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Brasil – El 15 de marzo un gran punto de partida

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 Jubilación queda, Temer sale!

El 15 de marzo un gran punto de partida

Fernando Silva *

Correio da Cidadania, 17-3-2017

http://www.correiocidadania.com.br/

Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa

Actos que totalizaron centenas de millares en 19 capitales y centenas de ciudades del país, paros parciales en por lo menos 28 ramas, con eje en el sector de la Educación y en diversos sectores del transporte público y que se dieron tanto en el sector público como privado, ocupaciones de ministerios y superintendencias del INSS (Instituto Nacional del Seguro Social) entre otros predios oficiales, bloqueo de rutas. Este auténtico día masivo de lucha, manifestaciones y paros nacionales muestra la dimensión de la centralidad y capacidad de movilización que la lucha contra la Reforma de la Previsión ocupa en la agenda de todos los actores sociales de los explotados y oprimidos.

Pero también tuvieron enorme importancia las demostraciones de rechazo al gobierno golpista de Temer en todas las manifestaciones. No por casualidad una de las consignas principales de las manifestaciones del día de lucha de las mujeres, el 8 de marzo, estuvo presente nuevamente el 15 de marzo: “jubilación queda! Temer sale”. Ni siquiera las cámaras de los canales Globo, en su cobertura prudente del día 15, consiguieron esconder las pancartas y carteles populares que se apostaban al lado de los reporteros que decían “Fuera Temer”.

Indiscutiblemente, el 15 de marzo puede abrir una nueva pers­pec­tiva en la resistencia social contra las reformas ultra-liberales, dependiendo de su continuidad y de la capacidad de mantener la unidad de acción con el objetivo de producir nuevas movilizaciones e iniciativas para, en particular, frenar la reforma previsional.

Esta perspectiva de la resistencia social es alentada por el cuadro de agravamiento de la crisis política e institucional en el piso de arriba de la República con el listado de corrupción que alcanza al gobierno Temer, los líderes de las cámaras del Congreso, figurones del PSDB y nuevamente del PT.

A eso se le suma la anti-popularidad del gobierno Temer, el agravamiento de la crisis económica y social, por lo que tenemos, sí, un escenario donde se abre una enorme brecha para, como mínimo, tener en el horizonte la posibilidad real de barrer la reforma de la Previsión. No sería una victoria cualquiera, pues ella podría liquidar políticamente al gobierno Temer y su utilidad para la burguesía. Tal vez sea ésta la vía más concreta para efectivizar el “Fuera Temer”, pues las cuestiones aquí están íntimamente asociadas.

Donde a pesar de la amplitud de los ataque, por ejemplo, del peso que la reforma laboral tiene para los objetivos del gran capital, así como la fuerza que el Fuera Temer preserva en todo tipo de manifestación -como fue en el caso del carnaval de este año-, la bandera que tiene la mayor capacidad de movilización y precisa tener la centralidad de la movilización es la reforma de la Previsión. Es la lucha de masas que alcanza a todos y todas, que va a acabar con el derecho a la jubilación en una proporción que no tiene parámetros en nuestro continente. Y esto es muy fácil de explicar y ser entendido por el pueblo. Además, el 15 de marzo dejó nítido que hay una amplia comprensión del tema.

En cuanto a los actos, caben algunos comentarios sobre la polémica presencia de Lula en la Avenida Paulista. Aunque estemos en un momento de la más amplia unidad de acción, y esto implica no vetar a nadie sea quien sea en este frente de centrales sindicales, movimientos sociales y partidos de oposición al gobierno Temer y sus reformas, es preciso dejar claro a toda la población que este movimiento no está al servicio de la candidatura de Lula en 2018.

Entre otras razones, porque cuando fue presidente su primer proyecto fue iniciar la pesada Reforma de la Previsión en el sector público. Pero, principalmente, porque el modelo de conciliación de clases y mantenimiento de los privilegios a los banqueros y el agronegocio durante el ciclo de los gobiernos petistas ayudó a abrir las puertas para la derrota que el movimiento sufrió cuando el golpe parlamentario.

La lucha contra la reforma de la Previsión unifica todo el movimiento y a la izquierda; Lula, no. Pues la izquierda y los movimientos sociales tendrán dos grandes desafíos. El primero es práctico: derrotar al gobierno Temer y sus reformas; el segundo de horizonte más estratégico: formatear un proyecto, un programa para Brasil, que también supere el modelo de conciliación de clases del ciclo que recién se cierra.

Volviendo a los desafíos inmediatos, es preciso ahora que una nueva jornada de luchas sea construida combinando movilizaciones de calle, nuevos paros y toda suerte de iniciativas (plebiscito, petitorios, etc.) y que ayude a masificar y envolver a la mayoría aplastante de la población en toda acción que tenga como centro barrer la reforma de la Previsión. El momento es de aprovechar la brecha abierta y el impulso de las manifestaciones del 15 de marzo.

* Periodista, miembro de la dirección nacional del PSOL (Partido Socialismo e Liberdade).

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