Brasil dice estar dispuesto a aumentar sus intercambios comerciales con China en yuanes en lugar de dólares y apoya el plan de paz chino para el conflicto de Ucrania, cuyos contornos permanecen imprecisos.
Jean-Claude Gerez (Salvador de Bahía, Brasil, corresponsal), Frédéric Lemaître (Pekín, corresponsal) y Philippe Ricard
Le Monde (*), 15-4-2023
Traducción de Correspondencia de Prensa
Un interés muy marcado por los sistemas de comunicación desarrollados por Huawei, una primera transacción comercial realizada no en dólares sino en yuanes, numerosas declaraciones o sobreentendidos contra el «hegemonismo estadounidense» y declaraciones lenitivas sobre «la crisis de Ucrania»: China puede sentirse satisfecha con la visita de Estado de cuarenta y ocho horas que el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva realizó los días 13 y 14 de abril a Shanghái y Pekín. Tanto en el frente diplomático como en el económico, los dos países decidieron fomentar sus relaciones para «deshacerse de reglas injustas y lograr un desarrollo más justo y equilibrado», según las palabras de Lula, destacadas en el comunicado chino.
Simbólicamente, Lula pronunció su primer discurso en China el jueves 13 de abril, en la ceremonia de toma de posesión de Dilma Rousseff al frente del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), el banco de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), un grupo de países que considera que su influencia en la escena internacional no está a la altura de su peso económico, que se encuentra ahora codo con codo con los países del G7.
Frente a la ex presidenta de Brasil (2011-2016), aliada de toda la vida, Lula abogó por la reforma de organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sobre todo, cuestionó por qué las economías mundiales dependen del dólar. «Todas las noches me pregunto por qué todos los países tienen que comerciar en dólares, dijo. ¿Por qué no podemos utilizar nuestra propia moneda? ¿Por qué no podemos innovar? ¿Quién decidió que la moneda sería el dólar, después de la desaparición del patrón oro?»
China domina la relación
Lula también afirmó que el banco de los BRICS «tiene un gran potencial de transformación», ya que «libera a los países emergentes de la sumisión a las instituciones financieras tradicionales». Según Valdir da Silva Bezerra, investigador del Grupo de Estudios sobre los BRICS de la Universidad de São Paulo, Lula formula esta observación porque «la contribución de los BRICS al PIB mundial en paridad de poder adquisitivo será superior al 50% en 2030″. Además, las principales instituciones financieras multilaterales de la posguerra, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, atraviesan una crisis de legitimidad».
Con la primera transacción comercial en yuanes realizada recientemente, Brasil podría enfrentarse a un nuevo problema: poseer yuanes que no necesita, ya que Brasilia vende más a Pekín de lo que le compra. «Es cierto, pero es un problema secundario. Al menos, nuestros intercambios con nuestro principal socio comercial ya no dependerán de la buena voluntad de un tercero», afirmó un diplomático brasileño en China.
Según Yi Shin Tang, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de São Paulo (USP), «Brasil quiere ganar espacio en el grupo BRICS, actualmente monopolizado por China, tener una voz más escuchada en la Organización Mundial del Comercio y alinearse con los chinos en el programa verde [la cuestión climática], por ejemplo».
«China representa mucho para Brasil, agregó. Pero Brasil significa poco para China. Los chinos tienen el poder de orientar la relación. China ya está reduciendo su dependencia de los productos brasileños: produce soja, recursos mineros estratégicos y está desarrollando biotecnologías para competir con los productos agrícolas brasileños de alta calidad», prosiguió. Por su parte, Fernando Haddad, el ministro de Economía que acompaña a Lula a China, intentó restar importancia, el viernes, a cualquier malestar con Estados Unidos. «No tenemos intención de distanciarnos de ningún socio comercial, especialmente de la calidad de Estados Unidos. Estamos haciendo un esfuerzo para acercarnos, queremos inversiones estadounidenses en Brasil», aclaró.
Declaración sin trascendencia sobre Ucrania
Mientras el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su esposa eran recibidos con bombos y platillos por el gobierno chino y se firmaban unos 15 acuerdos comerciales entre ambos países, los negociadores de Brasilia y Pekín trabajaban en una declaración conjunta sobre la guerra en Ucrania. El resultado fue un alegato bastante anodino en favor de la paz: «Las partes afirman que el diálogo y las negociaciones son la única salida viable a la crisis en Ucrania, y que todos los esfuerzos para resolver pacíficamente la crisis deben ser alentados y apoyados», dijeron los dos países. Uno de los puntos principales del texto es un llamamiento a otros países para que se sumen a la defensa de un proceso de paz.
Brasil afirma haber «recibido positivamente» la «posición para una solución política de la crisis ucraniana» de Pekín hecha pública el 24 de febrero. Pero China habla apenas con Ucrania, y el ministro chino de Defensa es esperado dentro de unos días en Moscú. Por otra parte, el 17 de abril, Sergei Lavrov, ministro ruso de Asuntos Exteriores visitará Brasil, que sería recibido por el presidente Lula. «Estados Unidos debe dejar de alentar la guerra y hablar de paz, la Unión Europea debe empezar a hablar de paz», declaró Lula a la prensa en Pekín. Si bien proclaman su neutralidad, todos los BRICS han mantenido contactos con Vladimir Putin. Algunos, como China e India, han aumentado incluso sus compras de gas y petróleo rusos.
«Los BRICS no tienen ningún interés en un mundo polarizado, quieren poder comerciar con todo el mundo. Para estos países es importante demostrar que existe una perspectiva de paz, una luz al final del túnel», comenta Jean-Marie Guéhenno, antiguo Secretario General Adjunto de la ONU y profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York. «En realidad, no veo qué pueden hacer. Estamos en una fase militar. Ninguna de las partes, Rusia y Ucrania, quiere un alto el fuego, y sus posiciones están demasiado alejadas como para discutir».
Además, los BRICS no tienen los mismos intereses. «Para China, es esencial tener una buena relación con Rusia, en el contexto de su rivalidad estratégica con Estados Unidos. Esto no es un problema para Brasil o India, cuyo objetivo es no verse envueltos en esta confrontación», observa Jean-Marie Guéhenno. En 2022, la cumbre de los BRICS, organizada a distancia por China, le permitió al presidente Putin mostrarse junto a sus homólogos unos días antes de la cumbre del G7. «Como mercados emergentes y países clave en desarrollo, nosotros, los países BRICS, debemos asumir nuestras responsabilidades», declaró en esa oportunidad el presidente chino, Xi Jinping.
(*) NdE. El diario francés Le Monde, al que no hay que confundir con la revista Le Monde Diplomatique, es un diario de orientación conservadora.