EL MOSTRADOR
Los aportes llegaron a parlamentarios en ejercicio, un ex subsecretario de Pesca y figuras políticas. Así de transversal fue la contribución de los empresarios de la pesca en las elecciones de 2009 y 2013. Dichos montos fueron entregados coincidentemente a varios diputados y senadores que conformaron las comisiones de Pesca de ambas cámaras. Incluso hay algunos honorables que antes fueron gerentes de pesqueras y que pasaron a ser servidores públicos. A continuación, cómo actuaron y cómo se mueven quienes fueron financiados reservadamente por las pesqueras.
Por: Felipe Leiva B.
Publicado en elmostrador.cl
09 de marzo de 2017
Primer acto: una pesquera financia a un parlamentario de una zona donde no hay mar.
Segundo acto: una pesquera aporta dinero de campaña a un diputado de una región que está a más 1.800 kilómetros de distancia de la empresa.
Tercer acto: una pesquera entrega dinero a un candidato. Este pierde y luego asume como subsecretario de Pesca.
¿Cómo se llama la película?: aportes reservados de las empresas pesqueras a diputados y senadores chilenos.
Los diputados y senadores que recibieron aportes reservados de las pesqueras están nerviosos.
Primero, porque quedaron en evidencia los dineros para sus campañas políticas que entregaron, vía Servel, las empresas del rubro, hoy cuestionadas e investigadas por financiar también –en algunos casos de forma ilegal– a la política.
Y segundo, porque se pueden comparar las actuaciones legislativas de dichos honorables parlamentarios en el marco de la Ley de Pesca. Algunos dicen que “se enteraron por la prensa” de dichos aportes reservados y ha quedado establecido que algunos de los beneficiados por los dineros de las pesqueras votaron a favor de los intereses de la industria.
El Mercurio publicó el pasado viernes los 54 aportes reservados a los que tuvo acceso la persecutora del caso Corpesca, Ximena Chong. El Servel debió entregar dicha información secreta tras la autorización del Cuarto Juzgado de Garantía para efectos de la indagatoria que lleva adelante la Fiscalía contra Corpesca y otras pesqueras indagadas por financiamiento ilegal de la política.
El ex Presidente Sebastián Piñera, en su época como candidato, fue la persona que más dinero recibió de la industria pesquera. Cerca de 75 millones de tres empresas en total. Sin embargo, llama la atención que parlamentarios en ejercicio coincidentemente fueron miembros titulares de la Comisión de Pesca o de las comisiones de Hacienda y Constitución. Instancias vitales para el desarrollo legislativo de la polémica ley que hoy piden anular, tras las investigaciones judiciales en curso por el financiamiento irregular de la política chilena.
Está también el caso de algunos diputados que antes fueron parte del rubro pesquero, o de ex subsecretarios tanto de los gobiernos de Bachelet como de Piñera, que recibieron varios millones de pesos en sus candidaturas parlamentarias y que, luego y hasta el día de hoy, tienen en sus manos decisiones importantes en cuanto al desarrollo pequero de Chile.
Los pagos, la comisión y la votación
El Partido Socialista recibió un golpe duro. Hay quienes cuestionan la forma de actuar de algunos de sus militantes. “Nos vemos salpicados de manera legal pero éticamente reprochable. Genera dudas este tipo de aportes y que las coincidencias apunten a nuestros militantes. Si bien hay integrantes de la Comisión de Pesca, creo que hay que ver actuaciones caso a caso”, afirma un dirigente de la colectividad.
Raúl Súnico es la muestra más concreta de los conflictos de interés. Fue diputado y miembro permanente de la Comisión de Pesca. Recibió 13 millones de pesos. Ocho de estos fueron en 2009, de la empresa Alimentos Marinos, y cinco millones en 2013 para su candidatura parlamentaria por parte de la misma pesquera. Perdió la elección ese año y, como premio de consuelo, asumió la titularidad de la Subsecretaría de Pesca en 2014.
Aunque él desmiente algún favor a la industria, ya antes de que se conocieran los aportes de las pesqueras, quien fuera designado subsecretario de Pesca por Michelle Bachelet tuvo que salir del cargo por correos electrónicos con los industriales y nexos familiares con gremios de empresarios. “Hoy nos damos cuenta que trabajó más para los intereses de los industriales que para el programa de Gobierno. Nadie de acá sabía de su actuar”, asegura una fuente del Ministerio de Economía.
Clemira Pacheco también es miembro permanente de la Comisión de Pesca. Recibió casi un millón de pesos en 2009 de Camanchaca S.A. y cuatro millones más en su elección parlamentaria de 2013, de Landes S.A. Desde el mundo pesquero afirman que lo que salva de cuestionamientos concretos a Pacheco es que tuvo posiciones cercanas a la de los artesanos, además de votar en contra uno de los artículos más importantes, las licencias transables de pesca por 20 años renovables. Para Alfredo Irarrázaval, gerente de la Asociación de Pequeños y Medianos Pesqueros del Bío Bío, dicha colectividad al menos debe hacer un mea culpa para evitar cuestionamientos de dicha parlamentaria que está presente en la Comisión de Pesca. “Es curioso que la única socialista que está en la Comisión de Pesca, haya sido beneficiada por los aportes de las pesqueras. Habría que hacer un llamado al PS a retirar a Clemira Pacheco y poner a alguien un poco más independiente del financiamiento”, afirma el representante de Pymepes.
