Molestia hay en el Movimiento Chile Mejor Sin TLC, luego de que este jueves se aprobara en la Cámara de Diputados el Tratado de Libre Comercio con Uruguay, lo que fue posibilitado -según denuncian desde la organización- por la ausencia de los parlamentarios del Frente Amplio y la ex Nueva Mayoría. Es lo que acusa la periodista Lucía Sepúlveda, quien advierte que este tratado “es la antesala del TPP11”. “Ignoraron su compromiso previo de moratoria a los TLC”, sostiene.
“Nunca gestionaron la postergación que les solicitamos”, explica Sepúlveda, quien agrega: “El Frente Amplio no fue a votar y el TLC con Uruguay se aprobó en forma casi unánime”. Junto con ello, apunta a la diputada Claudia Mix, del Partido Poder, organización que se opuso públicamente al TLC. “Estaba fuera del país y no se pareó”, señala la periodista.
Por otra parte, relevan que el TLC fue ratificado sin que el Gobierno presentara aún informes económicos y de derechos humanos.
Los diputados se habían retirado de la sesión tras los insultos a las víctimas de la dictadura proferidos por el diputado de la ultraderechista UDI, Ignacio Urrutia. “En vez de hacer su pega y estar en la sala exigiendo discusión de fondo y fundamentando su voto en contra, salieron a la calle para estar en la foto. Los movimientos sociales no necesitan tutores para convocar ni para marchar, y menos el Movimiento Estudiantil”, espeta Lucía Sepúlveda.
“El Frente Amplio se farreó la oportunidad de marcar una diferencia real con la vieja política, con las prácticas viciadas que caracterizan al parlamento chileno. Me imagino la decepción de quienes los siguen y creyeron que serían una alternativa real. El Partido Comunista hizo lo mismo. Sin comentarios, ya que eso sorprende menos”, disparó la periodista.
¿Por qué oponerse al TLC?
La Plataforma Chile Mejor Sin TLC resiste la ratificación del tratado, argumentando una “pérdida de soberanía y el secretismo con que se ha negociado”. Habían solicitado a los parlamentarios prorrogar la votación y exigir previamente al Gobierno los estudios respectivos.
Paulina Acevedo, periodista, coordinadora del Programa Ciudadanía e Interculturalidad del Observatorio Ciudadano, -instancia que es parte de la Plataforma Chile Mejor Sin TLC- explica que “la votación a ciegas del TLC Chile-Uruguay, sin contar informes económicos y, más importante aún, de sus posibles impactos en derechos humanos, constituye una violación a las obligaciones internacionales contraídas por el Estado de Chile en la ratificación de tratados”.
Dichos informes -agrega- son exigidos por los Principios Rectores sobre Empresa y Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y “fueron solicitados por relatores especiales de dicho organismo respecto del TPP, y a nivel nacional por el INDH, sin que hasta ahora hayan sido proporcionados por el Ejecutivo ni exigidos por el Parlamento”.
Según Acevedo, la tramitación express del tratado “vulnera también el derecho humano a la participación en asunto de interés general, siendo la sociedad civil marginada de este proceso, sin que se contemplara siquiera la realización de espacios ‘informativos’, que además no satisfacen el estándar internacional”.
Además, agrega que no se ha realizado un proceso de consulta indígena, “existiendo consenso en los sistemas de protección de la OEA y ONU que cuando concurre un proceso legislativo susceptible de afectar derechos de estos pueblos, como es el caso, procede la consulta previa”.
Por su parte, Patricio Véjar, vocero de Chile Mejor Sin TLC, indica que es un tratado que no ha sido discutido por la sociedad y que -advierte- “va afectar nuestras vidas, por lo que quisiéramos que se discutiera muy ampliamente, que se presentaran estudios que demostraran qué sectores de la economía se van a beneficiar, a qué sectores va perjudicar, cómo se va a ver afectado el medio ambiente, los derechos laborales, entre otros”.
Un aspecto fuertemente criticado por sus detractores es una cláusula cuyo contenido limitaría significativamente la posibilidad de realizar políticas soberanas. Denuncian, además, que expone al país a demandas internacionales si es que las empresas consideran que sus “razonables expectativas de ganancias esperadas” se ven afectadas por decisiones tomadas por los gobiernos.
La Plataforma Chile Mejor Sin TLC había llamado a los parlamentarios a que actuaran con fundamentos y que no se realizara la votación sin los estudios previos.
Chile forma parte de los países signatarios y negociadores del TISA, y ha sido también promotor del rescate del Tratado Transpacífico, TPP, que se firmó en Chile el pasado 8 de marzo, y que posee una extensa trayectoria de inserción internacional liberalizadora, es decir, desreguladora y desregulada, que favorece al capital financiero internacional.
Por último, Esteban Silva, de Fundación Constituyente XXI, plantea que entre Chile y Uruguay ya existen acuerdos económicos y comerciales “que hacen completamente innecesario el nuevo TLC bilateral”. Al respecto, postula que esto “demuestra más bien que la insistencia del gobierno de Michelle Bachelet con su ex canciller, Heraldo Muñoz, en la firma de ese TLC, respondía más a introducir en un acuerdo con Uruguay aspectos y cláusulas de mayor liberalización y desregulación establecidas en los TLC multilaterales llamados de ‘nueva o cuarta generación’, como el TISA y el TPP”.
En ese mismo sentido, sostiene que en el plano internacional “se busca seguir fortaleciendo la Alianza del Pacífico como eje de un esquema de liberalización que favorece la desregulación”.