinarlos. En el caso de estos dos criminales que son parte de carabineros, los tribunales les han dado el máximo de las garantías y han sido enviados a sus casas con arresto domiciliario, a pesar de la gravedad de los acontecimientos.
Mientras se les da el máximo de las garantías a estos criminales con uniforme, no se aplica el mismo criterio cuando se trata de los mapuche, como queda demostrado en el caso de nuestra machi Francisca Linconao, que por cuarta vez es enviada a prisión preventiva a pesar de la seria enfermedad que la aqueja. La Corte de apelaciones de Temuco revoco por cuarta vez el arresto domiciliario de una autoridad mapuche, una vez más queda demostrado que no todos somos iguales frente a la ley, como pretenden hacernos creer.
Una vez más podemos ver que los Tribunales de Justicia del estado chileno, no están ahí, para impartir justicia, sino que son una parte más del engranaje represivo contra los mapuche, que no tienen nada de imparciales, cuyos jueces a duras penas tratan de ocultar el racismo y la parcialidad con la que actúan contra los mapuche. A los asesinos de nuestros hermanos les aseguran la máxima impunidad y a los mapuche que reclaman y se movilizan por sus derechos se les aplica las penas del infierno, que no tienen nada que ver con un juicio justo.
Por supuesto no queda más camino que seguir luchando por la libertad de todos los presos políticos mapuche y denunciar el terrorismo de estado que hoy se sigue aplicando a los luchadores mapuche igual que en dictadura.