Camilo Escalona completa la lista de socialistas. Quien tildó de ‘chupasangres’ a los empresarios y que pidió la expulsión del partido del ex subsecretario Súnico, también recibió plata de las empresas del rubro. Cinco millones de empresa Itata, en 2013, para su frustrada campaña senatorial. Aunque como senador fue bastante crítico y votó en contra de algunas indicaciones fundamentales que favorecían a los industriales, fuentes de El Mostrador ligadas a las grandes empresas afirman que “el señor Escalona era mucho más mesurado que Alejandro Navarro. Era una buena carta para dejar de lado a Navarro”. Interés de la industria por sacar del camino a un crítico del rubro que finalmente no tuvo efecto, ya que el líder del MAS obtuvo la primera mayoría de la región.
En el PPD, Cristián Campos es el diputado que aparece con aportes de las pesqueras. Dinero aportado para su campaña de 2013 por parte de las empresas Landes S.A. y Pesquera Itata S.A., por un total de 9 millones de pesos. Campos llegó al Congreso en 2010 y vino a reemplazar a Súnico en el Distrito 43 (Talcahuano y Hualpén). Ha sido miembro permanente de la Comisión de Pesca.
En la tramitación de la Ley de Pesca, se mostró a favor de asignar las licencias de transables de pesca por 20 años renovables por vía de derechos históricos a los industriales. Y eliminó la eventual competencia para los pequeños empresarios. Campos votó a favor de que las licencias fueran indefinidas. Es el único de los PPD que participó en la referida comisión.
Raúl Súnico es la muestra más concreta de los conflictos de interés. Fue diputado y miembro permanente de la Comisión de Pesca. Recibió 13 millones de pesos. Ocho de estos fueron en 2009, de la empresa Alimentos Marinos, y cinco millones en 2013 para su candidatura parlamentaria por parte de la misma pesquera. Perdió la elección ese año y, como premio de consuelo, asumió la titularidad de la Subsecretaría de Pesca en 2014.
La DC y sus comisionados
Más allá de los aportes que recibió Sebastián Iglesias, por casi tres millones de pesos en 2009, para su campaña por el Distrito 23, por parte de Camanchaca S.A., o los dos millones que el actual ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, recibió en 2013 para su candidatura senatorial por Santiago, o el actual superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic y el millón que le depositó de forma reservada Pesquera Itata para su frustrada campaña a diputado por Providencia y Ñuñoa, la DC tiene miembros de la Cámara Baja que han integrado la comisión de Pesca y que recibieron importante aportes del rubro.
Jorge Sabag, diputado por Cabrero, recibió en 2009 cinco millones de pesos por parte de Camanchaca. El parlamentario, junto con un grupo de diputados falangistas, como Matías Walker y José Miguel Ortiz, se manifestaron finalmente a favor de asignar derechos históricos transables de Pesca a los industriales. Ortiz y Sabag votaron a favor del artículo 26 en el primer trámite legislativo. Si bien Matías Walker, diputado por la Cuarta Región, votó en general en contra de las licencias transables de pesca –que es el artículo que les deja 20 años renovables a la industria– presentó una indicación anterior donde propone que las licencias fueran por 20 años, pero por asignación directa, sin concurso ni sorteos. Walker también integró la Comisión de Pesca.
En el caso de Ortiz, el parlamentario recibió en la forma de aportes reservados cinco millones de pesos en 2013 para su campaña, por parte de pesquera Itata. Fuentes que participaron en la tramitación de la ley, afirman que en la comisión de Hacienda, de la cual era miembro permanente, se le vio “muy cercano a los dirigentes de la industria pesquera”.
Patricio Vallespín, diputado DC por Puerto Montt, también recibió apoyo económico de las pesqueras. El parlamentario contó con cinco millones de pesos en 2013 por parte de Pesquera Itata. Aunque dice que se mostró a favor de posiciones artesanales, Vallespín fue presidente de la Comisión de Pesca hasta 2010 y, siendo presidente de la comisión de Ética, desestimó las acusaciones contra el diputado UDI Jorge Ulloa, quien es señalado como un parlamentario con serios conflictos de interés por los vínculos de Cargo Service, una empresa de su familia que transporta harina de pescado a los industriales. Además –según Ciper– su esposa, Tatiana Muga, recibió 11 millones de pesos entre 2009 y 2012 por parte de la empresa Blumar (que luego pasaría a ser Itata).
