Las graves situaciones sancionadas por Sernapesca, que confirman la opacidad del accionar de las empresas salmoneras en las regiones del sur de Chile, sumadas a las reiteradas violaciones a las normativas sanitarias y ambientales vigentes, son contradictorias con el activo marketing empresarial destinado a los consumidores internacionales, dice Ecoceanos.
Puerto Montt, Chile. 11 de junio 2018 (Ecocéanos News).- El Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) de la región de Los Lagos sancionó a la empresa Salmones Caleta Bay por incumplimiento de la normativa sanitaria vigente al obstaculizar las actividades de fiscalización en terreno, no entregar información completa y fidedigna al organismo público y por usar vacunas no registradas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), entre los años 2014 al 2016. En noviembre de 2017, el tribunal dictó sentencia condenando a Caleta Bay a multas por los cargos imputados por Sernapesca, determinó el decomiso de los bienes incautados por funcionarios del servicio fiscalizador y su posterior destrucción. También condenó a Caleta Bay al pago de las costas del juicio.
Caleta Bay presentó en febrero pasado un recurso de apelación ante la Corte de Valdivia y, adicionalmente, un recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional el día 6 de marzo pasado, que fue acogido en abril pasado.
La empresa Salmones Caleta Bay fue sorprendida usando vacunas no registradas por el SAG, lo que Sernapesca “considera de la mayor gravedad, dado que tales productos son inoculados a especies hidrobiológicas que al entrar en contacto con el medio ambiente pueden ocasionar riesgos no medidos”.
De acuerdo con el informe técnico, la empresa salmonera obstaculizó la fiscalización que ejercía Sernapesca en utilización de sus facultades, “de modo que intencionadamente se pretendió ocultar una actividad que no cumplía con las exigencias dispuestas por la normativa que rige a la producción de Salmones Caleta Bay”.
La directora nacional de Sernapesca, la médico veterinaria Alicia Gallardo, dejó en claro que se ha respetado el debido proceso tomando en cuenta que la carga probatoria está justamente en el infractor, que es la empresa Salmones Caleta Bay, derivada de un caso donde los fiscalizadores son ministros de fe cuya información que fundamenta las respectivas denuncias, acorde a la Ley General de Pesca y Acuicultura, se estima que es verdadera.
Salmonera enfrenta nueva demanda
Según publica aqua.cl, el laboratorio Centrovet presentó en mayo pasado una demanda dirigida a Caleta Bay por irregularidades en la producción y utilización de vacunas detectadas por funcionarios de Sernapesca en su laboratorio. Esta acción, sostiene Centrovet en su denuncia, no solo afecta su imagen y reputación, sino que además, genera condiciones de riesgo de daño que pueden afectar a terceros, dado que “se desconoce si tales vacunas cumplen o no con los requisitos exigidos por la ley, pudiendo resultar nocivas para el medio ambiente y la salud humana, animal o vegetal”.
El tribunal de Puerto Montt dio curso a la demanda del laboratorio y citó a las partes a una audiencia de comparendo.
Salmones Caleta Bay: Marketing sanitario empresarial versus la realidad
Para el director del Centro Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, las graves situaciones sancionadas por Sernapesca, que confirman la opacidad del accionar de las empresas salmoneras en las regiones del sur de Chile, sumadas a las reiteradas violaciones a las normativas sanitarias y ambientales vigentes, son contradictorias con el activo marketing empresarial destinado a los consumidores internacionales. Interesante es señalar que Salmones Caleta Bay se promueve en los mercados de Asia, Europa, USA y Latinoamérica como la “Healthy choice” (La opción sana).
El médico veterinario agrega que esta inconsistente estrategia de mercado queda en evidencia en el hecho que Salmones Caleta Bay fue señalada en el Índice de consumo de antimicrobianos 2012-2014 realizada por la organización Oceana como la empresa con menor volúmenes de uso de antibióticos por tonelada de salmón producido en Chile.
Tal situación pone en alerta a consumidores e importadores internacionales al abrir una nueva arista de duda al vincular el empleo de vacunas no autorizadas y la estrategia de marketing que anuncia crecientes producciones de salmón chileno “libres de antibióticos”.
Cárdenas advierte que gran parte de la mala imagen internacional y nacional que caracteriza a las producciones del denominado “salmón químico industrial chileno” se debe al empleo indiscriminado de químicos, tales como antimicrobianos, -los que superan en 700 veces los volúmenes empleados en Noruega- , antiparasitarios, colorantes, antifouling en base metales pesados, antifúngicos y desinfectantes, entre otros.
En diciembre de 2017, un escape de gas amoníaco en la planta procesadora de Salmones Caleta Bay, en Puerto Montt, dejó a 30 trabajadoras y trabajadores intoxicados.