Patricio Guzmán S.
En Chile faltan entre 800 mil viviendas y 2 millones según sea que se considere a la gente que vive en campamentos, en la calle sin techo, como allegados o también aquellos que estan en casas en muy mal estado que necesitan reconstrucción o directamente demolición.
Salvaje especulación inmobiliaria
Los precios de las viviendas han aumentado un 67,8% entre 2011 y 2020. Al mismo tiempo los bajos salarios de Chile, hacen imposible para la gran mayoría ser sujetos de crédito hipotecario. Para acceder a un credito para una vivienda pequeña de 2 mil UF un trabajador tiene que demostrar ingresos mensuales de 1.400.000 pesos. Si se considera que la mitad de los asalariados gana menos de $503.000 pesos liquidos, y 2 de cada 3 trabajadores perciben menos de $700.000 pesos, solamente el 19% gana mas de un millón de pesos liquidos al mes. Los adultos jovenes sobretodo no tienen poosibilidad de adquirir vivienda y al mismo tiempo esta lleno de edificios con departamentos vacios que no se pueden vender.
Esta es la verdadera cara del capitalismo, personas que no tienen lugar digno para vivir mientras al mismo tiempo esta lleno de viviendas vacias que no se venden.
La construcción de viviendas está casi paralizada debido a que la empresa privada que tiene el monopolio de esta actividad en Chile no tiene clientela que pueda acceder a los creditos bancarios para adquirirlas. Esto tiene otra consecuencia, esta construcción es un motor de la economía, primero porque da mucho trabajo directamente vinculado con la construcción, y luego la gente que adquiere una casa nueva compra todo tipo de bienes de linea blanca, aparatos electrónicos y menaje para el hogar… todo lo cual mueve la economía. La paralisis de la construcción y la especulación de viviendas provoca menor dinamismo de la economía y desempleo o presión a la baja de los salarios.
Ya lo dije, para que la clase trabajadora y los pobres en general, tengan su casa, es necesario pensar en otro Orden de cosas. El sistema capitalista que hoy gobierna Chile no está pensado para solucionar problemas sociales. Un candidato que represente a los trabajadores y los pueblos, por muy buenas intensiones que tenga, se topará con una inmensa muralla, un obstáculo burocrático, y legalista difícil de salvar, por no decir imposible. Cuando decimos que existen más de cien campamentos o tomas, no significa que todas las familias sin casa estén instaladas ahí. Mucha gente permanece viviendo allegados de otras familias, o aún viviendo con sus padres. Así que es mucha gente sin casa. Cuando existen uno o dos problemas en un país, simplemente basta una mesa y ya. Pero cuando los sumamos a todos, la cosa cambia. No es echarles el avión abajo compañeros, pero estoy seguro como que soy un dos piernas, de que nada conseguirá el pueblo que trabaja como chino, ni los pueblos originarios, mientras permanezcamos bajo este sistema. Quien diga lo contrario se engaña a si mismo, y a los demás. No se les olvide cuidar la democracia burguesa, que está en riesgo.