El histórico ex senador DC Hosain Sabag no se quedó atrás. Ex parlamentario por Bío Bío, miembro titular de la Comisión de Pesca y de la Comisión Mixta durante la tramitación de la polémica ley, recibió 10 millones de pesos de la compañía Itata para su campaña de 2013.
UDI y RN: la bancada pesquera
Las pesqueras apuntaban bien para financiar a los políticos. En el caso de Renovación, el ejemplo claro es Pablo Galilea. Ex diputado por Aysén durante 12 años y miembro permanente de la Comisión de Pesca. Recibió 5 millones de pesos en aportes reservados por parte de Pesquera Bío Bío para su campaña por Aysén. Pero perdió, aunque –igual que Súnico– el militante de RN asumió en el Gobierno de Piñera como Subsecretario de Pesca. Su rol hoy en la pesca no es menor. Es consejero nacional de Pesca, un cupo designado en el Gobierno de Michelle Bachelet.
El ex diputado Frank Sauerbaum recibió 10 millones en aportes reservados para su campaña parlamentaria de 2013. Dinero proveniente de Camanchaca Pesca Sur y Alimentos Marinos, que no le sirvieron para ganar la reelección del Distrito 42. Una zona que no tiene distrito costero concreto, salvo Cobquecura, donde no hay presencia industrial importante, solo sindicatos de algas. “Él fue un defensor a brazo partido de la industria pesquera. Él, con Cristián Monckeberg (recibió tres millones de Alimentos Marinos para su campaña parlamentaria de 2013 por la comuna de Santiago), mantenían una posición bastante estrecha y los dos estuvieron financiados igual que Pablo Galilea y Alberto Cardemil. Personalmente conversé con Cristián Monckeberg y me decía que tenía que conversar con Frank Sauerbaum para tomar decisiones. Me tocó ver cómo intentaron ingresar al presidente de Asipes como oyente de las comisiones de Pesca”, afirma Alfredo Irarrázaval, representante de Pymepes.
En la UDI el comportamiento favorable a los industriales está coincidentemente vinculado a parlamentarios que recibieron aportes de las pesqueras vía Servel. Jorge Ulloa fue criticado por nexos de una empresa familiar con la industria. El legislador recibió 20 millones de pesos entre 2009 y 2013 de tres empresas pesqueras. Sigue siendo miembro de la Comisión de Pesca.
Patricio Melero, diputado en un distrito de la Región Metropolitana desde 1990, integró la misma comisión. Cabe recordar que en Santiago no hay mar. El parlamentario recibió 9 millones de pesos en 2013 para su campaña por parte de Camanchaca SA. Se salió de la comisión luego de aprobarse la ley.
Sergio Bobadilla también fue miembro de la Comisión de Pesca y votó a favor de los derechos históricos de la industria. Recibió cuatro millones de pesos de Camanchaca Pesca Sur en 2013.
Carlos Recondo es ex presidente de la comisión de Pesca. Recibió poco más de un millón de pesos en 2013, de parte de Alimentos Marinos. Fue diputado desde 1998 hasta 2014. Tras salir del Congreso siguió ligado al sector. Es parte desde 2014 del Consejo Nacional de Pesca. El organismo se encarga de establecer cuotas y los fraccionamientos entre industriales y artesanales.
Enrique Van Rysselberghe, hermano de la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, recibió cinco millones de pesos en 2013 de Camanchaca S.A. Integró la Comisión de Pesca durante la tramitación de la ley.
El diputado por Iquique, Renzo Trisotti, ha estado toda su vida política en el norte de Chile, pero fue financiado con 5 millones en 2013 por Camanchaca Pesca SUR, empresa de la Región del Bío Bío.
En el Senado, la UDI fue financiada en las figuras de dos de sus representantes: Ena Von Baer y Jacqueline Van Rysselberghe. Ambas senadoras, en 2013 recibieron 10 y 17 millones, respectivamente, de parte de pesqueras. Tal como publicó El Mostrador, Van Rysselbrghe tenía una estrecha relación con el representante de Asipes, Luis Felipe Moncada, y de hecho hay correos electrónicos donde le explicaba indicaciones que después la senadora retiraba del Congreso, mientras se desempeñaba en la comisión del sector.
El diputado por Lota y Arauco, Iván Norambuena, tiene un desempeño particular con la Pesca. Conoce bien el rubro. Es diputado desde 2002, pero antes fue gerente de la pesquera Mar Profundo, asociada a Asipes. Era una empresa conservera que estaba en Coronel y que ya no funciona. Del mundo privado pasó al público y, en 2013, recibió 10 millones de pesos en total. Los solidarios aportantes fueron de Camanchaca Pesca Sur y Pesquera Itata S.A.
La lista, aparte de Claudio Arteaga, la completan los hermanos Zalaquett. Mónica recibió 10 millones por parte de Blumar en 2009 y Pablo 5 millones de Alimentos Marinos. Cabe señalar que, en dicha empresa, su vicepresidente es Rodrigo Sarquis Said, primo hermano de los hermanos Zalaquett.